💐 Yamanaka Ino 💐

86 4 3
                                    

 Yamanaka Ino 

 Relacion: Amistad/amor 

 Advertencia: Amor homosexual, si no te gusta pues no leas, no al hate, sí al amor 



Feliz por ti

Hoy se supone que es un día feliz, pero aquí estoy, en una habitación parada ante el espejo, mis manos tiemblan y mi corazón acelerado me pide que me aleje cuanto antes de tu tacto. Quiero llorar, pero mi maquillaje se correría y se que eres perfeccionista así que lo notarías, quiero gritar, pero siento que sería exagerado, llamaría la atención y no quiero eso, hoy no.

El día que te conocí fue cuando entramos a la academia, eras una niña muy tierna y con un gran corazón, solías ser firme y con un sentido de justicia intacto. El primer día me ofreciste tu amistada, estaba contenta, sonriente, por fin tendría una amiga con la cual hablar. Pero con los años me di cuenta que algo era diferente en mi, mientras tú con las chicas hablaban de Sasuke y de lo varonil y lindo que era, yo me fijaba en como las chicas se volvían cada vez mas atractivas, nunca me atreví a confesarlo, escuchar a las personas decir que una kunoichi debe ser una dama, femenina y delicada, que tenía que actuar con su encanto y conocer hasta los mas mínimos detalles entre los colores, flores y aromas. Escuchar constantemente los comentarios de la gente diciendo día a día que íbamos a ser "grandes madres", "buenas esposas", que tendríamos que buscar a un buen hombre que nos cuide y que nos ame... estúpido.

Crecía en mi la inseguridad, ¿Qué estaba mal en mí?, no quería ser madre, no quería ser esposa, al menos, no quería ser pareja de un hombre. Fue cuando me debatía mentalmente el porque nos catalogaban de esa forma cuando tú, Ino, te sentaste junto a mi fastidiada, gritando a los cuatro vientos que estabas cansada de la gente y sus comentarios irrelevantes hacia las kunoichis. Escuchar como pensabas, ver como crecías junto a mi, como día a día te volvías una mujer fuerte y poderosa, inteligente, amable, que seguías combatiendo por tus ideales me parecía atractivo, cada día que pasaba deseaba con ansias dejar de ser tu amiga, quería volverme esa persona de la que hablabas, esa persona que te amara como eres y estuviera para ti en las buenas y en las malas, pero, ¿Cuál era el problema? ¿Por qué no podía serlo?, simple, mi biología, era mujer y tú amabas a los hombre, cuando me di cuenta mi corazón ya estaba completamente prendado de ti, mi mente tenía tu rostro grabado, mis oídos añoraban tus risas, tu voz, tus bromas y mis ojos veían con dulzura como seguías volviéndote una gran ninja.

Cuando Sasuke se fue, sentí una pena enorme, no por su partida, mi corazón se rompía lentamente al verte hecha bolita en ti cama, tapada con las mantas, llorando y cuestionándote una y otra vez el porqué de su partida, me daba impotencia ver como te martirizabas preguntándote si eras buena kunoichi, si fuiste buena compañera o una buena amiga. Vi como lentamente te sumergías en un pozo de desesperación y eso me dolía, mi chica fuerte, mi rubia extrovertida, esa mujer que iluminaba el mundo con su sonrisa, esa mujer a la que amaba estaba hecha trizas por culpa de un hombre que nunca le habló, que nunca la quiso y que nunca se intereso en su inmenso corazón. Pero aun así, saliste de eso, en parte por mí, en parte por tus compañeros de equipo, por Naruto, por Sakura, te empeñaste en ser más fuerte, en cumplir tus obligaciones y volverte aquella mujer en la que siempre te vi convertida.

La aldea destrozada, verte impotente me hizo sentir rabia, aún recuerdo como me agradecías y me retabas tras atravesarme ante un ataque, sentía que mi pulso se iba, podía sentir tus tibias lágrimas sobre mi rostro, decías muchas cosas y la verdad me quería reír, por un lado me decías que era una tonta, que no debía haberte salvado, por otro me dabas las gracias por estar siempre contigo, luego golpeabas suavemente mi brazo en forma de reproche, te veías tan linda aún con esas lagrimas bajando por tu rostro. No te podía responder, sentía el sabor metálico en mi garganta, sentía como me iba lentamente de este mundo y así fue, haber muerto una vez sin decirte lo que sentía me hizo sentir horrible, pero cual fue mi sorpresa cuando abrí los ojos nuevamente, mis heridas ya no estaban, recuerdo claramente que cuando me viste te abalanzaste sobre mí diciéndome que era una idiota, que había muerto... que me querías, ¡Dios!, escucharte decir eso fue música para mis oídos de resucitada, pero esa melodía fue breve cuando dijiste claramente "¿Qué haría sin mi mejor amiga?", fue ahí cuando el balde de agua fría calló nuevamente sobre mi cuerpo, era verdad, me querías, me amabas, pero como una amiga ama, no como una pareja lo haría ¿Haber muerto me hacía tener fantasías? O quizás solo era mi corazón esperanzado de que mi sueño se cumpliría, que con mi muerte te hayas dado cuenta que era el amor de tu vida, pero no fue así... al fin y al cabo seguía siendo una chica.

One Shots (Naruto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora