CAPITULO 44

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IRI'S POV

Desperté envuelta en sábanas de seda, Diana dormía a mi lado, su hermoso rostro apacible me hizo sonreír, detallé con mis ojos cada detalle de su perfecta anatomía, sentía mi ser muy cálido, quería observarla para siempre...

- no me mires de esa manera – dijo, sonreí

- eres demasiado bella para no hacerlo – respondí – mereces ser adorada –

- ¿Qué harás hoy? – me preguntó, abrió sus preciosos ojos

- debo ir a CATCO para ultimar unos detalles de la sesión de fotos – respondí

- ¿irás a la casa? –

- no lo sé... después de lo que pasó ayer... -

- Iri... estoy agradecida de que hayas querido defenderme, pero creo que fuiste muy dura con Samantha... -

- no fui dura... yo solo... -

- lo fuiste, tienes que entenderla... ella lo ha perdido todo desde muy pequeña y... es tu hija –

- es solo que me molestó el cómo se refirió a ti, me sentí tan furiosa, todo fue tan visceral que me fue imposible controlarme... no quería decir esas cosas, pero fui más ruda de lo que deseaba... -

- habla con ella... estoy segura de que las cosas pueden resolverse... -

- no sé cómo hacerlo, Diana... no conozco a esa chica –

- Iri, ella fue la primera persona en quien confiaste cuando llegaste a este planeta, creo que debes hablar con ella, escúchala, dile lo que sientes... -

- ¿y si sale mal? –

- no sabrás hasta que no lo intentes... -

- pues mis intentos no han sido precisamente acertados – recordé lo que me habían contado con respecto a la masacre de mi pueblo

- sé que encontrarás la manera de arreglar las cosas con Samantha – sonrió levemente - después de todo, es tu familia –

- eres maravillosa –

- no, solo soy objetiva, ahora iré a ducharme... tengo que trabajar – se levantó de la cama, dejándome apreciar su cuerpo desnudo

- ¿tienes sitio en la ducha? – pregunté

- quiero llegar temprano, gracias –

De camino a CATCO pude reflexionar, no sabía que me había pasado para hablarle de esa manera, fue incontrolable aquella sensación

- y ahora qué hago... -

- ¿disculpa? – la mujer a mi lado habló

- no, no es nada – sonreí

Llegué a la empresa y subí hasta la oficina de Miss Grant, hablamos y acordamos la próxima sesión, en cuanto terminé mis actividades decidí caminar

- ese camión – era el de Mon El, me había aprendido las matriculas

Me acerqué y observé como una gran cantidad de mujeres estaban allí, Mon El tenía el rostro completamente rojo

- buen día – me acerqué

- señorita... ¿Iri? – dijo él, sonreí - ¿quieres un helado? –

- ¡nosotras estábamos primero! – dijo una de las mujeres, Mon El se notaba incómodo, volteé a mirarla, haciéndole saber mi hostilidad, todas se quedaron calladas y mi amigo pudo trabajar a gusto, ellas pagaban y se iban

ꓷⱯꓷINꓵꓕꓤOԀO ⱯꓶDonde viven las historias. Descúbrelo ahora