B•J

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La sonrisa del mexicano era signo de que su mañana había iniciado bien, permanecía bastante cómodo a pesar de que en esos momentos estaba siendo aprisionado por los brazos del alemán, se mantenía acariciando tiernamente el rostro de su acompañante...

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La sonrisa del mexicano era signo de que su mañana había iniciado bien, permanecía bastante cómodo a pesar de que en esos momentos estaba siendo aprisionado por los brazos del alemán, se mantenía acariciando tiernamente el rostro de su acompañante con la esperanza de que aflojara su agarre sin lograrlo, no tenía problemas en quedarse así todo el tiempo que quisiera pero la sensación sucia en su cuerpo por lo que había pasado la noche anterior le decía que se lavara.

No fue fácil, tal parecía que aún dormido aplicaba mucha fuerza.

–Verga, todo un clásico... — forcejeo un poco —de ustedes los germánicos —se movía tratando de escurrirse y es entonces cuando en un movimiento escuchó gemir al germano, extrañado lo observó para luego volver a moverse y esta vez notar que había pasado...



Alemania iba saliendo del baño mientras el mexicano yacía recostado sobre su vientre en la cama mientras movía juguetona mente sus pies, a esas alturas ya se había duchado y solo llevaba puesta su bata de baño a la vez que miraba curioso a su invitado, este al sentir aquella mirada habló sin verle.

–Olvida lo que viste...— México dejó escapar una risita, a pesar de lo serio que sonó sabía que estaba avergonzado.

–Oh vamos a todos nos suele pasar—Alemania se volvió hacia el con un gesto enfadado.

–¡A mi no!—dijo finalmente, su voz retumbó un poco pero a sorpresa del germano el mexicano no se inmutó ante su contestación, ya había vivido lo suficiente como para en más de una ocasión le contestaran de esa forma, pronto el otro se dio cuenta de su tono y frotó su rostro para suspirar.

–Deberías alegrarte, eso indica que estabas descansando bien y todo está en orden... y tal vez hasta estabas teniendo un buen sueño~

El alemán gruñó y cubrió su rostro, ¿Cuándo fue la última vez que había tenido una erección matutina? No lo recordaba, sin embargo tras las palabras del mexicano se dio cuenta que en realidad no las había tenido por su falta de sueño y carga de estrés, tenía razón, debería estar feliz más aún le resultaba vergonzoso todo aquello.

México no tenía prejuicios con nada y eso el alemán lo sabía, aún no se acostumbraba a esa faceta tan atrevida del latino, si bien siempre era extrovertido y todo lo demás cuando se trataba de atender asuntos internacionales era bastante serio y centrado, o al menos así lo sentía cuando tenía sus reuniones con el latino, nunca prestaba atención a que en realidad era el nerviosismo por incomodarlo lo que hacía actuar de esa manera al mexicano.

Desde su unificación tras la caída del muro de Berlín la personalidad del alemán cambió y no era para menos, sus dos partes vivían diferente y se habían creado su propio rasgo distintivo, México por esa parte entendía el comportamiento algo cambiante del alemán pues él había convivido con ambas parte y en más de una vez se peleó con aquellos que la administraban.

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