Kou había visto llorar a su amigo tantas noches que había perdido la cuenta, fue testigo de sus sonrisas y lágrimas, junto a los gritos de desesperación y arranques de furia que tenía que, él mismo se sentía abrumado por la situación.
⚠︎Advertencias...
Al día siguiente Amane recibió una confesión por la chica más popular de la escuela, su amiga Aoi. Nene les estaba apoyando desde la distancia junto a Kou, este se veía tenso al ver como los dos chicos que capturaban la atención de todos se tomaron de las manos y se acercaron sonriendo a sus amigos.
—¡¡Felicidades!! Espero que su relación sea muy linda.— confesó la peli plateada.— ¿Verdad Kou?
Él estaba en shock, no podía dejar de mirar esas manos que parecía que encajaban bien.
—Por supuesto Sempai, felicidades a ambos.— se agarró la cabeza por los nervios y les sonrió.
—Gracias a ambos.— dijieron al mismo tiempo la feliz pareja sonrojándose en el proceso
Y kou pensó que era algo irritante.
Amane estaba en la reja principal de la escuela esperando a Kou, no decían nada, simplemente se esperaban mutuamente, como si esa regla estuviera desde el principio.
Cuando Kou llegó, los dos caminaron sin decirse nada por el momento, Amane cantaba una canción que se había puesto de moda esos días.
—No me habías dicho que te gustaba Akane-san.— murmuró mirándole de reojo.
—Es porque no me gusta tonto, no en el sentido romántico.
—¿Qué?.— al escuchar tales palabras se quedó estupefacto abriendo sus ojos.
Amane soltó una carcajada al ver sus ojos tan abiertos.
—Pareces un búho ahora.
—¿Estás jugando con ella? ¿Acaso eso es lo que un hombre no debería hacer?.— comenzaba a molestarse por las acciones de su acompañante.
—Cálmate Kou, déjame explicar ¿Si?.— juntó sus manos y las besó, mirándole cálidamente.— ¿Recuerdas que ayer mamá me llamo?
—Si.— dijo bastante confundido, tanto por su acción como por sus latidos que parecían iban a terminar desbordándose.
—Quiere que le presente alguna novia, tiene miedo en que me vuelva... Un desviado.
Y se quedó mudo ante tal confesión tan cruda.
—¿No es absurdo? es decir, a mi ya me gusta alguien.
—¿A sí? ¿Y quién es?.— saliendo de su trance se atrevió a preguntar, su curiosidad podía más que su prudencia.
—Es un secreto.— hizo un ademán de silencio haciéndolo gracioso.
—¿Y que pasará con Aoi?.— su cabeza se ladeó ante la incógnita que no había sido respondida.
—Seguiré con ella, me esforzaré en amarla. Ahora, vamos por unas donas ¿Si?.— llevó sus manos por detrás y siguió caminando.
Te veo cuando sonríes Toma un tiempo Pero estás aquí Te veo, si te veo
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
