Ein Kuss

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La reunión dio comienzo, para Alemania resultaba algo incómodo estar cerca del tricolor latino por lo que había pasado en casa de este, poco a poco su mente jugaba con él al punto de que le hacía perder la concentración en la plática, se obligaba a sí mismo a quitar esas eróticas escenas que su mente comenzaba a crear pero el recordar la piel desnuda del tricolor junto con esos hermosos y enigmáticos tatuajes que de inmediato captaron su atención solo volvían difícil esa labor, él ya había tenido parejas antes o eso quería pensar pues realmente no había llegado a algo más allá de besos o una que otra caricia indecente, tan perdido se encontraba en sus pensamientos que no notaba que el mismo latino causante de ello le llamaba.

-Así que sí, ¿tú qué opinas Ale?- miró al mencionado sin obtener respuesta -¿Alemania?- movió el cuerpo del alemán haciéndolo reaccionar, este dio un pequeño quejido y miró en dirección al golpe encontrándose con la cara confundida del mexicano. –Wey ¿está todo bien?

De nuevo las imágenes del mexicano rondaron su mente y al hacerlo cerró fuertemente sus ojos asustando al de hablahispana.

-J-Ja, alles, alles in Ordnungal (Si, todo, todo en orden)- No entendía que pasaba en él, de un momento a otro simplemente se calentaba solo con ver el rostro del latino este al observar bien pudo notar que su compañero tenía un leve sonrojo y su frente comenzaba a sudar, lo primero que pensó es que quizás el estrés lo tenía de esa manera por lo que pidió permiso para salir con el germano siendo asentido.

Una vez afuera México lo condujo hacia un balcón en donde el alemán se dejó caer en el barandal, su respiración era errática por lo que inhalaba fuertemente y así poder controlarse.

-Oye, si te sientes muy mal podemos suspender la junta para otro día...

-¡Nein! (no) – soltó haciendo retroceder un poco al mexicano - Ich habe viel Arbeit auf meinem Land, wir müssen heute fertig warden (Tengo mucho trabajo en mis tierras, debemos terminar hoy)

-Mucho trabajo eh- México se cruzó de brazos mirándole con una ceja enarcada, había escuchado los rumores sobre el alemán principalmente confirmados por su amigo japonés. –Y bien ¿qué trabajo tienes?, tal vez yo te pueda ayudar.

-No, nadie puede, solo yo puedo efectuarlos...- dijo irguiendo su postura y acomodando su traje, sin darse cuenta que al hacerlo el latino noto algo en particular.

-¿Si...?- El mexicano se acercó hasta acorralar al alemán contra el barandal -¿en serio en nada?- dijo en voz seductora, el germano no pudo evitar sentir un escalofrío recorrer su espalda y solo atinó a voltear su rostro sonrojado. –Bien, si así lo dices...- se separó de él – Por cierto hay algo que esta dudoso de despertar o no- Alemania no entendió a qué se refería hasta que el mexicano hizo señas con sus ojos para que mirara abajo, el alemán al hacerlo pudo ver de que hablaba el latino, no era una erección por completo, sin embargo es gracias a eso que pasó una teoría en su mente, ese pequeño acto entre los dos había hecho reaccionar a sus sentidos, ¿hace cuánto que no se daba placer? Hace cuanto que no tenía contacto con otros country.

-Me resulta extraño ¿sabes?- habló el latino captando la atención del germano –Tú siendo uno de los países con la taza más alta de satisfacción sexual del mundo... te estabas excitando con mi cercanía, digo entiendo que tengas un gran apetito sexual solo que esperaba que lo hicieras con actos más pronunciados...- Alemania se sonrojó ante las palabras dichas por el mexicano y este al instante notó que ese comentario lo había incomodado. –¡Tranquilo!, no te juzgaré al fin y al cabo yo también entro en el top de tazas más altas- rio nerviosamente pues el entorno se volvía cada vez más incómodo, Alemania no sabía qué contestar, su cuerpo se sentía demasiado rígido –Eh, por si te hace sentir mejor... estoy eh... seguro que lo has de hacer muy bien

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