6. Alucinaciones Destructivas.

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Ban trago mirando a las 2 personas frente a él... Elaine le sonreía al igual que zhivago sobre aquel tranco anciano cortado a duras penas pegado a la tierra.

Zhivago se acercó a él junto a la pequeña hada, ban trago otra ves retrocediendo un poco.
—¿No estás feliz ahora ban? Estoy viva otra ves, podemos volver a ser tu y yo. —elaine se le acercó para tocar su cara, pero Ban apartó groseramente su mano estando en shock.

—¿Hijo...? Así no tratas a una bella mujer.

—Ustedes están muertos, y no hay poder que los reviva —solto ban dejando en silencio a ambos revividos... Ban les veia con desconfianza y se alejó, zhivago ya había cumplido el siclo de su vida, no podía vivir otra ves aunque quisiera, mientras que Elaine, ella no podía ser revivida.

Lo sabía, había hecho todo para revivirla, pero ella no podía ser revivida por nada en el mundo.

¡No podía ser real! Tenía que salir de allí y buscar a Jericho, seguro ella estabas asustada. Intento darse la vuelta pero delante de él estaba Elaine otra ves... Ella le sonrió.

—Vamos ban, en este lugar es posible revivir, por eso vinimos aquí, para no dejarte solo. —la hada rubia se acercó para abrazarle pero se apartó enseguida.— Ban... ¿No estás feliz?

—Hijo, estás confundido, ven, sienta te hablemos.  —zhivago se acercó y ban solo negó retrocediendo.— Ban-...

—¡Jericho! —'No son ellos, debe ser ilusiones o algo, no son ellos, no son ellos.... Debo ir por Jericho'.

Ban empezó a correr ignorando al hada y al hombre bestia que le llamaban y le seguían. Debía encontrar a la chica con la que había venido, esa era su única prioridad ahora; sin embargo, todo el el bosque era árboles, arbustos de flores blancas brillantes y un césped cubierto de hojas. Nada más. Haciendo que fuese difícil saber si estaba dando vueltas en círculos o no.

Gruñó sin saber que hacer. Solo corría y eventualmente comenzó a decir el nombre de la chica mientras tapaba sus oídos para no escuchar a zhivago y a Elaine, quienes le llamaban riendo de alguna forma macabramente...

Jericho casi se ahoga en su saliva huyendo, cayó al suelo pero se levantó enseguida.

—¿Porque no quieres hablar conmigo, a-mi-ga? —la risa de Guila hizo que temblará de miedo, empezó a correr otra ves. Guila le lanzó 3 de sus ataques bomba y ella solo puso caer.— ahh, cierto...

—¡...! —Guila clavo su espada aun lado de su cabeza, Jericho tembló mirándole sin importarle en realidad el mechón de pelo que acaba de perder.

—Eres una asesina que huye de sus pecados. —La sonrisa que le dio Guila le perturbó tanto que por un momento pensó que había muerto.

—¡¡No es verdad!!

Una pared de hielo se levantó entre esa Guila y ella, dándole la oportunidad de escapar. Corrió otra ves atraves del bosque, miró su mano de reojo, se sentía fría.

Si, tenía hielo en la mano o al menos eso parecía. De ellas salía una brisa helada, pero no les presto mucha atención hasta que tuvo que hacer otra pared para bloquear a quien tenía en frente y parar.... Trago.

—No recuerdo haberte enseñado para ser una mentirosa Jericho.

—Gustaf... —El nombrado se acercó a ella con espada en mano... Estaba idéntico como aquel día... El día en el que por su culpa...

—Cobarde. Huiste dejándome allí, sabía que no podía contar contigo pero tampoco sabía hasta que punto. Asesina. —jericho retrocedió cayendo al suelo.

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⏰ Última actualización: Aug 23, 2021 ⏰

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No me basta con sentir tu piel  ❄Jeriban❄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora