3. Tu y yo.

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-... ¿Pero que dices?....

Jericho suspiró con los ojos llenos de lágrimas, hablando de manera casi inaudible.

-Quiero buscar un lugar... Tan pacífico y libre para poder descansar en paz... Ya... No quiero estar aquí -La fémina había bajado tanto la cabeza que ya ban no podía ver su rostro, pero aun así se dedicó a abrazarla. ¿Tan mal Lo había pasado durante la guerra?- ven conmigo..., por favor ban, eres lo único que tengo...

Ban la envolvió en sus brazos para que dejará de llorar, le dolía esta actitud y le hacía sentir mal el no saber cómo consolarla al no saber que le había pasado.... Lo menos que podía hacer, era seguir a su lado, después de todo, el era lo único que tenía...

Abrazo un poco más a jericho, poniendo su cabeza oculta en su cuello, para darle un beso en la cabeza y decirle.
-Dame unos minutos ¿Si? -Hablo ban sin soltarla. Jericho se sentía segura con él  de alguna manera, y más cuando le abrazaba y ponía su cabeza en su pecho. Le hacía sentir que todo estaría bien...

Ban se quedó con Jericho el resto de la noche, dejando que ella durmiera sobre su pecho Hasta que la mañana llegó. Ban fue al sombrero de jabalí, dejando a jericho unos segundos entre el bosque.

Con rapidez entró a su habitación empacando todo lo que podía necesitar, su arma, comida y algo de ropa, era todo lo que necesitaba. Pero antes de salir, tomó papel y pluma para dejarles una carta a sus amigos.

Y salio del sombrero de jabalí, se quedó mirando mirando todo a su alrededor Hasta encontrar a jericho, quien parecía traer una pequeña mochila ¿Qué traía allí?
-¿Tenemos todo? ¿Ropa? ¿Comida? -Jericho asintió subiendo la pequeña mochila lila que traia.

-¿Y tu? -Ban mostró la pequeña mochila de él.

Entonces, después de una pequeña vista más al reino y al sombrero de jabalí, donde vivieron tanto Buenos Cómo malos recuerdos.... En parte Lo extrañarian, pero en otra parte, ambos sabían que era lo mejor.

Y empezaron a caminar hacia la salida del reino, no tenían un rumbo fijo, lo único que tenían en mente era caminar hacia un lugar lindo y que a jericho le agradará.
Ban no sabia de que hablar con ella a medida que avanzavan, asique sólo se dedicó a estar en silencio...

Algo incómodo para él.

O almenos así fuera Hasta que escucho una pequeña exclamación de la chica el ver una mariposa tan cercana a ella... Jericho enseguida retrocedió y se puso detrás de ban.

-¿Qué haces?... -Pregunto Hasta que noto, que había mariposas en todos lados de su alrededor- Wow.... -Todas alrededor de aquellas flores que vieron y no dieron importancia.

-son lindas... Hasta que se acercan mucho a ti -Susurró Jericho para ella; ban sólo pudo reír ante su comentario.

-¿Nos vamos? -Ella asintió y comenzaron a caminar otra ves.

A medida que avanzaban, ban miraba cada expresión que hacía Jericho, la cual era casi ninguna. Aun así, sus ojos si expresaban algo: tristeza y impotencia... ¿Que podía hacer para que esa mirada se esfumará?.

Continuaron caminando un poco más Hasta que ban encontró en río.
-Oye, Jericho -La nombrada lo miro- Vamos a bañarnos.

Sonrió como si nada desvistiendose pero no del todo. Las mejillas de la chica tomaron un bajo color rosa mientras miraba a otro lado.

-Ban, somos un chico y una chica -Susurró ella- no podemos bañarnos justos -Ban ya estaba adentro del agua con su bóxer de baño, el chico sólo le quedo mirando.

-¿Qué importa? Ven aquí,  distraete un rato -Sonrió burlón al ver que su mirada cambiaba a una nerviosa, esas miradas nerviosas que ella hace mucho tiempo solía darle.... Cuando ella gustaba de él.

-¿Y si mejor me quedo afuera? Yo te espero -La nerviosa chica se sentó aún lado del río a mirar un poco el paisaje, ban sonrió.

