Habían pasado casi una hora desde que comenzamos a cenar. Y desde ese tiempo Livia no dejaba de mirarme, ahora tenía la mirada de dos chicas sobre mi. Una estaba desnudándome con la mirada y otra estaba estaba matándome de todas las maneras posibles. Me parecía algo gracioso ver a Heather celosa. Su mirada lo decía todo.
-Deberían salir tú y Livia alguna vez- Dijo mi madre con una enorme sonrisa en su rostro.
Livia se sonrojo y bajó la mirada, mientras que Heather miró está vez a mamá, "matándola" ahora a ella.
Probablemente Heather me odié por esto.
-Claro, me parece buen idea- Di una sonrisa falsa.
Si bien no tenía intenciones de salir con Livia, tenía que aceptar. ¿Qué explicación les daría? ¿Lo lamento pero no puedo hacerlo ya que estoy en una "relación" con mi propia hermana?. Siempre había salido con muchas chicas. Y mis padres sabían eso. Olivia había llegado a regañarme por no mantener nada con una chica, siempre decía que así probablemente nunca llegaría a casarme.
-¿Tú que opinas Livia?- Preguntó Olivia mirando a la chica.
-Me encantaría salir con Bill- Exclamó con una voz chillona.
-Se ve que eres un buen muchacho- Habló está vez su padre para luego llevarse un bocado a su boca.
Heather al escuchar estas palabras soltó una pequeña risa, misma que trató de callar. Haciendo que todos le dirigieran una mirada de confusión.
Después de terminar la cena, todos seguían charlando. Aproveche que que está vez la atención no estaba centrada en mi o en Heather, y dirigí mi mano hacía la suya, queriendo tomarla. Pero esta alejo su mano de inmediato.
-¿Qué ocurre?- Susurre.
-Tú sabes que ocurre- Murmuró con enojo.
No pude evitar reír un poco. De verdad estaba molesta. Tenía que hacerlo. Rechazarla no era una opción.
-Tenía que hacerlo, y eso lo sabes muy bien-.
Ella solo desvió la mirada, dirigiéndola hacía Livia, quién nos miraba a ambos discutir.
Era extraño por que nunca antes Heather había estado celosa. Ella sabia que siempre estaba con muchas chicas, pero nunca dijo nada. Y yo. Yo siempre estaba celoso de cualquier chico que llegará a acercarse a ella. Me hervía la sangre cada vez que escuchaba a cualquier idiota hablar sobre lo hermosa que era mi hermana.
Una chica rubia que no ha dejado de coquetearme en toda la cena. Mis padres estando encantados con ella y yo siguiéndoles el juego. Si la situación hubiera sido distinta. Un chico sin dejar de coquetearle. Mis padres encantados de su presencia y ella siguiendo el juego. Estaría igual de molesto.
Al salir del restaurante, Livia se despidió de mi con un beso en la mejilla, aspirando un horrible perfume caro.
-¿Tu hermana y tú discutieron?- Preguntó posando una de sus manos en mi hombro.
-No es nada. Suele pasarnos-.
- Bien - Sonrió entregándome un papel con su número de teléfono en el -Llámame para que salgamos algún día- Dijo guiñándome un ojo.
A está chica ni siquiera le importaba que nuestros padres estuvieran frente a nosotros; aún así no trataba de disimular que estaba desnudándome con la mirada.
. . .
Ya nos encontrábamos en casa. Al instante en el que llegamos, Heather se fue a su habitación. No podía simplemente ir y hablar con ella, así que esperaría hasta mañana.
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TENTACIÓN PERVERSA
RomanceQuería acariciarla, besarla. Hacerla mía. Pensaba cómo me encantaría tomarla del mentón y besar esos hermosos labios gruesos y rosas. Pensaba en saborear ese brillo labial de fresas qué usaba siempre. Sé que debo estar enfermo por pensar así de ella...