¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Agarra tus nobles y hermosas alas y sufre.
La vida no será color de rosas cuando hay pecados que te incriminan como alguien no bueno. ¿Para qué intentas serlo? Qué idiota de ti queriendo pintar tus alas negras de color blancas.
Qué pena, niña.
𝐋𝐀 𝐕𝐈𝐃𝐀 𝐒𝐔𝐄𝐋𝐄 𝐒𝐄𝐑 𝐓𝐀𝐍 𝐈𝐍𝐐𝐔𝐈𝐄𝐓𝐀𝐍𝐓𝐄 y misteriosa al mismo tiempo, a veces puede ser tan bella como un árbol lleno de bellas flores. ¿Pero si esos pétalos del árbol se caen? Eso significaba que toda la lindura del árbol se va, entonces así puede ser la felicidad tan... extraña y efímera. A veces los sentimientos se volvían muy amargos al igual que cada rastro de bondad.
Entonces... ¿Ella estaba siendo eso? Se estaba volviendo tales pétalos de flores marchitándose por una extraña razón, en vez de renacer, cada vez su corazón parecía volverse más amargo, cada sentimiento que lograba tener la muchacha eran tan amargos o crueles que ni siquiera encontraba el motivo de su propia actitud. Cada vez parecía ser menos entendible y eso lograba frustrarla, y cada vez parecía no reconocerse a sí misma.
Cada día la muchacha se sentía más rara, con emociones mucho más inmensas que las anteriores.
¿Será que era por las influencias de sus padres o solo se equivocaba?
Sentía él enojó a flor de piel por más tontería que sea, cada vez parecía que aquel vaso de autocontrol se estaba por derramar en cualquier momento. Se desconocía totalmente, al igual que aquella fuerza con la cual podría acabar con un ente maligno, pero la inseguridad de que exorcista era seguía.
Seguía siendo débil, ¿no?
Pero... ¿Cómo sucedió? ¿Qué pasaba con ella? Esas preguntas no dejaban de molestarla, le parecía genial haber aumentado totalmente su agilidad, al igual que el control con su arma, pero cada vez sentía que su fuerza, ya que pasaba a un muy nivel muy sobrenatural.
La muchacha escondió la mitad de su pelo atrás de la oreja, su mirada se había vuelto un poco más seria y afilada como si tan solo verte lograba intimidarte.
Tal vez toda la presión por mejorar había provocado esto a ella, el cambiar.
Algo que ella no notaba, era que sus ojos estaban titubeando a un nivel impresionante. Pasando a rojo a un azulado con una velocidad algo escalofriante, y eso sucedía cuando su cuerpo y mente denegaba el acceso de aquel extraño poder como si su cuerpo supiera que aquel poder fuera tan malo para el buen cuerpo de la exorcista... Aunque el esfuerzo de su mente y cuerpo parecía que no funcionar en nada, simplemente alborotar las emociones de la joven y ya.
