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Una corta, corta tarde de invierno yo escribí una corta, corta reflexión.

Siempre dije que inventaría la inmortalidad. Yo la crearía y haría posible vivir por siempre. La inmortalidad en todo su esplendor, no viviría con el miedo de morir y dejar de ser la fabulosa persona que soy. Si no lo lograba, moriría joven para que mi belleza nunca desapareciera y fuera hermosa por siempre, creo que la naturaleza ya sabía que no lo lograría y decidió hacerlo ella misma, pero bueno, ese no es el tema.
¿Porqué? ¿Porqué vivimos si de todos modos nada servirá de algo? Seguimos aquí buscando esperanzas falsas en personas falsas con verdades engañosas. ¿Porqué confías en alguien?
Las personas buenas no pueden ser diferenciadas de las malas. Todos tenemos el mismo origen y la misma razón para seguir viviendo. No hay diferencias. Así como unos tienen la suerte de tener una casa otros tienen la suerte de tener un peso. Así como hoy estoy sonriendo sin preocupaciones, mañana puedo despertar con cáncer. Y no lo valoramos. Todo lo perfecto de este mundo no somos más que nosotros mismos. Dirás que porque Anette está escribiendo esto. Pues porque un día todos despertamos y cambiamos. Te has dado cuenta que somos esclavos de los medios de comunicación, publicidad y estereotipos. Si todos me adoran, es por algo. Si todos creen que soy una perra, es por algo.

Quiero saber porque tenemos sentimientos si siempre los van a herir.
Porque la gente no valora. No te paga como debe ser. En la vida tendremos mil decepciones y, corazón, ésta no es ni la primera ni la última. Porque todos lo sufriremos así como haremos sufrir a otros.
¿Por qué de alguna manera nos satisface el saber que los que odiamos sufren? Porqué creemos que de esa manera, somos mejores que ellos. Creemos que nuestra envidia se saciará con su dolor, con sus esquinas de la boca hacia bajo. Nunca me verás llorar, nunca me verás fallar o perder, nunca me verás rendida.

Estamos ahí por un tiempo, que se puede acortar o alargar ya sea el destino. Nadie sabe, nadie supo y nadie sabrá de donde venimos ni a qué, pero mientras los descubren -o sea nunca, o sea toda la eternidad- hay que disfrutarla. Sonará como cliché, lo sé, pero si no lo repiten tantas veces, ¿entonces porque no la valoramos, ni a la gente de nuestro alrededor?
Yo se que no inventé, ni inventaré la inmortalidad -y mucho menos después de que me di cuenta de esto, ja- y si pudiera comprar el 'para siempre' lo compraría dos veces, lo juro. No importaría el precio. Regresar el tiempo y estar con quien quieres, lo valdría.

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⏰ Última actualización: Feb 06, 2015 ⏰

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