S1. Capítulo 8

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Narrador (Taehyung)

Por instinto mi cuerpo se acalambró, es que realmente el dolor que tenia era muy fuerte, a parte de que me ardia todo.
Muchas veces mi padre ya me había dejado asi, aunque esta vez hubo algo diferente. Ya que el solo acostumbra pegarme de los labios logrando que esta sangrara, pero mi cuerpo tardaba en tocarlo. Y claro, esta vez me dejó desnudo.

Sabia que hoy lo haría mas de lo normal, pero sinceramente no me esperaba esto.
¿Tan inútil es con sus manos para traer a mas personas? muy dentro de mi, quizás el remordimiento hacia él hacia que me expresara lo que de verdad sentía.
Estaba consciente sobre mi personalidad, a veces o tal vez raras veces esta cambiaba de repente, me desconocía. La sensibilidad se quedaba aun lado, para quedar en mi, alguien totalmente frio y con odio.

¿Es normal no? Después de todo lo que eh pasado, no es mi culpa que no quiera a algunas personas fuera de mi vida
Pero ¿por qué a veces siento que los necesito? Tal vez yo- no, mi corazón solo busca amor porque está lastimado y dudo que llegue a curarse.

No perdí el tiempo e intente levantarme a duras penas, tenía que salir de ahí. De echo tenía muchas cosas que hacer, dudaba completarlas con el cuerpo así.

Pero antes que nada, una ducha me ayudaria a aliviar el dolor. Los pasos eran lentos, y cuando tome estabilidad ivan un poco mas rápido. Caminar me costaba, pero habia llegado a la puerta, iva a abrirla hasta que escuche algo delante de ella.

__ Taehyung fue el que se echo a correr, de manera que el que se disculpara sera él.
En cuanto al matrimonio, no hay cambio de planes, se realizara tal y como fue planeado

__ Por supuesto que el no volverá a hacerlo, me encargue de que no vuelva a cometer un error

__ Aunque noto que su hijo no es muy considerado de su parte, por favor que el tampoco nos de problemas ¿de acuerdo?

__ Entonces en cuatro dias nos reuniremos para volver a organizar la fecha y preparativos, espero que ninguno nos de la contra

__ Fue un placer volver a acordar con usted señor Jeon, adiós

Mi mayor iva caminando desde el salón principal a su habitación, que toda esa larga conversación llegó de lleno a mis oídos.
Después de todo, escaparme no sirvió de mucho, quizas fui un imbécil por intentar detener esto.

Al notar que desapareció de mi vista, salí tratando de ir lo mas minucioso posible, no queria verlo a los ojos y que tampoco él me viera. Me habia humillado, y de la peor manera. Otra vez.

Con una mano pegada al muro de las paredes me dirigi hasta mi habitación.
Queria echarme y descansar todo lo que pidiera el dolor, pero sabia que las heridas no se limpiarian solas.

Después de ese dia, el primero que recibi el castigo de mi mayor físicamente, no enviaron a nadie para que me curara los golpes.
Recuerdo que estuve llorando toda esa tarde, y es que no sabia que hacer para que dejaran de sangrar.

Por mas que las lavaba con agua, estas no dejaban de chorrear.
A pesar de que las cubria con trapos limpios, el ardor seguía ahí.
Me asuste al ver mi cuerpo asi cuando era pequeño, no entendía como es que todo sanaria.

Cuando los cursos de mi grado ivan aumentando, poco a poco las clases de primeros auxilios tomaron mi completa atención.
Fui aprendiendo como es que se sanan heridas pequeñas como rasguños, para eso estaban las banditas.
O como es que se desinfectaban, alcohol y agua con oxígeno.

Claro que aquello era algo básico, conforme iva creciendo estas también. Pase a saber como tratar una quemadura, lesiones, cortes y heridas profundas, vendajes, y reconocer medicamentos.
El campo es muy muy amplio, pero creo que me fue de mucha ayuda, tal vez fue gracias a eso por la que sigo aquí todavía.

Por favor, quiéremeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora