¿Te amo o te odio? [Cinco Hargreeves]

05

***

Todos no fuimos a nuestras habitaciones...

Al entrar a esta, me recosté sobre mi cama boca arriba, pensaba en el momento de como y Cinco y yo pedimos el mismo café.

Ladee mi cabeza negando ante mis pensamientos y me levante de la cama, me vi al espejo, y noté que tenía un leve sonrojo, lo ignoré y decidí ir a la cocina por un poco de agua...

Cuando baje estaba el... Cinco preparándose su café, es común de el.

Fui por mi agua y me preparé la dicha bebida.

Cinco tan solo observaba, había un silencio incómodo.

—Hola Cinco — sonrío y él me mira mientras bebe su café.

Como ya no tenia nada que hacer decidí irme pero una mano, sostuvo mi brazo provocando que me detenga. Lo mire confusa.

—¿A donde vas?— pregunta Cinco curioso

—¿Tan rápido te hace falta mi compañía?—contesto burlona.

Bufa y se ríe sarcástico— ya quisieras— me suelta del brazo y yo ruedo los ojos, me siento a lado de él. Tenía la necesidad de quedarme... no quería irme.

Comenzamos a charlar, de bastantes cosas, hasta que ambos nos cansamos.

Es lindo conocer al Cinco que se preocupa por su familia, no conocía esa parte de él y le agradezco mucho que me haya tenido la confianza de decírmelo.

Ambos subimos a nuestras habitaciones, cerré la puerta de esta y al recargarme sentí un cosquilleo.

***

Abro lentamente mis ojos, ante el lindo sueño del que despierto...

Me estiro sobre la cama, tomo mi rostro entre mis manos...

—¿A donde vas?

—¿Tan rápido y te hace falta mi compañía?

—Ya quisieras

Vuelve a mi mente esa conversación, me levanto de cama y me miro al espejo unos segundos...

—Ho.. Wow ¿ dormiste bien?— pregunta un Klaus sarcástico entrando a mi habitación.

Ruedo los ojos, ademas no es nuevo que Klaus entre a mi cuarto sin permiso, ya le advertí que si algún día me encuentra cambiándome, se le quitan todos mis permisos.

Sin más, se sentó en mi cama con una ceja levantada.

—¿Y bien?— habla Klaus esperando algo

Lo miro enarcando una ceja mientras me acerco quedándome de pie frente a él,
ahora es Klaus el que rodea los ojos.

>>¡Cuéntame!— insiste Klaus

—¿De que?— me hago la que no sabe de qué habla

—Bien q sabes de que— se cruza de brazos.

Ruedo los ojos—Bien —suspiro

Termine diciéndole, conociéndolo me va a insistir hasta que no sepa con detalles

>> Soñé con Cinco— suelto de repente y el abre los ojos como platos

Silencio...

>>¿Recuerdas cuando fuimos al local de donas?— El asiente— Bueno, cuando pedimos el mismo café... como que... me entro una sensación extraña, no se— enarca una ceja— Es raro pero sentí... que tuvimos una conexión en ese momento.

>>Después, cuando regresamos, baje a la cocina por que tenia sed, y me lo encontré sentado... charlamos un poco, nos divertimos, me sonrío, me...

—Para para, ¿Te sonrió?— me interrumpe Klaus a lo que yo asiento— Wow, eso si es raro.

—Y...— suspiró— No puedo sacar de mi cabeza nuestra pequeña conversación...— juego con mis manos— su sonrisa y sus hoyuelos...— sonrío como idiota

—Te gusta — afirma Klaus soltando de repente su comentario

—¿Que? —pregunto exaltada y dejo de jugar con mis manos

—Si eso, te gusta— sonríe pervertido, a lo que yo lo miro con una ceja enarcada— No acabas de verte T/N, pero tenías una sonrisa de idiota cuando me hablabas de él— dice levantando sus hombros.

—Ay, claro que no— digo nerviosa

—Si te lo digo, es por qu—

—Hola T/N— Habla Vanya interrumpiendo a Klaus, ambos le saludamos levantando nuestro brazo en seña de saludo— ¿interrumpí?, si quieres vuelvo cuando termi..—

—No, no te preocupes Vanya, ya me iba—se levanta de la cama y camina hacia la puerta— Adiós chicas y... T/N— levantó mi cabeza y lo miro— Estoy seguro de lo que te dije— guiña un ojo y se va

Ya se a que se refiere...

—¿Que pasa Vanya?— pregunto evitando el tema

***

Vanya y yo sentadas en la cama seguíamos hablando de varios temas, no terminábamos con uno cuando ya estábamos en otro.

Notaba algo raro en ella... tenía su rostro caído y con una mirada triste, apenas si sonreía de boca cerrada.

—Vanya —me mira —¿estas bien?— asiente— pues no parece— río un poco logrando que ella también lo haga

—Papá nunca me deja convivir con ustedes...— baja la mirada— por que soy ordinaria.

Me deja perpleja, yo también soy ordinaria

—Vanya, las 2 somos ordinarias y eso no quiere decir que seamos menos para alguien— le doy una sonrisa— Eres especial para mi Vanya, estuviste conmigo cuando entre por primera vez en esta escalofriante casa— ambas nos reímos

—Gracias...— me agradece y me regala una sonrisa.

Después de hablar con Vanya bajamos a almorzar y ahí estaba Klaus mirándome con una sonrisa pervertida y levantando levemente las cejas arriba y abajo, mientras miraba también a Cinco de reojo.

Ignore las miradas de Klaus y junto con Vanya nos sentamos en los lugares correspondientes de la mesa y comenzamos a comer.

Cuando terminamos subimos a nuestras habitaciones nuevamente, iba sigilosa intentando no encontrarme con Klaus, pero parecería que hoy no era mi día de suerte, el ya estaba ahí esperándome en la puerta de mi habitación, ahí parado recargando su cuerpo contra el marco de la puerta, intente ignorarlo y entrar pero me seguía

— T/N vamos, admite que te gusta Cinco— comienza a hablar

—Que no Klaus, no me gusta. ¿Puedes parar con eso?— pregunto rendida ante la insistencia de Klaus.

Klaus me dio una última mirada y salió de mi cuarto, es raro que el se rindiera tan rápido. Me puse a seguirlo, no vaya a cometer una locura por lo que se llama "Klaus Hargreeves", iba entrando a la habitación de Cinco, en ese instante me tensé de inmediato, quede literalmente paralizada en el momento.

Después de un rato Klaus salió de la habitación de Cinco

—¿Que hacías en el cuarto de Cinco? Y ¿¡Que demonios le dijiste!?— le hago el interrogatorio en voz baja mientras Klaus pasaba por enfrente de mi

—Nada...— me dio una mirada que aún que Klaus sea una persona que dice mucho... no le encontré significado a esa.

—Bien, tú ganas— dije con voz más alta y él se detiene— tan solo fue una conexión, existe la posibilidad de que me guste, no lo niego— Klaus sonrió, asiente y se va a su cuarto.

Entre a mi habitación y me acosté al revés, es decir, con los pies en la almohada y la cabeza en los pies

Ya se, no tiene sentido

No tenía nada más que hacer, solo pensar en lo que sentía y lo que podía llegar a sentir...