-Si tu quieres.

La verdad es que quería obligarla pero después se asustaría, asique lo mejor era dejarla.
Los minutos pasaban y ban no sólo se bañaba, si no que también cazaba peces que luego Jericho ponía en la orilla para cocinar. Pero cuando ya tuvieron suficientes y estos se estaban cocinando, Jericho se sintió algo sola...

Porque era asi.
Ban se estaba divirtiendo un poco el solo, y ella solo estaba de aguafiestas bajando los pescados.

¿Debería bañarse con él? Tenía que bañarse obviamente, pero no con él. Seria algo... incómodo. Pero ¿Eso lo haría divertido? Una parte de ella deseaba poder reír como antes, sin tener que escuchar esas voces en su cabeza y culparse.... Ban le había invitado a bañarse con él ¿Porque no decir que si? ¡Espera! ¡Eran un hombre y una mujer, la cual necesita privacidad!

Su mente estaba peleándose sobre si bañarse con ban o  no.

El chico, ya algo aburrido decidido salir y terminar de cocinar, pero entonces lo vio sin querer... La chica se estaba descanbiando, asique para darle privacidad volvió al agua e hizo como que no vio nada.

¿Ella en verdad se iba a meter al agua con él? ¡Pero se había negado!
Además de eso se culpaba: había visto el cuerpo de su amiga que en estos momentos no estaba bien emocionalmente y se culpaba porque le gusto.

-Soy un idiota -Susurró golpeando su cara.

-Está fría... -Escucho a su amiga meterse al agua con un traje de baño, glorioso y de 2 piezas~ ¿Desde cuando le gustaban las ropas así?

-Cuidado, allí esta hondo -advirtió acercándose a la chica.- te puedes hundir y tu eres muy enana, no podrías subir.

-Tu eres una jirafa -le respondió en forma se venganza. Vaya que se sentía bien pelear con él otra ves.

-Entonces tu una hormiga. -Burló ban con el animal más pequeño que se le ocurrío.

-¡¿Qué?! -la chica se había molestado y empezaron a pelear, casi como antes pero no del todo.

Porque al final ban tuvo que pedirle perdón, ya que lo mas seguro es que sus palabras la hayan herido, y tenía razón.

Entonces después de un baño y pequeños juegos en el agua, ban se armo de valor para preguntar.
-perico -la chica en medio del río le miro.

-Jericho.

- ¿Desde cuando usas ese tipo de vestidos de baño? -La chica miro lo que ahora usaba y una mirada triste paso por sus ojos. Ban se preocupo por ello- ¿Jericho?

-Fue... -hubo un momento de silencio- el ultimo regalo que me dio guila... dije que no lo usaría pero... -Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

Ban sólo tomó una toalla y se acercó a ella para sacarla del agua y abrigarla. Se sentaron frente a la fogata mientras ban trataba de consolarla en un medio, pues ella parecía tan triste.
Comenzó a anochecer, seguro que ella tendría frío si no cambiaba de ropa pronto.

-Le dije a guila que no usaría ese conjunto nunca -dijo Jericho ahora más calmada- pero... Cuando tengo cerca cosas que medio guila, siento que aún está aquí... ella me hubiera obligado a ponérmelo -cierto, ahora extrañaría mucho eso- y hubiera dicho que me veía muy linda, y yo que hubiera dicho que dejase de mentir. -Si Que extrañaría esas discusiones con su mejor amiga, era como perder a una hermana.... Esta tan triste, porque ahora nadie le diría que se vería bien en ropa de mujer.

Bueno, o eso pensaba ella.

-Pero ella tenía la razón -los ojos se Jericho brillaron- Eligió bien el vestido de baño -Dijo algo seco mirando a otro lado, Jericho sólo sonrió por lo bajo.

-Mentiroso.

-Yo no miento.

-Pues ahora lo estas haciendo.

- ¿Qué quieres que te diga? ¿Que te ves perfecta? -Ban se enojo queriendo insultarle pero término diciendo aquello, lo que pensaba.

Ahora ambos se sonrojaron.

-... Gracias -Jericho miro a otro lado nerviosa, mientras que ban golpeaba su cara.

No me basta con sentir tu piel  ❄Jeriban❄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora