Capítulo 14~Sacrificios Interminables~

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Narradora

Flashback

Hace 17 años atrás...

En uno de los bosques cerca del Santuario, que era iluminado por la luz de la luna llena, se encontraba el joven aspirante a ser el Caballero de Tauro que recorría el bosque en busca de algún majestuoso animal que se convirtiera en su cena. En su recorrido por el bosque vio a un hermoso ciervo, lo cual con cautela se acerco lo mas que pudo y con una lanza en su mano derecha apunto en dirección al ciervo, justo cuando estaba por tirar la lanza, escucho un sutil llanto resonar, lo cual asusto al ciervo y se echo a correr. 

El joven se quejo entre dientes, pero su queja no duro mucho al percatarse que el llanto continuaba y se dirigió a buscar de donde provenía. Pasaron varios minutos de búsqueda y el llanto se intensificaba cada vez mas, hasta que llego a un inmenso árbol y en su base, había un pequeño bulto donde provenía aquel sonido que tanto estaba buscando y al acercarse se percato que era una bebe recién nacida, lo cual alarmo al aspirante, ya que se preguntaba, "¿Cómo fue que había llegado ahí?" "¿Acaso la abandonaron a su suerte?" Este cargo a la bebe en brazos y esta dejo de llorar al cabo de unos minutos. El joven, se percato que la pequeña tenia en sus manos un collar, este al mirar mas de cerca aquella joya, al reverso tenia una inicial en letra griega "A". Decidió acoger a la bebe y llevarla con el a su hogar y darle por nombre Anya.

Fin Flashback

Esa misma noche...

Había mucho movimiento en el Santuario, varios aspirantes y Caballeros se ayudaban unos a otros apagando las llamas y otros rescatando a los caballeros que se encontraban bajos los escombros . Entre ellos se encontraba la joven de cabello negro, ayudando a trasladar a uno de los aspirantes a la enfermería del Santuario. 

Enfermera 1: —¡Rápido, por aquí!— Dijo una mujer de alrededor de 50 años, de cabello canoso. La joven al ingresar al templo de la Enfermería, el lugar se encontraba exageradamente ocupado, por doquier habían enfermeras, Aspirantes y Caballeros atendiendo a los heridos.

Anya: —Esto es un desastre.— Dijo para después colocar al aspirante herido sobre una camilla improvisada. La joven miro a su alrededor y veía lamentos, quejidos y sangre, por parte de los heridos. Al ver tanto sufrimiento, miro sus manos y no lo pensó dos veces en sanar a los que le fuera posible. Se acerco al aspirante que traía consigo, coloco sus manos en el pecho del joven y encendió su cosmos.

Enfermera 1: —Señorita, ¿Qué hace?— Una enfermera que pasaba cerca de la joven, miraba confusa la escena que estaba presenciando.

Anya: —No pregunte lo que es evidente.— Dijo sin despegar la vista del aspirante. —Ayudare a cuantos pueda.— Dijo en tono neutral y segundos después el aspirante comenzó a reaccionar.

A la mañana siguiente...

Nuestro castaño protagonista se encontraba caminando en dirección a la enfermería por ordenes de su maestro, ya que le dijo que se atendiera algunas heridas. Veía algunas partes del Santuario destrozadas y no evito pensar en los causantes de aquel desastre. Al llegar a la enfermería vio algunos personas siendo atendidas, no eran muchos, lo cual le provoco algo de alivio.

Enfermera 1: —Hola joven, me llamo Galena, ¿En qué te puedo ayudar?— Se dirigió al joven en un tono amable.

Tenma: —Bueno, tengo algunos golpes.— Rio apenado y la enfermera solo le sonrió y le hizo una señal para que se sentara en una camilla.

Galena: —Permíteme revisarte.— La enfermera procedió a examinar las extremidades del Caballero. —Tienes algunos hematomas en ambos brazos, pero nada de que preocuparse, así que te pondré algo para bajar la inflamación.— Le sonrió al joven.

Saint Seiya ~El Lienzo Perdido~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora