《Y miré cuando el Cordero abrió el primero de los siete sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes que decía con voz de trueno: "¡Ven!". Y miré, y he aquí un caballo blanco. El que estaba montado sobre él tenía un arco, y le fue dada una corona; y salió venciendo y para vencer.》
Sentada sobre mi cama mientras abrazaba mis piernas pegadas a mi pecho, miraba el reloj digital sobre mi mesita de noche, no podía apartar mis ojos de el y ver como los minutos pasaban acercándome cada vez más a la cena.
Después de invitarme de manera directa, ella se retiró sin decir una palabra más. Creo que me dio el tiempo suficiente para alistarme o simplemente me lo dio para prepararme con lo que sea que vayamos a hablar.
Cual sea la razón, mi estómago era invadido por un manojo de nervios. Cualquier cosa que pase hoy, tendrá reacciones importantes, o no, pero de todo puede pasar.
Di un vistazo más y me sorprendí al ver que el tiempo se me pasó volando mientras pensaba una pequeñísima cosa. Poché seguramente ya esté esperándome, así que corrí fuera de mi habitación hasta bajar las escaleras.
—¡Saldré, lo más seguro es que regresé hasta en la noche!— avise con prisas llegando a la entrada de la casa.
—¿Y a dónde se supone qué irás ahora?— mi mamá colocó sus manos en su cadera mientras alzaba una ceja. Le extrañaba que de un momento a otro saliera demasiado, la entiendo perfectamente.
—E-eh... pues iré con Kim, me necesita para algo urgente— le mentí con lo primero que se me cruzó en la cabeza, ahora ya no puedo usar a Las Villa de excusa.
No me gusta para nada mentir, pero no podía decirle la verdad.
Estaba nerviosa, mi mamá no dejaba de inspeccionarme con su mirada intentando encontrar la mentira, pero traté de lucir lo más tranquila y segura posible para que no lo consiguiera.
—Esta bien, pero ten mucho cuidado allá afuera— suspiré de alivio al escucharla. Estaba a punto de darme la vuelta con una gran sonrisa, pero me detuvo una vez más. —Por cierto, ¿qué quería Poché?— tenía la palabra "chisme" escrita en toda su cara. Se cuánto quiere saber lo que me dijo, pero no podía decirselo.
—No quiero hablar de ello, sólo fue un punto final a todo— de nuevo otra mentira. O puede que no ya que no sé que me dirá.
Ella pareció compadecerse ante mi fingida "tristeza" y decidió ya no indagar más en ese tema. ¡Gracias! Pensé. No quiero contarle sobre que me invitó a una cena para explicarme todo lo que ha hecho con un reloj que te permite viajar en el tiempo.
Se que no lo creería. Es entendible, al principio ni siquiera yo lo hacía a pesar de haberlo vivido.
Me despedí de ella y por fin puse un pie fuera de casa. Tuve que buscar en mi celular como llegar a aquel lugar, y cuando por fin se la ubicación exacto, agradezco que no este tan lejos como otros restaurantes.
Llegué a la parada del autobús. Se que no esta tan lejos, pero caminando me tomaría más tiempo del debido.
No esperé tanto para que el transporte llegara. Dentro de este, empiezo a sentir este día como uno normal, pero sé que no lo es. Hoy es una brecha que separa en dos etapas mi vida definitivamente. Desde la desaparición ya no sentí nada igual, es como si todo hubiera perdido sentido a mi alrededor, así que el miedo que siento por hoy no es irracional. Tengo miedo de perderla otra vez.
La primera vez fue lo suficiente para ya no volver a ser la misma y necesitar ayuda para sobrellevar ese suceso. Si hay una segunda vez, ni siquiera con ayuda podré estar bien.

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Efecto Mariposa
FanfictionUn 08 de Agosto del 2014 fue el día en que María José desapareció. Nadie, ni siquiera yo, comprendimos el como ni el porque, pero lo que si se tenía en claro es que su desaparición fue un hecho misterioso. Años después de aquel doloroso día, regres...