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Estaba en mi cama viendo hacía el techo
Al poco rato me quedé dormida...

***

—¡Buenas!— entra Klaus a mi cuarto como siempre, sin permiso

-¿Mhmm?- pregunto adormilada

—¡Levántate!— se acerca a mi y me remueve en la cama—

—¿Que maneras de despertar las tuyas Klaus!— dije levantándome de la cama— ¿Que pasa?—- pregunto en el baño mirándome al espejo y arreglarme el cabello

—¿Que pasa?, a bueno pasa que eres la única que falta para comer—

—¡Klaus porque no me despertaste!— dije saliendo del baño

—Emm, ¿hola...? ¡Llevo más de diez minutos intentando eso!—ruedo los ojos y vuelvo a entrar al baño— pero así como eres no te despertabas— dijo acostándose en mi cama con los brazos en la cabeza

***

—¡¿Yaaa?!— pregunta un Klaus desesperado

—Si, listo vámonos —dije tomando de la mano a Klaus y empezar a correr.

—Oye tu y yo tenemos una platica pendiente eh— me recuerda

—Si si, lo que digas Klaus —dije corriendo

Llegamos al comedor, y efectivamente solo faltaba yo, nos soltamos de las manos ya que todos nos miraban raro

—Número 8, ¿porque tan tarde?—pregunta Reginald furioso

—Perdón padre, no volverá a pasar —dije con la cabeza viendo hacía abajo

—Muy bien, pueden sentarse —dijo más calmado

Todos tomamos nuestro lugar, Klaus no dejaba de verme pervertidamente desde que le conté lo de Cinco.

Después de comer Klaus y yo fuimos a su cuarto, como el entra al mío cuando se le da la gana, yo también.

Ya al estar dentro, habla.

—T/N...—me dice levantando las cejas— así que... ¿te gusta Cinco eh?

—Klaus te dije que no, ¡llevas días jodiendo con él mismo tema!— le dije mirando hacia otro lado

—Si claro como tú digas hermanita y no me voy a rendir, hasta que lo aceptes —De eso estoy segura, no se va a rendir

—Oye Klaus... ayer ¿por qué entrabas al cuarto de Cinco?, saliste y te fuiste sin decirme nada— necesitaba preguntarle, capaz y le dijo que sospechaba que yo lo quería y... no es verdad

¿Segura?

—Ehh por nada, solo no me contesto nada, eso es todo— me dio una sonrisa nerviosa.

—Ok —le di una sonrisa medió forzada

Pero sabía que algo me ocultaba, y lo voy a descubrir.

Después de un rato de estar hablando con Klaus y estar discutiendo de cosas estúpidas, salió de su cuarto y me dijo que cuando me fuera, cerrara la habitación.

No podía dejar de pensar en sus insistencias de que me gusta Cinco, no voy a negar que es lindo... tiene facciones que a cualquier chica que se le cruza se enamora y yo no se como en estos momentos no estoy loca por el

O si lo estás, pero lo niegas

Pero después va su forma de ser... somos muy iguales, pero no por completo; él es muy impredecible y yo soy todo lo contrario, pretendo a ser predecible en la mayoría de los casos.

Sería bueno dejar de pensar tanto y actuar, decidirme si es buena idea enamorarme de él y le doy paso a mi vida... o prefiero no arriesgarme, y que no pase lo mismo que con mis "padres" si es que aún les puedo llamar así

Necesito mucho apoyo emocional en esto, y no precisamente de Klaus... podría acercarme a mamá, pero sería complicado; hace mucho que no me abro tanto con una persona... decidí que Klaus sería mi compañero de vida, mi hermano,
pero estos temas no son mucho de él...

Espero no arrepentirme luego...

Salgo del cuarto de Klaus y me dirijo a buscar a mamá, recurro a la cocina porque ya casi es tarde y seguramente estaría preparando la cena.

Cuando llegó, si ahí estaba. Recargada en la alacena de la casa cortando... ¿fruta? parece ser.

—Mamá— la llamo haciendo que me mire

—¿Que pasa cariño?— pregunta amable mientras sigue con lo suyo

—Ahh, necesito hablar contigo...— dije algo nerviosa y apenada

—Dime... —se apresura a hablar, notándose interesada

—¿Podría ser en otra... parte?— pregunto un poco incómoda y apretando mis labios levemente

—Quiero ayudarte cariño, pero ya sabes cómo es tu padre... —habla luciendo triste

—Entiendo...—digo por última vez y salgo de la cocina, sollozando.

Definitivamente no fue buena idea...

Relamo mis labios pensativa y me dirijo a mi cuarto, al entrar, me lanzo sobre la cama boca abajo y suelto las pequeñas lágrimas que quería soltar desde hace un tiempo, así duré hasta que dos golpes sonaron por mi puerta.

***
Agotada me levanto a abrir

—¡Hola! —me saluda Allison detrás de la puerta

Dejo espacio para entre y así lo hizo. Se sentó sobre mi cama, empezamos a ponernos al día porque teníamos tiempo sin hablar y aproveche para contarle lo de Cinco, sus únicas palabras fueron...

¿Tu crees que el, es el indicado?,
Lo dude un poco, pero asentí.

Estas ultimas horas me he dado cuenta de que tengo sentimientos hacia Cinco, ya que en mi mente ocupa la mayoría de mi tiempo.
Tengo que arriesgarme...

Decidida salgo de mi habitación y camino en pasos rápidos hacia la de Cinco.

Toco la puerta, pero nadie responde. Decido abrirla y me encuentro a Cinco recostado en su cama con sus brazos apoyados en su nuca

—¿Que necesitas? —fue lo único que me pregunto

—Que bonito saludo —sonrío sarcástica

Cinco rueda los ojos— ¿Que ocupas?—pregunta nuevamente, pero con un tono cansado y arrogante

Vaya... que humor, tampoco es que sea fácil decirte que vengo a decirte que me gustas.

Ni yo me entendí

—Tengo que hablar contigo —digo firme sin sonar nerviosa

Arruga levemente su frente con una cara de "Que demonios?"

—Habla —dice sin más

—¿Puedo sentarme?— pregunto señalando al espacio que queda libre en la cama

—¿Tengo otra alternativa? —habla y ruedo los ojos ante su comentario y me siento.

Hubo un silencio incómodo, y finalmente hablé.

...

¿Te amo o te odio? [Cinco Hargreeves]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora