Por favor, quiéreme

S1. Capítulo 3

Narrador (Jimin)

'Siempre ame la naturaleza, flores, plantas, y los animales que daban alegría a este. Nose si era porque desde pequeño fui criado entre los árboles y arbustos, o por la magia que sentía al recorrerlo todos los días.

Mis padres me enseñaron los buenos valores, y lo importante que es preocuparse en los demas, de manera que aprendí a tratar a todo ser que conozca.

De pequeño empeze por aquellas plantas que el otoño se encargaba de marchitarlas, no entendía porque sus hojas tan bonitas tenían que desvanecerse para salir otras.

Al principio no quería que ninguno me dejara, pero termine aceptando el ciclo de aquellas. Cuando pase a los animales que tambien habitaban aqui, fue donde comprendí otra cosa muy importante.

Yo, a mis 5 años entendí sobre lo que es dejar este lugar, según mis padres para ir a otro mejor y mas bonito. Al inicio me alegre bastante, pero, cuando supe que aquellos seres tenían que morir para llagar ahi, fue difícil asimilarlo.

Ellos ya me habían contado sobre ese ciclo, era el de la vida, creo que comprendí mejor cuando ellos partieron el año siguiente. Les llore mucho, mis padres eran mis ángeles, fueron los mas buenos y bondadosos.

La humildad y el cuidar de los demás fue lo que me repetían siempre, asumo que no querían que lo olvidara. Me alegra recordarlos con tanto amor, y saber que me estan cuidando.

Al crecer y aprender un poco mas sobre el vivir y sobrevivir, me di cuenta de que eramos una familia muy pobre. Ya no veía a la pequeña cabaña de madera gastada, como un castillo muy grande y precioso.

Mi manera de ver las cosas habian cambiado, y fue cuando me di cuenta que yo habia crecido.

Tuve varios problemas cuando tuve su edad, se me era difícil aprender mas por mi cuenta, entendí que ellos se encargaban de enseñarme.

Cuando vi que el techo de mi casa hacia ruidos raros por las noches, sospeche que algo estaba mal. Supe que las cosas inertes tampoco se mantienen como eran, aprendí a arreglar y reparar cosas gracias a eso.

Hay algo bueno en esto, nunca pase hambre, diria que me fue muy bien y fui suertudo. Habian bayas, frutos secos y una que otras plantas comestibles, que con el tiempo empece a diferenciarlas.

Pero no crean que solo consumía eso eh, también habian otras cosas. En mis ratos libres me encargaba de leer los libros que estaban en un gastado estante, cuando quise intentarlo de pequeño no me enteraba de nada.

Al crecer aun mas, les di otra oportunidad y fue cuando descubrí mi pasión por la lectura y la enseñanza. Durante 5 años me enterraba en esas hojas para comprender cada palabra en ella.

Asi fue como decidi a que me dedicaria a ser docente, supe que no tenia muchas oportunidades ya que no tenía estudios oficiales, pero no me rendiría.

Me decidi por ayudar a pequeños que pasaron por la misma situación que yo, es por eso que estoy aquí, con esto les quiero dar un mensaje de que no todo es malo. Es muy difícil claro, pero no deben rendirse, seguir hasta conseguir lo que quieren'

Fue cuando el timbre escolar interrumpió mis palabras, para asi darles una sonrisa e invitarlos a retirarse.

__ Bien, pueden ir-

Mis alumnos se habian lanzado contra mi para darme calor con sus abrazos llenos de amor, al verlos vi como sus ojitos estaban con lagrimas y medio hinchados.

Al darme cuenta de sus sentimientos correspondi a su gesto con otro mas fuerte, habia echo bien en dedicarme a esto. Enseñaba a pequeños de todas las edades, todos bajo el mismo techo y aula.