Intimer Moment

1.7K 112 27
                                    


🖤

Que podía decir aquel alemán, bastaba con ver a su lado aquel cuerpo desnudo, aquel que tenía pintada cada marca de propiedad que sin pensar hizo, durmiendo plácidamente a penas y siendo cubierto hasta la cintura por una sábana, un sonrojo se apod...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Que podía decir aquel alemán, bastaba con ver a su lado aquel cuerpo desnudo, aquel que tenía pintada cada marca de propiedad que sin pensar hizo, durmiendo plácidamente a penas y siendo cubierto hasta la cintura por una sábana, un sonrojo se apoderó de su rostro ¿hacía cuanto no se dejaba llevar de esa manera? Frotó su rostro levemente para luego mirar de nuevo al mexicano, se veía hermoso, tan pacífico y tranquilo, nadie pensaría que aquel país fuera tan dominante a la hora del sexo, sonrió complacido, y sin pensar más se acomodó junto al latino abrazándolo por detrás, México se removió un poco provocando un ligero choque entre su trasero y la pelvis del germano.

–mm~ Alemania rápidamente cubrió su boca, ese roce había sido muy bueno sin embargo el cansancio estaba muy presente en él, había perdido práctica además de que estar sentado durante horas en su escritorio no ayudaba a su condición física, no estaba para otra ronda más, al menos no por el momento.

Entre sus pensamientos divagaba una única imagen, el rostro sonrojado y mirada cristalizada del mexicano, su sonrojo aumentaba al recordar no solo los hermosos gemidos que el mexicano le había proporcionado sino también los exquisitos movimientos que tenía.

Parecía irreal lo que acaba de vivir, parecía que en cualquier momento despertaría y una voz le obligaría a levantarse e ir a su oficina, que de nuevo regresaría cual ave a su jaula y no saldría hasta que su dueño le liberase o al menos así se sentía.

Aferró el cuerpo contrario, su relación con el mexicano era una de las mejores que tenía aún si no lo demostraban realmente pues Alemania era muy de trato indiferente y México para no provocarlo se mantenía al margen de la situación solo hablando lo necesario cuando debían verse.

Poco a poco iba cerrando sus ojos hasta finalmente caer dormido.

–¿Lo ves? Ahora apunta de esta manera– aquel chico apuntaba hacia el cráneo de un hombre, prisionero por mala suerte, sus ojos rojos enfocaban a un punto y aquel dicho pasó de ser metáfora a ser literal y en donde puso la mira puso la bala

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

–¿Lo ves? Ahora apunta de esta manera– aquel chico apuntaba hacia el cráneo de un hombre, prisionero por mala suerte, sus ojos rojos enfocaban a un punto y aquel dicho pasó de ser metáfora a ser literal y en donde puso la mira puso la bala.

–¿L-lo hice bien?

–Excelente mi querido hijo– una desquiciada risa resonó por la habitación, aquella que no le agradaba para nada –Espero que ahora consideres el hecho de realizar tus deberes y no estar husmeando en mis cosas - el pequeño alemán asintió con su mirada perdida.

Relájate Donde viven las historias. Descúbrelo ahora