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Narra Alice:

Al día siguiente me levanté gracias a qué escuche que tocaban la puerta de mi habitación, me levanté y abrí la puerta encontrándome a Pogo.

Al: que sucede Pogo?- dije algo adormilada

Pg: el amo Reginald la espera en el patio de la mansión

Al: para que?

Pg: para empezar con su entrenamiento

Al: oh sí, bajo enseguida

Pg: de acuerdo

Pogo se fue y yo cerré la puerta, me puse los zapatos y arregle un poco mi cabello para después ir hasta el patio en donde Reginald estaba parado bajo un roble.

Al: aquí estoy- Reginald me miró y se acerco a mi

Rg: tu mano

Al: que?

Rg: dame tu mano izquierda

Al: bien?- extendí mi mano hacia el

Rg: tendre que quitarte esto para poder comenzar con el entrenamiento

Al: está bien

Me quitó el brazalete y lo guardo en su bolsillo, después de eso me pidió que le contará mi vida, si mi vida. Estuve un rato contándole todo lo que había vivido, lo bueno y lo malo hasta que llegue a la parte en donde le dije que el nos había traído a esta academia.

Rg: bien, ponte de pie por favor- me pare frente a el

El entrenamiento comenzó con el diciéndome que queme tal cosa, haga volar una roca, haga que llueva, que la tierra del patio tiemble y entre otras cosas, mientras iba haciendo eso el iba tomando notas en su libreta, estuvimos así durante unas cinco o seis horas hasta que se acerco a mi y me miró.

Rg: miras a ese perro- señaló a una parte del patio y si ahí había un perro de color negro sentado tranquilamente lamiendo su pata

Al: si, que tiene?

Rg: quiero que lo hagas cenizas

Al: que!?- volteo a verlo y mi cara claramente decía y a este tipo que carajos le pasa? -no voy a hacer eso

Rg: hazlo

Al: no, el perro no hizo nada

Rg: y si te dijera que ese perro genera el fin del mundo, lo harías?

Al: es imposible que un perro genere el fin del mundo y no, no lo haría

Rg: da igual, hazlo- al decir eso alzo la voz

Al: Ya lo dije, no lo haré- dije algo enojada

Rg: bien si no lo matas tú lo haré yo- dijo para después sacar un arma de sus bolsillos y apuntarle al perro

Al ver que estaba por dispararle intenté asustar al perro para que se fuera pero este no se movía y seguía lamiendo su pata, ví como Reginald apretó el gatillo y antes de que la bala le diera al perro hice que el aire la desviará hacia una pared y después mire a Reginald aún apuntando al perro.

Al: que te sucede!?

Rg: matalo o yo lo hago- soltó fríamente

Al: ya le dije que no!

El estuvo a punto de apretar el gatillo nuevamente pero lo eleve en el aire e hice que soltará la pistola, lo mantuve en el aire y el me miró, solo sonreía, parecía que estaba demente o algo por el estilo, me moleste y empecé a hacer que se quedará sin aire.

Sky and Umbrella AcademiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora