-Prometí protegerlos.-☄️
-Después de mucho, al fin los 4 estamos reunidos.-🎨
-Todo esto, ¿es mi culpa?-✨
-Espero que nos volvamos a ver.-🎶
La historia se basará en el anime original, obvio tendrá algo de mi creatividad, espero y les guste.
"Todos...
"El Lienzo Perdido, la pintura del juicio que aniquila todo rastro de vida en la Tierra, continua apareciendo sin detenerse a través del cielo. En el Castillo de Hades y Perséfone, los Dioses Gemelos, consejeros del Rey del Inframundo esperan a Tenma el Caballero Pegaso."
—Tenma, peleare a tu lado mientras mi hermano Alone termine su horrible pintura, ¿escucharan todo lo que quieres decirles? Pero, ¿qué son estas sensaciones que inquietan a mi corazón, es un enorme y terrible Cosmos dirigido hacia Tenma, ¿acaso es...?— La Diosa de la Guerra dedujo que Tenma corría un gran peligro.
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"Y es así, que la Guerra Santa a entrado en un nuevo capítulo."
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Mientras tanto, los jóvenes Caballeros de Bronce continuaban en su viaje en dirección al Castillo de los Reyes del Inframundo por un camino rodeado de nada mas que montañas, flora y fauna. A la delantera se hallaba nuestro castaño, seguido de la peli-negra, la rubia y al ultimo Unicornio. Los 4 escalaron con rapidez una montaña para cruzar la frontera. De pronto el joven Caballero de Unicornio se detuvo por el cansancio que sentía desde hace horas atrás.
—Maldición, esos tres van demasiado rápido.— Hablo Unicornio agotado y miro hacia a sus compañeros que iban a la delantera. Poco después, Pegaso dio un paso en falso, haciendo que este estuviera por caer. —¡Tenma!— Su amigo se alarmo al verlo en peligro, pero por fortuna, alguien logro sostener a Pegaso.
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Al llegar a un lugar de descanso en la cima, los cuatro se detuvieron un momento.
—¿Estas cansado Tenma? Por que si a ti te parece podemos descansar un poco.— Dijo Unicornio recargándose sobre el castaño.
—Cállate, el que no puede dar un paso mas eres tu, mírate.— Dijo al mismo tiempo que se quitaba a su compañero de encima con un movimiento.
—¡Claro que no! ¡Yo estoy bien!— Justifico Unicornio.
—Claro que si Yato, en la cara se te ve.— Dijo el castaño con obviedad lo cual dejo al descubierto al oji-azul. —¿Ya lo vez? Tenia razón.— Dijo triunfante.
