4. Un viaje para borrar las lágrimas.

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Los días habían pasado ya desde que salieron de liones y empezaron con su viaje. Como siempre, Jericho guiaba con una mirada triste y en silencio, mientras que ban le seguía de cerca y callado también.

Apesar de lo que había pasado hace unos días en el río, el ambiente no había cambiado mucho. De echo, se podría decir que era más melancólico que antes.

Jericho paro unos segundos mirando el lugar, por lo que ban hizo los mismo limitándose a pensar si este sería el lugar que a ella le gustaría para estar en paz. Mientras Jericho miraba el lugar, ban miraba atento a sus alrededores, buscando animales pero en su lugar encontró unas flores.

Una linda flor de color morado florecía cercana a un árbol, y por alguna razón esa flor le recordaba a jericho...

-¿Ban? -Jericho llamó, eso probablemente quería decir que a la chica no le gusto el sitio.

Ban suspiró y tomó rápidamente la flor antes de levantarse para seguirla desde atrás. Cuando la chica de ahora frágil cuerpo y mente, además de ojos tristes, noto un ya no estaba sola, empezó a caminar con algo más de seguridad que sentía al tener al chico cerca.

-Oye Perico -escucho a su acompañante llamarle, por lo que le miro- me la encontré por allí- fue lo único que dijo ban antes de ponerle la flor en un mechon de su cabello detrás de su Oreja.

La chica se sorprendió un poco por ello, nadie había hecho ese tipo de cosas, nisiquiera guila porque a ella no le gustaba... Se deprimió al pensar en guila pero se sintió un poco mas feliz al sentir que no estaba sola gracias a ban.

Algo más alegre comenzó a acercarse al chico que unos pasos adelante se había detenido al no verle caminar.
-Gracias -Susurró la chica abrazando débilmente al chico, quien enseguida recordó cuando se abrazaban a cada rato... En aquel entonces, su piel era suave, ahora era mas rasposa pero con un pequeño toque de suavidad. Eso lleno de melancolía a ban, quien lo abrazo un Cómo más fuerte.

No sentía a su querida amiga a su lado apesar de que la tenía entre sus brazos, ya que sentía que una gran parte de ella se había perdido. No debió irse, debió estar allí, debió estar en liones... No le bastaba con sentir su piel para decir que ella estaba a su lado, necesitaba verla sonreír otra ves.

Reír a su lado fuertemente como solía hacerlo. Extrañaba tantas cosas.

Jericho por su parte, sentía que ya no estaba tan solo pero... Se sentía vacía, sentía que estaba algo asustada. Almenos tenía a ban aminorando esa sensación pero ¿Y que si el chico se iba? Él  prometió no irse pero... ¿Y si pasaba algo inesperado?

-Jericho, -Salió de sus pensamientos al escuchar ese todo de voz tan extraño para ella-  no importa lo que pase, siempre estaré a tu lado, te ayudare sentir la felicidad que siempre sentías...

Recuerdos llegaron a ambos, haciendo el momento más conmovedor para ambos. Y de hecho hubiera sido más conmovedor de no ser porque sintieron el piso temblar levemente.

-¿Qué esta pasando? -soltó Jericho siendo abrazada por ban.

-¡¿Una estampida?! -con rapidez cargo a jericho estilo princesa y se alejo lo más que podía refugiándose detrás de un árbol, poniendo entre este a la chica.

No era una estampida. Eran un grupo de caballos salvajes que corrían por el lugar, pero su corrida no era muy normal, algo los habría asustado ¿Pero que?.

Pensando en ello abrió sus ojos para mirar la chica que tenia acorralada contra el árbol, Jericho se aferraba a él completamente asustada al ver tanto movimiento y escuchar tantos sonidos, estaba entrando en pánico al sentirse algo indefensa y tan rodeada, por lo que ban, notando todo esto, le envolvió en sus brazos.

-Tranquila, yo estoy aquí -le Susurró al odio.

-Tengo miedo ban -Comenzó a llorar Jericho.

-Lo se, pero Calmate. Estoy contigo y todo estará bien, Enserio -Trato de Calmarle por todo los medios Hasta que ya ningún otro caballo paso.

Aun así se quedaron en la misma posición, Jericho se sentía segura, no quería salir del lugar pero ban dejo de abrazarle.

-Vamos, ya todo es seguro. Vamos a buscar ese bonito lugar que quieres y comida ¿Si? -al ver que la chica miraba todo algo insegura, tomó su mano.- Yo estaré a tu lado.

-.... Gracias -asintió la chica un poco mas calmada.

Ban estaba comenzando a hacer cosas que normalmente no haría por ninguna chica, nisiquiera por su amada hada, solo por Jericho y solo para Jericho.
Comenzaron a caminar otra ves y horas mas tardes, se encontraban empezado a cocinar un jabalí.

Jericho se miro en el reflejo del agua que tomaba en su pequeño termo de madera, miro como se veia con aquella flor que le puso ban como curiosidad... Por primera vez en meses, se sentía bonita, tanto que se puso practicar una pequeña sonrisa.

Entonces recordó lo que en aquel río le había dicho ban... ¿ella era bonita? ¿el creía eso de ella? Pero no era atractiva, su cabello estaba maltratado y también su piel, además de que no era para nada femenina.

Aun así, ban pensaba que era perfecta... ¿Y si cuidaba esa apariencia que tanto le gustaba a ban? Así él nunca se iria de su lado con más razones. Decidida se levantó y llamo tímidamente al chico.

-Ban... -El nombrado que hacía la comida, le miro- ¿Crees que... Me puedas avisar cuando ves ciertas cosas? -Ban subió una seja.

-¿Cómo que?

-Bueno... -empezó a darle una pequeña lista, y algo confundido ban accedió.

Minutos después noto que Jericho se peino, y arreglo notoria sus ropas. ¿Que estaba haciendo? Se le ocurrió bromear un poco con ella.

-ush, para donde va tan belleza, se ve como toda una dama -esperaba de todo menos una sonrisa y un pequeño sonrojo departe de la chica.

-¿Tu crees?

-... Claro, te ves bonita -esta ves dijo la verdad un poco Sin querer notando que ella parecía feliz- incluso más que antes.

-Gracias ban -en su mente resonaba el "te ves bonita" haciendo su corazón calentarse.

Desde esos días, Jericho dejo de lagrimear por las noches.

No me basta con sentir tu piel  ❄Jeriban❄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora