La hora acordada había llegado, y me encontraba en el coche, mirando desde lejos aquella casa solitaria en medio del bosque. Era extraño; siempre supe que a Frank no le gustaba la soledad, mucho menos el silencio. Sin embargo, ahí estaba, en un lugar apartado, sin nada ni nadie alrededor. Llevaba más de una hora con las manos firmes sobre el volante, dudando de cada pensamiento, cada impulso de salir y enfrentarme a ese pasado que había querido enterrar. El frío de la noche era intenso; podía ver mi aliento empañando el vidrio del coche, y sentía que cada segundo de espera hacía más grande el nudo en mi estómago.
No sabía si era miedo, nostalgia, o una mezcla de ambos lo que me mantenía paralizado, pero las últimas palabras de Frank resonaban en mi cabeza. Me dolieron entonces, y me dolían aún más ahora, pensando que quizás esta noche solo repetiríamos una despedida que nunca supe aceptar del todo.
De pronto, un golpe en el vidrio me sacó de mis pensamientos. Sobresaltado, me giré para encontrarme con Vegetta, quien me miraba a través de la ventana. Abrí la puerta, aún extrañado.
-¿Qué haces aquí, Vegetta? -pregunté, intentando ocultar mi sorpresa.
-Cristina me dijo que vendrías -respondió, sin rodeos.
-Vaya...
Vegetta se apoyó en la puerta, y su expresión era seria, casi cautelosa.
-Mira, Willy... no creo que Frank quiera verte hoy. Al menos, no esta noche.
-¿Y eso? Fuiste tú quien me insistió en que le contara, ¿recuerdas? Me dijiste que merecía saberlo.
Vegetta suspiró, mirando al suelo antes de responder.
-Sí, pero lo pensé mejor, y creo que es hora de que sigas adelante sin él. Ambos han cambiado, Willy. Quizás es mejor que dejes el pasado donde está.
Mis manos apretaron el volante, y una mezcla de frustración y dolor cruzó mi mente.
-Pero es el pasado que no me quiere dejar a mí, Vegetta —Sentí que mi voz se quebraba un poco, pero seguí -Mira, cuando todo esto ocurrió, mi prioridad fue Cristina. Estaba tan decepcionado que no me atreví a cuestionar nada, a preguntar por qué. Asumí que toda la culpa era de Frank, que no había nada más que decir. Pero, ¿y si me equivoqué? ¿Y si él estaba pasando por algo que nunca supe? Quizás debería haberme quedado y haberme enfrentado a él antes de irme a Nueva York.
Me quedé en silencio, intentando calmar la oleada de emociones que me invadían. Vegetta me escuchaba, pero sus ojos mostraban una mezcla de comprensión y algo más, como una verdad que no quería soltar.
-Lo sé, Willy -respondió al fin, en un tono suave -Pero a veces las heridas no sanan hablando de ellas. Tú lo sabes mejor que nadie.
-Él fue como un hermano para mí, Vegetta. Conocimos juntos un mundo que ninguno entendía. Aprendimos, crecimos, nos equivocamos. Contigo y con él, creamos algo especial, algo que nadie podía quitarnos. La primera vez que hablé de tener hijos y de formar una familia... fue con él -Tragué hondo -¿De verdad crees que no vale la pena intentarlo?
Un incómodo silencio se extendió entre nosotros, y en ese momento una duda me invadió.
-Un momento... Vegetta, ¿cómo sabías que Frank vive aquí? -susurré, entrecerrando los ojos.
Vegetta evitó mi mirada, y su silencio lo decía todo.
-Te has encontrado con él antes, ¿verdad? Que no tiene nada de malo macho, pero ¿Por qué no me lo dijiste?
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Compañero | Willy Y sTaXx
Fanfiction¿Cuántos de nosotros hemos perdido aquel que llamamos mejor amigo? ¿Cuántos de nosotros hemos dejado de serlo? ¿Recuerdas a tu mejor amigo o amiga? ¿Qué fue lo que pasó? ¿Qué fue lo que los separó? ¿Valio la pena hacerlo? Nunca es tarde para recupe...