Instintivamente bajo la mirada, para evitar contacto con quien al parecer se ha convertido en uno de mis grandes enemigos.
Quisiera quedarme a observar más, pero sería bastante obvio que mi vista estaría dirigida hacia ellos, así que sin pensármelo 2 veces comienzo desesperadamente a guardar mis cosas para escapar de ahí, aunque mí vocecita interior me dice que me calme, no le hago caso y tomando mí bandeja del almuerzo salgo apresuradamente por el pasillo hacia la salida, y fue así que sin siquiera fijarme a mi alrededor choco, no con algo sino con alguien, y el impulso es tan fuerte que ambos terminamos en el piso llenos de comida.
Oh santo patrón de los gatos
- Auch, eso enserio dolió.- habla una voz muy dulce.- ¿Estás bien?- pregunta, pero yo no puedo articular palabra alguna, mi voz esta atorada en el fondo de mi garganta y mi mente no para de buscar alguna manera de escapar sin ser vista, algo prácticamente imposible, ya que todas las miradas están puestas en nosotros.
-Parece que el golpe te afectó más a ti ¿eh?- sonrie y me extiende la mano para ayudarme a ponerme de pie, sin nada mas que hacer acepto su gesto, pero en cuanto me incorporo mi cabeza empieza a dar muchas vueltas, y el dolor es insoportable, por lo que llevo mis manos hacia allí para intentar calmarlo, lo cual termina empeorando las cosas, porque me empiezo a tabalear y casi impacto con el suelo, si no fuera por el chico a mi lado, quien me afirma por los hombros, ya estaría muerta.
-Parece que necesitas ir a la enfermeria.- dice el asiático más hermoso que mis ojos han visto, y tomando uno de mis brazos lo entrelaza al de él.
-No, estoy bien, yo solo...necesito irme.- digo con voz temblorosa, necesito decir algo para evitar su contacto, pero es en vano, pues afirma aún mas su agarre.
-No.-dice firme y autoritario.- Lo que tu necesitas es ir a la enfermeria, y yo te llevaré.
Sin darme tiempo para replicar, empieza a caminar en dirección a la salida conmigo enlazada a su brazo.
Genial, fantástico Emily, ahora todos sabrán de ti, olvídate de pasar desapercibida
El camino fue silencioso, ninguno de los dos dijo nada, sabía que debía disculparme porque fue mi culpa el no estar atenta mientras caminaba, pero no sabía como hacerlo, ya que hace mucho tiempo que no había establecido este tipo de contacto, y mucho menos con el asiático de mis sueños.
-Llegamos.- dice y toca la puerta. Mientras esperamos que abran siento que debo decirlo ahora o ya no tendré oportunidad.
-Lo siento, fue mi culpa no iba atenta mientras caminaba.- digo en un tono casi imperceptible bajando la mirada, y teniendo la esperanza de que no lo haya oído.
-No te preocupes, también fue culpa mía. Por cierto nunca te había visto, ¿eres nueva o algo así?
Subo la mirada y veo en su rostro pálido una expresión de curiosidad.
-Si.- risa nerviosa.- soy nueva.
-Nice.- sonríe y mi corazón da un vuelco.- Y ¿cómo te llamas?
-Soy Emily.- digo sintiendo el rubor subiendo por mis mejillas.
-Mucho gusto, yo soy Noah.
Antes de poder decir algo más, la puerta se abre y una señora con una bata blanca algo mayor nos mira de pies a cabeza.
-Chocamos y por el golpe está algo mareada.- explica Noah por mí.
-Pasen por aquí.- dice la que al parecer es la enfermera.- Recuestate un momento en la camilla, iré a buscar algo de ropa para que te cambies, esperame aquí.
Y así sin más la enfermera me deja a solas con Noah, quien me ayuda a acomodarme en la camilla.
-Bueno fue agradable charlar contigo, aunque la forma de conocernos no fue la mejor, pero siempre hay una primera vez para todo ¿no?- dice sonriendo y achinando sus preciosos ojos claros.- Tengo que irme mi entrenador no es nada paciente, nos vemos Emily.- me hace un último gesto con la cabeza antes de salir.
Al menos conocí a mi flechazo
***
Luego de pasar lo que quedaba de jornada de clases en la enfermería, pude volver a casa y lo peor es que la enfermera no encontró nada mejor que pasarme el uniforme del equipo de fútbol, así que ahora iba caminando hacia mi casa con un gran número 9 estampado atrás, con el pelo enmarañado y una expresión más arrugada que una pasa.
En mi recorrido no pude evitar pensar en Noah, su contacto, la forma en la que me ayudo y no le importó estar lleno de restos de comida con tal de llevarme a la enfermería, fue todo un caballero a diferencia del estúpido de la mañana.
Creo que este año me será difícil mantenerme al margen de la vida social.
-Miren que grata coincidencia.-dice alguien a mis espaldas.- No tenía idea que en nuestro equipo hubieran chicas.
Esa voz, imposible no reconocerla, aunque solo la haya escuchado una vez, me basta para saber que se avecinan problemas.
No sé que mas hacer, porque es obvio que me habla a mí, pero aún así empiezo a correr.
Un intento frustrado, pues me alcanza al instante y me retiene con fuerza.
-Creo que tú y yo tenemos que aclarar un par de cosas.- dice recorriendome con sus ojos azules.- Primero lo de la mañana y ahora mi amigo, debes saber que nada de eso te saldrá barato.
Diablos mejor me hubiera levantado mas temprano.
Vamos avanzando poco a poco en la trama 👀 espero que les guste y me apoyen ya sea comentando o bien dejando su estrellita, gracias💓
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El diario de Emily
Teen FictionEmily es una chica solitaria y algo introvertida, pero bastante observadora, lo que la han llevado a enterarse de cosas que cualquiera pagaría por saber, es así que siendo su diario su único confidente abundan los mas grandes secretos y pensamientos...