Un clásico día de reunión en la sede de la ONU en los Estados Unidos, nada fuera de lo normal, algo rutinario y de vital importancia para cierto país tricolor en negro, rojo y amarillo, a diferencia de muchos otros countries para él lo principal en su vida era atender su trabajo y asuntos de sus territorios, sobreponiendo estas responsabilidades ante sus amigos y familiares, llegando a preocupar a aquellos cercanos a él. Por lo general era alguien centrado y estricto en lo que hacía, sus relaciones habían sido algo difíciles por lo mismo, se rumoreaba incluso de que fuera alguien impotente, esto lo tenía sin cuidado pues en lo que el mantenía su cuerpo y mente concentrados era en su computador y papeleo, tuvo que empezar a usar gafas debido a lo mismo, ese día en particular había quedado de salir con sus amigos después de la reunión aun si este hubiese aceptado sin prestar realmente atención a lo que le habían dicho.
El final de la reunión llegó, Alemania tomó sus cosas dispuesto a dirigirse a la salida pero antes de irse su mejor amigo se acercó.
-¡Hey! ¿A dónde crees que vas? ¿Ya olvidaste que saldríamos China, Japón, tu y yo?- el otro le respondió con el ceño fruncido.
-Rusia, discúlpame pero no sabía muy bien de lo que dije, acepté sin pensar pues estaba muy ocupado de hecho necesito llegar a mis tierras pues tengo trabajo que hacer... tal vez
-En otra ocasión, ya sé – continuó el ruso dando un largo suspiro al final de la frase
-Lo siento...- respondió mirando en otra dirección, no era la primera vez que pasaba algo así, pero para él era una necesidad que atender.
-Amigo, me preocupa tu obsesión por trabajar, necesitas relajarte...
-Lo haré cuando termine mis pendientes
-Alemania, tú y yo sabemos que no es así, solo buscas una excusa para no salir— el alemán bufo ante ese comentario, no le agradaba que le contradijeran o pusieran en duda lo que decía.
-Oh vamos, tu eres igual
-si bien yo también soy muy exigente con mi trabajo tampoco exagero al grado como tú lo haces, el trabajo parece una enfermedad en ti.
Alemania solo miró al ruso, sabía que tenía un problema con eso pero no tenía la fuerza para afrontarlo, después de unos instantes solo suspiro para luego despedirse asintiendo.
-Te dije que no saldría con nosotros – se acercó el japonés al ruso.
-Tal vez en otra ocasión.. ¡Alemania la invitación quedará abierta para cuando quieras!- gritó siendo solo afirmado por el brazo del alemán quien yacia ya en la puerta de la sala, le gustaba salir pero últimamente no creía tener el tiempo necesario para eso, su adicción al trabajo estaba cobrando mucha fuerza en él. Caminaba ya en las escaleras fuera del edificio cuando cierto país latino de escudo de águila se le acercó.
-¡Alemania!- el mencionado paró su andar para voltear y ver quien lo había llamado.
-México, ¿qué se te ofrece?
-¿Cómo que qué wey? Se te olvida que mañana tenemos nuestra reunión en mis tierras, sólo es para que me confirmes los tratados que trataremos y la hora en la que será- Alemania palmeo su frente, tan distraído en sus asuntos que olvidó ese pequeño detalle.
-Si México, lo siento, será a la en que acordamos la vez pasada.
-Entendido camarada, ¡nos vemos mañana!
Sin más el de sangre azteca se retiró pues igual sus hermanos latinos le estaban esperando, el alemán continuó con su andar y decidió quedarse en tierras estadounidenses para temprano partir vuelo hacia las tierras vecinas del sur.
Ni bien al llegar la mañana y a penas los rayos del sol se asomaran entre los edificios y ya el alemán se encontraba en camino a tierras mexicanas, su gobierno le informó que ellos llegarían poco después pues tenían asuntos que tratar, envió varios mensajes al mexicano más este no contestó ninguno y supuso que aún estaba durmiendo y es cuando su mente reaccionó, sabía que a como era el latino lo mejor sería despertarlo para que no llegara tarde y atrasara todo el papeleo por lo que de mensajes pasó a llamadas hasta que finalmente en la décimo cuarta llamada se dignó a contestar.
-¿Quién chingados eres y qué es lo que quieres?- el alemán se extrañó por dicha contestación tan rara más por su tono de voz era evidente que apenas iba despertando.
