Un sacrificio sin valor.

Prologo

Por donde comienzo... ya sé por lo básico... mi nombre, es Reah, ya sé lo que dirán "eres la madre de los dioses del Olimpo" y la respuesta es no, soy la primogénita para gobernar el Olimpo y sí mi madre es Rea pero la diferencia es en la historia de cada una y que mi nombre tiene una "h" y el de mi madre no.

Mi madre, después de mucho tiempo, sigue siendo respeta, no solo por ser la que dirigía a todos los dioses, sino porque en todas sus batallas era la que más destacaba, ya que al ser vencedora y llevarse todos los aplausos, claro que también le daba créditos a sus más valientes guerreros y recordando a los que no sobrevivieron, todos la doraban.

Yo soy muy diferente a ella, estaba bajo presión de mis hermanos, dado que me decían que tenía que ser igual o mejor que madre, los que llevo a madre a hacerme entrenar sin descansar, al punto de sentir que vivía sin un motivo, pensaba que no merecía el amor de mi pueblo, no me sentía digna del nombre que me dieron, no era merecedora del "¡Su majestad, La Diosa Perseverante, Reah!".

Ese era mi título, mi distintivo, era lo que no merecía, hasta que los conocí, hasta que tuve la dicha de amarlos, de merecer su amor, con ellos me sentía invencible, era la más afortunada. Hubo obstáculos que enfrentar, pero, sobre todo, tuve que luchar contra dos mujeres que me estaban robando sus corazones, claro que no lo permitiría, no por nada me llamaban La Diosa Perseverante, ellos eran para mí, como yo para ellos, así que ahora, mi historia es contada, para que no olviden todo lo que tuve que enfrentar, incluido... Un sacrificio sin valor.