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Baje las escaleras y lo normal, está todo oscuro.

¿Debería entrar? o les informo a las chicas.

Pues finalmente, quiero decirles una información verídica, así que, entraré y esperemos no sea una falsa alarma.

Asomo mi cabeza un poco y logro ver una silla y cuerdas rotas en el suelo...

Me adentro más a este lugar cuando siento una mano en mi cintura y otra tapa mi boca, me mueve bruscamente y contra la pared, obligándome a cerrar los ojos por el impacto.

Comienzo a percibir un olor... uno muy rico y se me hace conocido.

Cinco...

Abro los ojos y lo observo...

Lo primero que enfoco son sus ojos verdes, que me miran desafiante.

Con mis manos quito su mano de mi boca y lo abrazo, fuerte, pero demasiado y hasta se queja al inicio.

—¡Te encontré! —rompo en lágrimas —por fin... ¡llevo t-tiempo buscándote!, te extrañe como no tienes idea— hablo mientras sigo abrazándolo

Es... extraño, el no lo hace. Esta quieto ¿será el asombro?

Me separo de él, lo miro y me acerco para besarlo y al roce de sus labios con los míos, mueve su cabeza para que se lo dé en la mejilla.

Lo miro extrañada, es decir, nunca me había rechazo un beso, parece ser que... solo yo lo extrañé.

—Vaya... vaya...— llega una chica, de mediana edad, muy arreglada— llego tu novia, ¿no tenías algo que decirle?

—¿Quien es usted? —la miro confundida mientras sigo abrazando a Cinco y me seco las lágrimas

—Mm ¿como te dire? —se rasca la barbilla

—Déjala, le dire —habla Cinco

Wow... tenía tiempo sin escuchar su linda voz ronca.

Enfocó sus ojos con los míos y de alguna manera les veía tristeza.

—¿Decirme que?

—No...

—¿No?

—No podemos estar juntos, lo de acá... se acabó

Se me partió el alma...

—¿Q-que? que dices... y-yo

—Lo que has escuchado— se separa de mi y se pone a un lado de la encargada

—D-debo estar soñando... n-no puede ser v-verdad...— se me rompe la voz

—No, no estás soñando— habla Cinco muy fríamente

—P-pero de q-que hablas... y-yo... tengo tiempo b-buscándote y y-yo...— comienzan las lágrimas a salir.

—Mira T/n, te he dicho que lo de acá se termino, yo no te mande a buscarme.

Sus duras palabras duelen, queman y me destrozan por dentro y ahí es cuando vuelvo a recordar mi promesa...

¿Te amo o te odio? [Cinco Hargreeves]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora