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Unos minutos más tarde, salí de la cocina y fui directo a mi cuarto, ya dentro de este me recosté en mi cama; apague la lamparita de la mesa de noche y cerré los ojos.

***

Me removía sobre la cama sin conciliar el sueño y en mis adrentros me golpeaba por haber tomado café en la noche; pero lamentablemente era mi gusto culposo, opte por sentarme en la cama a leer un poco; así que prendí la lamparita y fui a agarrar un libro de la estanteria que había dejado a medias, me volví a acomodar en la cama y empecé a leer un rato después mi vista se nublo.

Sentía que alguien me estaba agitando así que me tape toda con la manta y me hice una bola en la cama, pero me seguían agitando, sin más me destape la parte de la cabeza y abrí los ojos pero rápidamente los entre cerré por la luz que me calaba, luego empecé a oír a alguien sinceramente por un microsegundo pensé que era Dios ya que había luz y me acababa de despertar, pero eso se esfumó cuando escuché la voz y pude reconocerla.

—Buenos días— dice feliz

—Klaus, por favor déjame dormir un poco más— dije moviéndome en la cama intentando conciliar el sueño otra vez

—¡Noo! vine a salvarte, nuestro padre nos dijo que nos quería en media hora abajo para desayunar— dijo antes de quitarme la sábana de encima— si no te levantas ahorita recurriré a algo más grave

—Ok, gracias en unos segundos bajo —con esto Klaus salió de mi cuarto y yo peleaba contra mi misma para levantarme.

Después de poder levantarme fui directo a mi armario; agarre la ropa adecuada y me fui a cambiar.

***

Rato después ya estaba llegando al comedor acompañada de Alison, cuando llegamos ya estaban todos ahí parados atrás de sus respectivas sillas; Alison y yo hicimos lo mismo. Llego Reginald y nos sentamos a desayunar.

En ese tiempo nadie había hablado solo se escuchaban susurros de algunos que le pedían a su hermano de alado que si le pasaba la miel o la leche; cosas así. Todos ya habíamos acabado; solo estábamos esperando a que nos diera la orden de poder levantarnos

—En una hora los quiero en el patio trasero para entrenar —dijo Regiland antes de que se parara de su asiento.

Por si tenían duda eran las diez de la mañana; ¡Si, diez de la mañana!, a esta hora no se despertaba ni un pájaro

>>ahora sí se pueden retirar— con esto todos nos levantamos; yo fui directo a mi cuarto.

Faltaban 5 minutos para que fuera una hora la que había pasado, así que me levante y fui a la parte trasera, todos ya estaban hablando; menos cinco.

Fui directo a sentarme en una fuente que estaba en la orilla del patio y espere a que llegara Reginald, no se si lo invoque o no se que hice pero al momento de nombrarlo mágicamente salió en el patio con su perfil de hombre decente; con eso todos fuimos e hicimos una fila.

Menos Vanya, ella fue a pararse a lado de nuestro padre.

Nos acomodamos por números y Regiland empezó a hablar

—El día de hoy pelearán todos contra todos, pero no podrán usar sus poderes— dicho esto fue a orillarse; Vanya lo siguió  —¡Pónganse en sus puestos!– ordena con mucho tono de autoridad, todos nos fuimos a acomodar a algún rincón.

Volteo a ver a a mi alrededor y con el que primero que me encuentro es con Diego; el está acomodándose el chaleco, luego paso a Klaus y está sentado en el piso con las piernas cruzadas; su cara es como una mezcla de que está pensando pero a la vez no sabe ni que hacer, con el siguiente que me encuentro es con Luther; creo que haci se llamaba, el solo estaba un poco desesperado por qué sonara ya el silbato, luego mi vista pasa a Allison que ella solo se está arreglando el cabello; Ben solo está sentado en la fuente que anteriormente yo estaba sentada y por último Cinco; el mmmm... tenia cara de que podría ganar esto sin mover el meñique, pero sinceramente llegue yo para cambiar eso; ya que pasar mayor parte de tu tiempo en tu habitación leyendo un libro sobre defensa personal como por unos 8 años habría servido de algo.

