Me dirigí hacia donde estaban las chicas.
-Ya vuelvo.
Y me dirigí hacia donde estaba Micaela, ella se volteó a verme desconcertada.
-Micaela, te perdono por haber roto los códigos entre nosotras- ella se notaba feliz por haberle dicho eso.
-¿Qué? ¿Enserio?
-Sí, pero tenés que darme tu palabra de que no vas a romper los códigos, ni entre nosotras ni entre nadie.
-Sisisisisi, claro que sí, no sabes cuánto estuve esperando que vengas, eres la mejorrr.
-Okey, vamos con las chicas.
Y fuimos con las chicas, ellas nos miraron sorprendidas.
-¿Qué haces acá?- dijo mi hermana enojada.
-Tranquila, yo la perdoné, sé que soy orgullosa, pero tenía que perdonarla.
-Está bien- dijo Isa rompiendo el silencio que había hace cinco minutos-vamos a jugar al fútbol.
-Sí, vamos- dije, y todas nos fuimos hacia la cancha de futbol playa.
Ah, por cierto, desde que ayer me levanté para pegarle a Micaela ya no me dolía el tobillo.
Fuimos hacia la cancha y tras nosotras llegaron ellos, si ellos.
-Nosotros jugamos- dijo Santiago guiñándome un ojo.
-Okey- dije con la mirada en el suelo.
-Yo juego con Martina- escuché decir, la voz era de él, pero para comprobarlo alcé la vista .No lo podía creer.
No dije nada y esperé a que mi hermana, que gustaba de uno de ellos armara los grupos .Ella me puso con Santiago.
Comenzó el partido, yo llevaba la pelota y estaba cerca del arco, la iba a patear y Santi viene y me la saca.
-Estamos en el mismo equipo, ¿o te olvidaste?- dije medio enojada.
Él volteó a verme, me sonrió y siguió su juego.
El partido terminó con un dos a cero, ganamos nosotros, con un gol de Santi (el que me robó) y otro de otro chico el cual no me sabía el nombre.
Había agarrado las ojotas, porque todos se habían ido corriendo a la pileta, pero a mi me tocaba llevar la pelota así que estaba sola, o eso pensé .Santiago se encontraba detrás de mi, pero hice como que no lo vi.
-Necesito hablar con vos- me dijo, y las mariposas revolotearon en mi panza.
-¿Qué pasó?- respondí lo más calma que pude.
-Pero en privado, vení- me dijo.
-¿A dónde?- dije.
-Tranquila, no te voy a hacer nada- dijo al borde de la risa.
Lo seguí y fuimos hacia la parte de atrás de la cancha.
-Sos hermosa- me dijo de repente, parecía sincero.
No sabía que responder.
-Ah- dije nerviosa y con las mejillas sonrojadas.
-Y… emmm… quería saber si… querías ir al baile del sábado conmigo.
-¿Cuál?- dije desconcertada.
-El que va a haber acá en el club, ya sabés en el que los chicos llevan a una chica…
-¿No le ibas a dar una oportunidad a Micaela?
-¡¿Qué?!- dijo desconcertado- yo nunca dije eso.
-Ah emmm… entonces… sí.
-¿Aceptas?
-Sí.
Se me estaba acercando… para besarme, pero a cambio de eso le di un beso en la mejilla, él se quedó tildado.
-Bueno… nos vemos el sábado entonces
-Claro, hasta luego- dije, y me fui a dejar la pelota a la mesa.
¿Eso había sido real?
Llegué a donde estaban las chicas.
-Volví- dije.
-¿Qué pasó con Santiago?- dijo Isa mientras me llevaba un poco más lejos de las demás.
-Te lo cuento todo hoy a la noche, ¿venís a dormir a mi casa? Hoy Cami se va a lo de una amiga de la escuela a dormir, y mi mamá va a cenar con sus amigas.
-Sí, hoy va a ser noche de chicas.
-Síiiiiii- dije gritando.
El resto del día pasó rápido, luego de la pile hablamos un rato y se nos pasó la hora .Nos fuimos a casa con Cami, ella tenía que prepararse y mi mamá también, con Isa habíamos quedado a las nueve y yo había comprado snacks, Coca-Cola y había enchufado la DVD para ver unas pelis, también había acomodado mi cuarto, y todo listo.
Terminé de bañarme, mi mamá y mi hermana ya se habían ido, eran las 20:45, me cambié y luego tocaron el timbre.
Abrí la puerta, era Isa y su hermano, sí olvidé decirles que Isa tenía un hermano que estaba buenazo, era rubio de ojos verdes claros, pero tenía diecinueve, era muy grande.
-Ey, Mar- dijo él- ¿Cómo va?
-Bien, ¿vos Lauti?
-Bien, me alegro, mañana la paso a buscar a Isa y si quieren vamos a ver una película.
-Bueno dale, pero después del club, nosotras la llevamos a Isa.
-Okey, nos vemos mañana Mar, chau.
-Chauuu.
Cerré la puerta detrás de una Isa muy sonriente.
-Bueno… la casa sola… nosotras juntas…noche de chicas…- dijo en tono inocente.
-Sí, noche de chicas, dale, ¿qué locura tenés en mente?
Con Isa cada vez que nos quedamos a dormir en la casa de alguna de nosotras y no hay nadie más que nosotras, hacemos algo “loco”, es como una tradición o algo así.
-Bueno… tengo algo en mente…
-Suéltalo.
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Un verano complicado
Historia CortaMartina está enamorada de Santiago, pero varias personas no querrán que se unan, dicen que el amor todo lo puede..., ¿pero eso será cierto?