Dos años después del fin de la guerra

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Al igual que en años anteriores, todos los ex-miembros de la Orden recibieron ya la tradicional invitación. Severus estaba más seguro de no acudir esta vez, ya que le parecía soberanamente molesto ese compromiso anual.

De todos modos, decidió ir unas horas antes a una taberna de mala muerte que se encontraba relativamente cerca del lugar de la citación. Quizá si bebía lo suficiente se animaría a ir. El ambiente era festivo para los clientes, sobretodo para los hombres que buscaban alguna prostituta con la que pasar la noche. Él no caería en eso, enumeraba mentalmente la cantidad de enfermedades de transmisión sexual que podrían contraer y las pociones para eliminar estas.

Iba por su tercer whisky de fuego cuando entró Hermione, él no se percató hasta que ella posó su mano sobre su hombro.

- Vaya, usted por aquí - dijo a la vez que se sentaba a su lado en la barra. Con un gesto manual le pidió al barman lo mismo que bebía su ex profesor.

- Este no es un sitio para una señorita como usted - dijo sorprendido al ver a Granger en aquel ambiente.

- ¿Y eso por qué? Si se puede saber - dijo Hermione dando un largo trago a su bebida notando cómo el sabor inundaba sus papilas gustativas. Severus la observó cerrando los ojos, se veía tremendamente sensual. Llevaba los labios pintados de rojo, mismo color de su vestido ajustado a su figura.

- Pues porque usted es un ejemplo a seguir y esa clase de persona no viene a estos antros - dijo Severus acabándose su copa de un trago a la vez que pedía otra.

- Estoy harta de ser un ejemplo a seguir - contestó imitando el gesto de Severus dejando su copa vacía.

- Granger, debería controlar la cantidad de alcohol que bebe.

- Ya no soy una niña, Severus - El ex profesor la miró divertido al escuchar su nombre salir de los labios de ella.

- De eso no me cabe la más menor duda - dijo dirigiendo su mirada de sus labios al escote de la joven. Esta se ruborizó al percatarse.

- ¿Va a ir al aniversario? - preguntó Hermione dando vueltas a su nueva copa.

- No lo sé, no creo ¿Usted?

- Tampoco lo sé. - Snape se moría por saber si seguía con Weasley, pero no quería ser él el que preguntara. - No sé si recuerda lo mal que acabaron las cosas con Ron. - Severus asintió y recordó el calor de su cuerpo abrazando el suyo, el aroma de su pelo y no poder resistirse a besar su cabello.

- ¿No ha encontrado a nadie mejor? - preguntó Snape que no pudo esconder una pequeña sonrisa en una de sus comisuras.

- No - contestó Hermione que se le escapó una mirada a los labios firmes de su ex profesor. Este se percató y sintió un estallido en su pecho.

- ¿Sigue en el ministerio? - preguntó Severus desviando la mirada.

- Sí, al menos en el trabajo me va bien. - dijo Hermione inclinándose hacia el pocionista. Severus pensaba que la iba a besar por lo que cerró los ojos preparándose para ese momento. Sin embargo, la bruja observaba la cicatriz en el cuello del hombre y pasó su mano por ella - ¿Aún duele? - Snape abrió sus ojos encontrándose con el rostro de su ex alumna peligrosamente cerca del suyo, él la miraba a los labios, ella observaba su horrible cicatriz.

- A veces, con los cambios de temperatura - tardó lo que le pareció una eternidad en articular respuesta. Fue entonces cuando los ojos de Hermione chocaron con los suyos, como si pudiesen ver el deseo del otro a través de ellos. Ambos se separaron bruscamente, aún no sabían si aquella locura sería una buena idea.

Granger acabó de un trago su bebida y posó su mano sobre el muslo de Severus para dejar su peso caer en este a la vez que se bajaba del taburete.

- Espero verle pronto, Severus - dijo a su oído, lo que provocó una gran sacudida en su entrepierna forzándole a cerrar los ojos.

Dejó que la bruja se dirigiese hacia la puerta, se recompuso como pudo y salió tras ella. Para su sorpresa fueron los últimos en llegar a la celebración que como ocurría tradicionalmente se celebraba en la casa de los Weasleys. Todos parecían estar pasando una buena velada, pero a Severus le irritaba ver cómo el inútil del pelirrojo acaparaba a Granger. Estaba intentando recuperarla, esperaba que ella no cayese en sus brazos y secretamente deseaba que fuese en los suyos.

