En lo que el chico hablaba con Sienna, Annale se arrancó el yeso de la pierna, estaba dispuesta a encararlos y decirles toda la verdad sobre ella, nunca había estado tan segura de algo en su vida así que salió y se apareció en los primeros escalones de la escalera, ahí estaba el chico, de pie abajo de la escalera, tenía una expresión de sorpresa en el rostro, la vio fijamente a los ojos y luego la estudió de la cabeza a los pies, sus ojos fueron recorriéndola con lentitud, sin ninguna otra expresión que la de sorpresa y cuando miró su pierna izquierda se paralizó, se sorprendió al ver que ya no tenía el yeso y cuando ella comenzó a bajar la escalera sin dificultad alguna, esta pudo escuchar el corazón del mismo latir con tanta fuerza que se asustó bastante porque pensó que el chico tendría un paro cardíaco o algo así, no era normal, su pierna, que ayer tenía una fractura múltiple estaba completamente sana, el chico no sabía que decir o que hacer y eso se notaba perfectamente, sólo la dejó llegar hasta ellos sin decir nada.
El sujeto la veía como si de un bicho raro se tratase cuando llegó al último escalón, pero a Annale no le importaba nada, en ese momento sólo quería decirles la verdad, decirles quien era en realidad, en verdad, le había agradado bastante esa niña de ojos verdes, tenía algo que de alguna forma la... intrigaba... Sin dudas había una conexión entre ellas y eso era algo que podía sentirlo.
_Antes de que digan algo, quisiera decirles la verdad, decirles exactamente quien soy realmente y si, sé que tienen muchas preguntas ahora pero las responderé todas y cada una de sus dudas, ¿Está bien?_ les dijo ahora un poco asustada, un poco nerviosa.
_Está bien_ el chico habló primero y giro su rostro _Ivelisse hija, ve a tu habitación, ¿Si?_ dijo dirigiéndose a la niña.
_¿Ivelisse?_ preguntó la forastera sorprendida y con una sonrisa delicada.
_ese nombre es poco común y muy, muy hermoso_ admitió asintiendo.
_Si, es porque mi mamá se llamaba Iveth y mi abuela se llamaba Elisse_ respondió la niña inocentemente y subió las escaleras sonriendo alegremente.
Cuando la niña se fue a su habitación los tres se sentaron en el comedor para aclarar las cosas de manera que todos lo entendieran. Ella tomó la palabra y dijo:
_Mi nombre es Annale Montomer, vengo de la ciudad de Nueva York y soy... un caso perdido... Mis padres ellos... Murieron lamentablemente, a manos de la mafia en la que participan y yo solo... No quiero morir también, me persiguen porque tengo un código que necesitan pero que no puedo revelarles a ustedes o a algún otro..._ Al decir estas palabras Sienna y el chico se asustaron un poco, lo que se notó por la expresión en sus rostros.
_...No, no es lo piensan, yo soy una buena persona aunque no lo parezca, yo sé que tal vez no sea la mejor persona del mundo pero hasta ahora no le hecho ni pienso hacerle daño a ninguno de ustedes ni a ninguna otra persona... A menos que ocurran cosas y cosas... Claro está..._
Sienna, que estaba pálida, muy asustada ya casi no se movía de donde estaba sentada intentando sin éxito esconder su miedo.
_O sea que el tipo que asesinó a tus padres es... ¿real? ¿No es tu pareja o algo así?_ inquirió el chico con incredulidad fingida.
_Es correcto y ese hombre es muy peligroso y de eso también debemos hablar..._ dijo la joven intentando explicarse.
_Confieso que al principio pensé en irme de aquí, a un lugar tranquilo, lejos de aquí. Luego pensé en ustedes y llegué a la conclusión de que no puedo dejarlos solos, me ayudaron, de no haber sido por ustedes en este momento estuviera muerta porque él me hubiera encontrado, el problema aquí es que ustedes están en esto también... Porque me encontraron, porque han visto mi rostro y si él sabe que estuve aquí, como le dije a Sienna..._ dirigió la mirada hacia la chica.
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LOS ATARDECERES DE ANNALE: El precio de ser inmortal
Vampire..._¿Estás escuchándote Annale? ¡Entiende!, no puedes solamente tomar esta decisión sola, es demasiado peligroso, hay que esperar a los refuerzos_... -Ian Hullock- ..._No voy a seguir escondiéndome...