||•Amajiki Tamaki•||

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Este es un pedido de: Amelix_Sanchex

Sin poder retener mis nervios y curiosidad comencé a mordisquear la comisura de mi uña impacientándome por la tardanza de Tamaki.

Durante todo el día se estuvo comportando de manera intranquila y más tímida de lo normal. Tras más de un año de relación creí que  esa pequeña barrera entre nosotros había desaparecido, pero al parecer él continuaba sintiéndose inseguro a mi lado.

No era algo que me afectara negativamente, lo aceptaba tal y como era porque después de todo fueron esos rasgos de su personalidad los que me hicieron fijarme en él. Sin embargo, no logro quitarme de la cabeza la cantidad de cosas que podríamos hacer si él confiara un poco más en su persona.

Hoy había sido uno de los mejores días de mi vida sin dudarlo. Debido a mi cumpleaños, Tamaki estuvo llevándome a sitios increíbles durante todo el día mostrándose preocupado por cada una de mi reacciones al conocer los distintos sitios que visitamos. Fue sumamente tierno y en ningún momento soltó mi mano, claro que a excepción de las veces que uno de nosotros tuvo que ir al servicio. 

Quizás el tiempo que pasamos en la noria fue lo que más me gustó. Puede resultar bastante cliché pero cuando te encuentras a solas con la persona que amas el lugar es lo que menos te importa. ¿Cómo podría describirlo? El escenario en ese momento fue precioso; el sol comenzaba a esconderse y desde lo alto de la atracción pudimos contemplarlo hasta sus últimos momentos resplandecientes. 

Mi cabeza se encontraba recostada sobre uno de sus hombros sin que ninguno de los dos perdiera de vista el espectáculo de colores que el anochecer nos había otorgado. Y, cuando finalmente el último rayo de luz se escondió tras el horizonte, un atisbo de valentía pareció invadir a Tamaki. Como si fuera una persona distinta, posicionó de manera delicada su mano bajo mi barbilla mientras acercaba su rostro al mío. 

Creí que se trataría de un pequeño beso sobre los labios, de esos a los que ya acostumbraba tratándose de él. Pero cuando sentí su lengua juguetear con la mía, una corriente eléctrica recorrió mi columna vertebral haciéndome perder el sentido por un minuto. 

Podría atreverme a decir que la fue la primera vez que él tomó la iniciativa en ese sentido, y no se sintió mal. De hecho, me gustaría que fuera así más veces. De alguna manera mis mejillas se calientan cada vez que lo recuerdo.

—No, no, estás en su casa. No puedes ponerte de esta forma —me dije mientras continuaba esperando sobre su cama. 

Desde algún punto de la habitación escuché unos pasos acercándose para después sobresaltarme por el brusco ruido que hizo la puerta al cerrarse. 

—¿Tamaki? —pregunté para asegurarme de que se trataba de él. Las vendas me cegaban por completo. 

—E-e-espera —lo escuché decir —. Y-yo... solo... e-esto

—¿Ocurre algo? ¿Puedo quitarme las vendas ya? —interpelé impaciente. 

—E-esta bien... p-ero no te rías. 

Su comportamiento se hacía más extraño de lo normal. No podía esperar más, necesitaba entender ese comportamiento; al deshacerme de las telas y mirarlo frente a mi lo comprendí todo. 

Mi cuerpo recibió una oleada de calor intensa pudiendo sentir como mis mejillas tomaban color. Mi pulso pronto se encontró acelerado y fui yo quien no pudo articular palabra.

—¿No te gusta? Sabía que no te iba a gustar, fui un tonto. ¿C-cómo te iba a gustar así? Me lo tengo que quitar. 

—¡No! —grité antes de que lo hiciera —. Tú... t-te ves genial —confesé avergonzándome al momento. Ambos nos miramos fijamente durante unos segundos y al instante desviamos nuestro contacto visual. Se sintió como si nuestros sentimientos se hubieran conectado. 

Boku no hero academia - One Shots (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora