ꓷⱯꓷINꓵꓕꓤOԀO Ɐꓶ

CAPITULO 54

MORRIGAN'S POV

Tuve que sostenerme del escritorio por el fuerte temblor que azotó la tierra, el ambiente se llenó de una energía muy conocida para mí, dándome aviso de que era el momento para confrontarlo

- es hora – Gwen apareció en mi oficina, vestía con su lustrosa armadura

- es hora...- dije

Nos teleportamos para llegar al epicentro de donde se desbordaba la magia, una grieta enorme dividía el espacio verde y no parecía posible cerrarla... otro estremecimiento de la tierra nos hizo trastabillar, escuché vidrios rompiéndose y gente gritando aterrorizada

IRI'S POV

Morrigan me había dado el control remoto que dispersaría el Wotán por todo el planeta para matar a las deidades, no podía usar ese recuso sin antes despojar a mi hija y a Kara de su poder alterno, tenía que ganar tiempo para reponerme

- ¿Qué es eso? – los candelabros de la casa comenzaron a moverse y varios de los objetos se cayeron al suelo, sentí un horrible jalón de energía, miré a Astra, su rostro lucía aterrorizado

- ha llegado el momento – dije, nos teleportamos hasta el sitio en cuestión, era un bosque seco

- pensé que debía ir por ti – dijo Morrigan mirándome fijamente

- no querrás comenzar la fiesta solo – respondí

MORRIGAN'S POV

Otro fuerte temblor sacudió la tierra y una densa humareda se levantó, tuve que cerrar mis ojos por la cantidad de polvo

Cuando pude abrirlos, vi a aquellos que una vez consideré mi familia, Sucellus, Lugh, Taranis y Caturix estaban de pie, observando

- miren a quien encontramos – dijo Sucellus con voz atronadora – les dije que sería buena pesquisa – sonrió - ¿no vienes a saludar? –

- no mereces un saludo, Sucellus... -

- que frío... hermanito, ¿todavía me guardas rencor? –

- ¿y tú? ¿me guardas rencor? – dije – o tu ego ya ha sanado – sonreí – me pregunto... que hacen deidades tan poderosas en este mundo... ¿a que han venido? – pregunté

- hemos venido a destruirte – dijo Taranis

- ¿destruirme? ¿y que he hecho? –

- has salido de tu prisión eterna, eres el mal del universo –

- Sucellus... ¿no les has dicho la verdad? – pregunté inocente

- cállate, cualquier cosa que digas es mentira, eres una deidad traicionera y sucia, tú y tus creaciones lo son... -

- ¿por qué te metiste con mis creaciones? –

- tú lo sabes – respondió serio – conspiran para destruirnos –

- pensé que no podían destruirnos... ¿no somos todopoderosos? – me encantaba burlarme

- les diste la fórmula... les diste Wotán... -

- puede ser – largué una carcajada – no pensé que tuvieras tanto miedo, querido Sucellus – negué – pero estoy seguro de que hay más motivos... estás aquí por un berrinche de niño tonto –

- ¡CALLATE! – invocó su hacha y se acercó para golpearme, dos cetros se interpusieron para interceptarlo, Iri y Gwen estaban a mi lado, entre las dos usaron su fuerza para propulsarlo de nuevo hacia atrás