Un verano complicado

Capítulo cuatro:"La desición."

Algo frio y que casi me ahoga me despertó, era agua, tiré un puñetazo hacia arriba, pero mi puño no tocó a nadie .Miré hacia donde se encontraba mi hermana parada.

-Despertáte, ya es tarde, son las dos, tenemos que ir al club- Hoy era otro día, y no sabía si lo superaría.

-Ya va, ya va- le respondí poniéndome una almohada en la cara.

-Levantateeee- dijo mientras me tiraba una almohada.

Bufé en voz alta y me levanté, me puse la maya y en 20 minutos ya estaba lista.

Agarré y me hice un sándwich de paleta y queso y me lo iba comiendo en el camino mientras pensaba.

Hoy iba a ir al club, y Micaela ya no iba a estar en el grupo, estaría con Cande y Santiago… bueno él no sé .Supongo que con él las cosas seguirían igual.

Llegamos al club, y no me di cuenta de que habíamos llegado hasta que mi hermana me habló.

-Vamos Mar, ya pasó- me dijo mientras salía del auto.

-Emm…, sí- reaccioné, en realidad no era por eso que no bajaba, era porque había estado sumida en mis pensamientos.

Bajamos y fuimos con las chicas como de costumbre.

-¡Hola!- las saludé.

-Holaa- nos saludaron.

Todas nos sacamos la ropa y nos dirigimos a la pileta, allí estaba Micaela, se la veía triste, y era mi culpa.

La voy a perdonar, me dije a mi misma .Sí, la iba a perdonar, pero no sin antes decírselo a mi mejor amiga.

-Isa y yo vamos al baño ya volvemos, no nos extrañen- dije, y sin más la agarré del brazo y la dirigí hacia el baño.

En el camino lo vi a Santiago, quien me sonrió de costado y yo imité su gesto.

-¿Qué pasó?- Isa habló.

-Estoy pensando en perdonar a Micaela y… quería consultar- Isa me cortó.

-¡¿Qué?!

-Eso Isa, la veo muy triste…

-Pero rompió los códigos y… no sé si deberías perdonarla.

-Pero era amiga de todas y yo bueno… lo arruiné.

-Vos no lo arruinaste, ella lo arruinó.

-Pero siento que tengo que perdonarla, además yo y él no tenemos nada…

-No se Mar, ya sabés como soy yo, yo no la perdonaría.

-Si… bueno… la voy a perdonar- sentencié.

-Vos sí que no tenés remedio, Gómez.

Y las dos nos echamos a reír.