Tras la cena, comenzaron las rondas de brindis recordando a los caídos. Snape intentaba evitar mirar a su ex alumna, ya que estaba necesitando realizar una fuerza sobrehumana para mantenerse alejado de ella. Fue entonces cuando se dio cuenta de que Granger había ido al baño y él silenciosamente se levantó para ir tras ella. Llegó justo a tiempo antes de que Hermione cerrase la puerta, ella le dedicó una sonrisa pícara prosiguió agarrándole de la levita y tirando de él al interior del aseo. Cerró la puerta con un hechizo y se giró hacia él. Ambos respiraban de manera irregular, estaban nerviosos y deseosos.

Fue Severus el que dio el primer paso y se abalanzó sobre ella aprisionándola entre su cuerpo y la puerta, la besó y ella aceptó sus labios correspondiendo aquel acto. Severus no había sentido nada igual, ella sabía a licor mezclado con el dulce y característico sabor de ella que acababa de descubrir. Hermione comenzó a desabotonar la levita del pocionista y maldijo que llevase esas ropas, ya que no facilitaban poder tocarle. Él la ayudó consiguiendo que él se quedase con una camisa blanca abierta. Fue entonces el turno de ella, no lo pudo resistir y le subió el vestido dejando sus muslos al descubierto, acarició su piel disfrutando de la suavidad de esta.

- Siempre me pregunté cómo sería - dijo Hermione mirando el miembro aprisionado bajo las ropas del hombre.

Este la giró, con un rápido movimiento liberó su erección sobre las nalgas de la bruja y se deslizó sobre estas a la vez que besaba le besaba el cuello. Deslizó su mano derecha al botón de su deseo y con movimientos precisos comenzó a inundarla de placer. Antes de que a leona se le escapase un gemido que ahogó la serpiente al cubrir su boca con la mano que le quedaba libre. Cuando ya no podía resistirlo más, Severus apartó a un lado la ropa íntima de la bruja y colocó su virilidad en la entrada húmeda que tanto deseaba. Pasó sus rudas manos por el pecho de esta, notando cómo ella demandaba más. Besó el dulce cuello de la joven que escuchó cómo abría un envoltorio de plástico para cubrir su sexo y con un movimiento se introdujo completamente en su interior, debido a la embriagadora sensación tuvo que esperar unos segundos antes de poder continuar con movimientos de cadera.

- Po Merlín, Granger... ¿cómo puedes estar tan prieta? - Hermione se percató de que por primera vez en su vida su ex profesor la tuteaba - Me vas a volver loco - continuó a la vez que los movimientos no cesaban.

La bruja se había quedado sin palabras, nunca nadie le había producido placer comparable, ni siquiera ella misma cuando experimentaba. Severus seguía entrando y saliendo de ella a la vez que estimulaba su hinchado clítoris. Al ver que no podría contenerse mucho más salió de ella a lo que la bruja produjo un pequeño gruñido mostrando disconformidad ante ese movimiento. La tomó por los muslos y la posó sobre la pila. Se agachó y comenzó a recorrer con su lengua el sexo de la joven que estaba increíblemente húmedo. Podía notar los espasmos de la bruja y los tirones de pelo sobre su cabeza que estos producían. Cuando había saboreado cada pliegue, el pocionista introdujo un dedo en su interior, después dos y los movió hasta que notó que ella llegaba al orgasmo.

Fue entonces que se incorporó.

- Ahora me toca a mi - dijo introduciéndose en ella una vez más. Esta vez los movimientos eran cada vez más bruscos, pasó sus brazos bajo las rodillas de ella para facilitar su entrada y ahogaba sus gemidos entre el cuello y los rizos de la joven.

Continuó hasta que notó contracciones en el interior de Hermione avisando del segundo climax que alcanzaba, ante tal sensación no pudo contenerse y estalló en ella. Se quedaron pegados aún jadeantes durante unos segundos hasta que la cordura llegó a ellos y se percataron de dónde estaban. Severus salió de ella y comprobó que el método anticonceptivo no había sufrido ninguna rotura. Cuando Hermione se había adecentado para salir, Severus ya no estaba ahí, se había transportado directamente a su casa.

A lo largo del tiempo (Sevmione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora