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CAPITULO 2

IMRA'S POV

Estaba cansada, la última expedición me había dejado agotada, tenía que encaminarme al museo para comentarle a la jefa los últimos avances de la excavación, faltaba retirar la tierra y roca maciza para hallar la entrada al mausoleo, pero estaba segura que en un par de meses lo lograríamos

- ¿diga? – contesté

- hola, ¿Dónde estás? – preguntó mi jefa

- voy en camino al museo ¿quieres que te lleve algo? –

- no no, solo ven rápido –

- ok, adiós –

Colgué la llamada y seguí caminando, cerca de una cafetería sentí una energía muy pesada, miré hacia el sitio de dónde provenía, y aquel malestar provenía de una chica, decidí acercarme para cerciorarme de que estaba bien, al parecer se sentía muy mal

- ¿estás bien? – le pregunté, ella me miró, su gesto era de dolor, en cuanto me acerqué ella se desplomó en mis brazos... pesaba un poco, así que tuve que acomodarla en el suelo, quise abrirme paso por su mente, pero fue lo más doloroso que experimenté alguna vez ¿Qué tenía?

- señorita ¿puedo ayudarla? – un hombre estaba de pie, nos miraba preocupado, leyendo su mente pude saber que tenía buenas intenciones

- si, mi amiga se ha desmayado –

- permítame ayudarla –

Detuvimos un taxi y la introdujimos

- muchas gracias – agradecí al joven y me subí al vehículo

Dí la dirección de mi casa al conductor, en cuanto llegamos tuvo que ayudarme a transportar a la joven hasta mi alcoba

Una vez solas me encargué de contemplarla ¿Qué clase de persona era? No era alguien normal, ¿alienígena?, de ser así ¿de qué planeta?, sentía mucha curiosidad, pero no podía preguntarle de buenas a primeras de donde era sin exponerme a mi también

- qué bueno que despiertas – se sentó rápidamente, inspeccionando toda la habitación, noté que hacía pucheros muy tiernos, y de repente comenzó a llorar - ¿Qué pasa? ¿por qué lloras? – me asusté por su reacción

- do... ¿Dónde estoy? – pregunta

- en mi casa, te desmayaste... - expliqué

- ¿traes a las damiselas en aprietos a tu casa? – limpió sus lágrimas a la vez que me dirigía su mirada, su bonita mirada

- ¿Qué? ¡no!, es solo que... - sentí mi rostro calentarse por su pregunta – ya no importa ¿Cómo te sientes? – desvié el tema

- mucho mejor, gracias – me regaló una sonrisa resplandeciente

- perfecto, ¿Cuál es tu nombre? – ya no emanaba esa energía rara

- soy Kara, ¿y tú? –

- mi nombre es Imra, mucho gus... - fui interrumpida por mi celular, con molestia lo saqué del bolsillo y contesté

- ¿Dónde demonios estás? –

- lo siento jefa, tuve un problema –

- espero tengas una buena explicación ¡ven ahora mismo! –

- si si jefa, adiós –

La llamada terminó

- lo siento, olvidé que la jefa me esperaba – me disculpé