Oí un silbato y eso me desconcentró de estar recordando mi soledad, supe que ese era el silbido para que empezáramos, ¿como supe eso?, bueno mmm todos fueron corriendo hacia el centro del patio y no me iba a quedar ahí parada.

En cuanto sonó el silbato todos corrimos al centro, observe como cada uno comenzaba a pelear.

Allison con Klaus, Luther con Diego.
Era obvio que ninguno de ellos se dejaría vencer, Ben estaba asustado por que no quieria pelear, intente ir con el pero en eso llega Klaus y se van a pelear.

Al final solo nos quedamos Cinco y yo, siendo sincera no estaba ni un poco asustada por competir con el, Cinco tenía cara de engreído; típico de el.

— Vamos T/N—dice Cinco

En ese momento ambos corrimos al mismo lado y comenzamos a pelear.

Cinco me hizo un agarre en el brazo y por producto de mis intentos a zafarme, caí.

***

—Nadie me derrotó yo solo no quise luchar con ella....— dice justificándose mientras sonríe

— Cinco yo no compito con nadie, solo aceptalo y ya... —le sonrió de la misma manera.

No en una forma grosera, es decir. Estamos bromeando pero a la vez demostrándonos quienes somos.

Seguido de eso todos se fueron, excepto Cinco y yo.

Se acercó demasiado a mi, a tal punto de quedar frente a frente; me puse nerviosa debido a su repentino acercamiento. Su mirada es profunda que resaltaba el color verde de sus ojos...

Estando frente a frente de Cinco, siento una sensación extraña no sabía lo que era exactamente...

—¿Que tal si vamos por unas donas?— habla Klaus llegando nuevamente.

Cinco y yo paramos nuestras miradas y volteamos a ver a Klaus.

—Siii —conteste emocionada

—Estoy ocupado— dijo Cinco, se escuchaba molesto

—Amargado —hablo con la intención de que me escuche.

—¿Disculpa?

—Disculpado— le sonrío

—Que pesada...— suspira pesado—¿Vas a ir tú?— pregunta

—Pues si, ya lo dije— respondí

—Entonces no— dijo sonriendo

—Que gracioso, bueno tu te lo pierdes— me di la vuelta restándole importancia.

Pasó unos minutos y estuve esperando una respuesta de Cinco y al dar unos cuantos pasos...

—Bien, iré— dijo poco convencido

Sonreí victoriosa y me fui junto con Klaus

***

Todos salimos y nos dirigimos a la tienda de donas, yo no sabía a cual iríamos, pero me di una sorpresa ver la tienda de mi mamá Agnes.

Todos entramos y nos sentamos en la barra. Luego llego Agnes.

—Hola jovencitos, que se les... ¡T/N!— chilló de la alegría

—¡Mamá!— corrí y la abrace.

No tenia tiempo de que me fui pero ya la extrañaba mucho.

—Qué bueno verte hija, estás enorme—me dio una calida sonrisa

—Lo mismo digo, mamá— dije con lágrimas en los ojos de la emoción.

Agnes se le llenaron los ojos de lagrimas.

Seguido de eso, me dio otro gran abrazo, los demas solo miraban algo confundidos, menos Allison y Klaus por q ya sabían la historia desde el inicio.

—Bueno ahora si, ¿que es lo que van a querer?— pregunta Agnes con una sonrisa

—1 docena de donas por favor— dijo Luther

—Y queremos 8 malteadas— dijo Allison(interrumpida)

—Yo quiero un café —dijimos Cinco y yo al unísono

Los demás solo nos miraron con cara pervertida, Cinco y yo solo nos mirábamos.

—Bueno, entonces serán...— dijo Allison haciendo pedido

***

Después de unos minutos llego nuestro pedido y estábamos disfrutando de nuestras donas.

¿Te amo o te odio? [Cinco Hargreeves]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora