En un mundo donde los alfas y omegas están casi extintos y los que hay, se ocultan por miedo al rechazo.
En un mundo así, un pequeño bar de jazz llamado Deep ubicado en los suburbios de Nueva York, le servirá a más de alguno para ocultarse.
Omegaver...
Miró su reloj y suspiró. Detuvo la maleta y miró la nueva ciudad que le daba una fría y desconocida bienvenida.
Movió su largo y ondulado cabello negro hacia atrás mientras miraba si un taxi se acercaba, o mejor aún se dignaba a parar.
Los tres últimos taxis que pidió le fueron arrebatados, el primero por un alto hombre que llevaba un equipaje de mano, sin más lo movió de un solo golpe con su hombro, Jungkook quizo rebatirle pero no alcanzó ya que el taxi sin previo aviso avanzó. El segundo por una delgada y hermosa mujer, lo único que alcanzó a escuchar fue como sus tacones resonaban contra el piso del aeropuerto, se volvió a mirar hacia atrás, la vió y por unos segundos se distrajo. Descuido que le costó perder el segundo taxi. El tercero no viene al caso mencionar, ya que fue más de lo mismo.
Claramente ya no estaba en Corea.
Cuando vió que se acercaba un taxi, miró hacia todos lados por si venía alguien, levantó la mano y el taxi se acercó, Jungkook sin más corrió hacia el taxi pasando a llevar a dos hombres que también se acercaban al lugar. Abrió la puerta trasera del carro amarillo, lanzó su pequeña maleta y luego se subió cerrando la puerta. Miró por la ventana los rostros de los dos hombres y sonrió.
"Gané" les dijo sacándoles la lengua. Sí, ese era Jeon Jungkook.
Como pudo le indicó la dirección escrita en un escaso inglés al conductor, Jungkook reía y asentía reiteradas veces a lo que decía el conductor que claramente Jungkook no entendía. Se comenzó a desesperar cuando el señor de piel morena no dejaba de hablar y mirar por el retrovisor. Disimuladamente tomó su celular, hizo un gesto sobre actuado indicando que tenía una llamada y fingió hablar con alguien el resto del largo viaje.
Miró el taxímetro y sacó la cantidad exacta de dinero, se lo entregó al conductor y abrió la puerta sacando su maleta. Cerró la puerta tras de el, en su mano una pequeña maleta, en la otra un papel que indicaba que estaba en la dirección correcta. Levantó la vista y vió el alto edificio, le llamó la atención las escaleras que recorrían las ventanas, todo el edificio hecho de ladrillos que se veían a simple vista.
Apretó el papel en su mano y caminó a la entrada. Nadie lo recibió, así que sin más entró al antiguo ascensor del edificio. Cuando vió el número cuatro se tensó.
"No estás en Corea, no estás en Corea" dijo bajito mientras cerraba los ojos y apretaba la maleta. Cuando el ascensor se detuvo sin pensarlo bajó. Soltó un largo suspiro y miró las puertas buscando el 7B. El pasillo era largo y un tanto oscuro, era de un color verde militar, miró puerta por puerta hasta que divisó la que estaba buscando.
Golpeó.
A los segundos después la puerta fue abierta por un delgado y sonriente chico.
"Jeon Jungkook" el menor sonrió y asintió.
"Park Jimin" el aludido hizo una sonrisa y le indicó que pasara.
"Bienvenido a tu nuevo hogar"
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