Alemania siempre esta estresado aun cuando no lo demuestre realmente, sus amigos están preocupados por él y aunque intentan distraerlo nada parece convencerle o ayudarle empeorando la situación, sin embargo en una de las reuniones de trabajo con cie...
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–Ahh ahh~ – suaves gemidos salían de sus labios, intentaba contenerse pues las tortuosas caricias que recorrían sin pena su cuerpo le hacían querer gritar a los cuatro vientos.
–Beruhige dich, Liebes, ich werde dich nicht zu sehr quälen (tranquilo amor, no pienso torturarte mucho.) — Inútil resultaba querer calmarle, y es que, con toda su alma quería destrozar a su pequeña flor, apretar, morder, arañar esa piel, dejarla en gamas de púrpura que le recordaran con quien había estado.
–Ah~ por favor, necesito más~ — esa impaciencia, río un poco por ello, si por él fuera toda esa ropa ya hubiera salido de sus cuerpo, pero quería disfrutar, como si fuera la primera vez.
Aquel sentimiento que tenía junto al mexicano lo hacía viajar a cuando por primera vez llegó a su ostentoso hogar, a penas había tomado relevancia a nivel mundial y es que le estaba yendo relativamente bien para haber empezado un par de años atrás. Esa vez recordaba haber fijado sus intereses en el país latino, sus materias primas le serían útil, al igual que con otras naciones latinoamericanas citó a su respectivo representante y así poner de manera oficial su intercambio comercial.
– Ich bitte Sie herzlich um Ihre Teilnahme an diesem Vertrag ... nein, das klingt sehr anspruchsvoll (Le pido cordialmente que participe en este contrato... no, eso suena muy exigente.) — su imponente figura se paseaba de un lugar a otro, quería tener todo preparado antes de su llegada pues sabía de antemano que trataba con un país conocido por aguerrido y hostil cuando se le provocaba, por medio de otros imperios sabía que el mexicano era una fiera en combate, Recordaba haberse burlado de Francia por ello, por ello quería mantener una buena impresión. —Ich möchte, dass du und ich... verdammt, wie unreif das klang. (Quiero que tú y yo... maldita sea, qué inmaduro sonó.)— río para si.
Tenía interés por conocerlo, necesitaba de su aprobación para una buena relación a futuro, quien sabe, tal vez podría necesitarlo como aliado en un futuro, un guerrero como él vendría muy bien. —Wenn das Russische Reich oder einer von ihnen auf mich gehört hätte, würden sie sich sicherlich darüber lustig machen, es wäre mehr als lustig zu sehen, wie sie es versuchen (Si el imperio ruso o alguno de ellos me hubiera escuchado seguramente se burlarían de mi, aunque sería más que gracioso verlos intentarlo)— río levemente, sin duda amaba a esos imperios, sus amigos de toda la vida, sabía que ellos ya mantenían fuertes lazos con el mexicano, ahora era su turno.
Ansioso esperaba que todo aquello que sabía y conocía del latino pudiera ser comprobado por él mismo, Pero pronto esas ansias se fragmentarían con la llegada de su invitado. Las noticias llegaban tarde, lo último que sabía del país que lo visitaba era que recientemente su gobernante había fallecido, no sabía en qué condiciones llegaría, Austria, uno de sus descendientes, había hablado maravillas de él aún cuando su imperio murió junto a su relación. Demasiada muerte en aquel país, para tan buen visto que tenía en otros países.
