Ron Weasley ha estado confundido por un tiempo, pero es Nico Potter, con sus cálidas sonrisas y sus abrazos, lo que le hace olvidarse de todo y relajarse.
Eso es lo que Ron necesita cuando hay un mago tenebroso en alza y una profesora horrible...
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Los veranos en la Madriguera para Ron eran, irónicamente, solitarios. Se encerraba en su caldeada habitación todo el día, escribiendo miles de cartas que jamás enviaría, como forma de desahogarse, y unas pocas más para Harry y Hermione.
Este verano, sin embargo, había empezado aún peor. No sólo por el hecho de que (¡oh, sorpresa!) le gustan los chicos, sino que su relativa tranquilidad se acabó dos días después de que les dieran las vacaciones, cuando se trasladaron a Grimmauld Place.
La noble y ancestral casa de los Black era habitada por cuatro seres, antes de su llegada: un prófugo, un tío desesperado, un hombre lobo y un amargado elfo doméstico.
A Ron le caían bien Sirius, Liam y Remus, eran muy distintos pero tenían una amistad (o romance entre Sirius y Liam) imposible de romper. Liam además era el terapeuta de Hogwarts, por lo que Ron lo había visitado varias veces durante su descubrimiento de identidad.
Durante el mes de julio, se dedicó a observar a todo aquel que entraba o salía del cuartel. Lo hacía porque Hermione solía decir que no era para nada observador, por lo que convirtió a las personas en piezas de ajedrez y sus distintas relaciones en jugadas.
Se dio cuenta de que Bill escondía algo, Phoenix Black estaba dolida con Remus y al hombre lobo le daba vergüenza mirar a la madre de su hija pequeña. Además todos en la casa tenían un objetivo común, mantener a Harry a salvo.
Todos los miembros de la Orden se turnaban para hacer guardia en Privet Drive, cosa que a Ron le parecía ridícula. Era más fácil tenerlo allí o en La Madriguera si tanto lo tenían que seguir durante todo el día.
Así que el día que muchos miembros de la orden llegaron alterados diciendo que a Harry le había atacado un dementor y que Nico estaba enfermo en cama sin signos de recuperación, Ron realmente se asustó.
Hermione estaba bastante histérica, también. Ella lo demostraba bastante, se pasó los dos días que estuvieron esperando a que trasladaran a los Potter a Grimmauld Place apretando uno de los brazos de Ron.
Él realmente no estaba mejor, su mejor amigo estaba encerrado en casa de sus tíos con el susto del dementor y teniendo que cuidar a su hermano pequeño intentando bajarle la fiebre.
La tropa "Rescate a Los Potter" estaba formada por Tonks(una amiga de Charlie), el Profesor Lupin, Liam Potter, el Profesor Moody y dos jugadores de Quidditch.
-Vamos a ir a por los chicos, ¿entiendes Honey? No puedes venir, ya tenemos suficiente con que Nico no puede volar en escoba.
Y Honey Lupin no paraba de molestar a su padre, que aún así no perdía la calma nunca. Todo porque estaba insanamente obsesionada con Harry.
-Papá, Nico está enfermo y es mi mejor amigo. ¡Necesito verlo!- pataleaba como un bebé. A Ron en realidad le caía genial, menos cuando sacaba su lado Black y se ponía súper insoportable.
-Te quedas aquí, Honey- Y Phoenix Black terminó la conversación.
La rubia dio media vuelta y se encerró en la habitación que compartía con Hermione.
-Ya puedes pasar, Ron- le indicó Remus.
-¿C-cómo...?
-Soy un hombre lobo, te he olido.
Ron pasó corriendo a la cocina. Odiaba tener que mantener una conversación con adultos.
Media hora después, sonó el timbre y Sirius se levantó gritando sobre que habían despertado a su madre, y en cuanto abrió la puerta, Liam Potter lo pasó por el lado con un Nico inconsciente en sus brazos.
-¡MOLLY! Necesito tu ayuda.
solo tengoquedecirque sin darme cuenta he creado a la pareja más compatible en el mundo de los signos del zodiaco. Ron es piscis y Nico es virgo.