-Mexiko, soy Alemania te informo que llegaré en un par de horas más – al otro lado de la línea el mexicano aún se encontraba adormilado por lo que lo siguiente que dijo fue casi en reflejo.
-Ta weno... la llave esta debajo del tapete... entra sin hacer ruido... ya bajo...- el alemán solo atino a afirmar para luego cortar la llamada.
Por otra parte el mexicano se estiró y se quedó mirando a la nada hasta caer en cuenta de lo que dijo
-Verga que hice... Bueno... -bostezo y de nueva cuenta acomodarse- cinco minutos más...- musitó para luego caer dormido nuevamente.El alemán llegó finalmente y tomó un taxi en dirección a la casa del mexicano pues ahí esperarían a que llegara la hora asignada a la reunión, mientras él iba a aquella casa, el anfitrión con toda pereza apagó la alarma y se dispuso al baño para darse una ducha y empezar a arreglarse.
Al llegar el alemán hizo lo que el latino le había dicho por teléfono, buscó la llave y abrió la puerta de la casa para posteriormente adentrarse a esta, era bastante colorida a decir verdad y deslumbraba más por los bajos destellos solares de la mañana.Alemania esperó en la sala de estar al mexicano, jugaba con sus manos y movía ansioso sus piernas, miraba de vez en cuando al reloj, todo eso mientras el latino salía de ducharse, solamente con una prenda puesta para luego salir de su habitación y dirigirse a la cocina, torpemente comenzó a bajar las escaleras estirándose para llegar a su destino sin embargo al entrar tropezó con la mesa causando un sonido que el invitado escuchó.
-Mexiko?- se levantó de su lugar dispuesto a ir en dirección de aquel ruido, al llegar notó la presencia de alguien, al observa se percató que era el latino quien estaba frente a él y al verlo un sonrojo se apoderó de su rostro.
-Me-mexiko Warum bist du so?! (por que estas asi?)- preguntó con cierto nerviosismo y lo suficientemente alto para que el mencionado volteara enfocando su vista hasta caer en cuenta quién era el que estaba en la cocina junto a él.
-¡Alemania! ¡Bienvenido!- se acercó al menor en edad para darle un cálido abrazo y el otro quedó pasmado ante tal acción, no porque no estuviera acostumbrado o porque le desagradara si no porque el mexicano además de estar muy cerca solo llevaba puestos sus bóxers, así que podía mirar perfectamente la piel del de escudo de águila, nunca lo había visto así y se admiró más al ver los tatuajes que decoraban su piel, más eso solo avivaba el rubor de sus mejillas acompañados de pequeños espasmos que el otro sintió. México se extrañó ante el comportamiento del germano, alzó su mirada y notó el gran sonrojo que tenía al igual que vio que su mirada lo evitaba a toda costa, se enderezó un poco y es cuando en su piel desnuda pudo sentir la ropa del otro cayendo en cuenta del porqué de su sonrojo y contagiándose de este también.
—Vi-viste...— Alemania titubeó su respuesta aún sin poder ver al mexicano
—e-ein bisschen... (un poco)No se alejaron del abrazo pues la vergüenza los invadió a ambos, se quedaron así un par de minutos más hasta que el mexicano se dignó a hablar.
—Bu-bueno, ¿te parece si cierras los ojos?... aunque creo que ya viste mucho- murmuro la última frase — y me separo de ti ¿está bien?
—Yo... creo que está bien...Así lo hizo y lentamente se separaron, cuando el mexicano estuvo lejos le dijo al alemán que lo esperara y en un momento bajaría, cuando ya no escuchó ruido Alemania abrió sus ojos para posteriormente lavarse la cara y así enfriar un poco las cosas, agradecía que solo su rostro hubiese reaccionado ante esa imagen.
Pasados unos momentos y ya habiendo calmado su calor se dispuso a esperar al mexicano quien en breve bajó, ambos miraron la hora y ya faltaba poco para su reunión por lo que sin perder el tiempo se dispusieron a salir y emprender camino a la reunión.
Definitivamente una peculiar manera de comenzar el dia.
Hey guys, si, nueva historia, ya la había subido pero la quite pues no me había gustado, ahora espero como siempre les haya gustado! Nos leemos... pronto
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Relájate
FanfictionAlemania siempre esta estresado aun cuando no lo demuestre realmente, sus amigos están preocupados por él y aunque intentan distraerlo nada parece convencerle o ayudarle empeorando la situación, sin embargo en una de las reuniones de trabajo con cie...