¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐋𝐀 𝐌𝐔𝐂𝐇𝐀𝐂𝐇𝐀 𝐋𝐋𝐄𝐕Ó 𝐒𝐔 𝐌𝐀𝐍𝐎 izquierda al bolsillo de su buzo color azul oscuro y en sí tendría que llevar su uniforme, pero se lo olvido por andar apresurada a llegar a la academia y terminó llevando unos jeans negros y un buzo color azul oscuro. Realmente tenía una increíble mala suerte como para olvidar su uniforme.
Los pasos de la muchacha de cabello grisáceo se hicieron cada vez más lentos por culpa de sentir que alguien la estaba persiguiéndola a toda costa, pero lo malo era que sentía que esa persona estaba muy cerca de ella y eso empezaba inquietarle a la vez fastidiarle, ya que se encontraba buscando a sus amigos como para meterse en problemas con quien-sabe-quién.
Sostuvo su báculo de acero con fuerza y se dispuso a darse la vuelta con velocidad para luego terminar estampando al desconocido contra uno de los casilleros, cosa que le daba entender que esa persona si la estaba vigilando muy de cerca. Los ojos azulados de la muchacha se posaron en aquel desconocido, puso ambas manos en el cuello del contrario que parecía algo aturdido por repentino golpe que recibió.
Sin ningún esfuerzo la contraria logró que el chico dejara de tocar el suelo por unos instantes. Una pequeña risita se escapó de los labios de la exorcista, el contrario llevó sus manos a las muñecas de la contraria intentando sacarlas de su cuello, ya que estaba a molestarle un poco, pero no pudo, llevo su mirada a la exorcista que tenía los ojos de color bordó nuevamente y eso no era algo bueno para el muchacho.
Diablos... ¿Ahora qué?
Ahora mismo parecía que se estaba balanceando entre la cordura o perder el control de sí misma, cosa que eso no era bueno para el contrario.
Los ojos titubeantes de la muchacha mostraban esa desconfianza que crecía en su interior como si fuera una advertencia de que era el malo y eso era por algunos motivos de cierto espectro que hacía lo posible para que haya una barrera entre ellos dos, una barrera que los separaba por alguien.
━ T-Tú... Eres el de aquella vez...━Murmuró la joven con sorpresa para luego elevar su comisura y sonreír de lado de una forma casi cínica. Volvió a posar sus ahora ojos bordos en el contrario conectándolos con esos bellos ojos grisáceos que la observaban el semblante de la exorcista.━ Tú eres el fantasma que aquella vez me salvó, pero... ¿Por qué estás vivo? Te ves como un simple estudiante normal y ordinario.
━ No debería importarte, niñita...━Gruñó el contrario bajando su mirada al suelo sin intención de ver a los ojos bordos de la exorcista, al instante que iba a decir algo más sintió como la mano de la chica libera su cuello para ser remplazada por la horrible quemadura del báculo de la muchacha posarse en el costado de su cuello haciéndolo soltar un quejido de dolor por repentina acción━ Maldición... ¡No hagas eso, Yamada Miyuki...!
━ ¿Q-Qué? ¿... Yamada? También sabes mi nombre...━Agregó la muchacha incrementando su nivel de desconfianza y hundiendo más su báculo en el cuello del contrario, la contraria ignoró aquel pinchazo que sintió en el cuello también.━ Responde a mi otra pregunta, espectro idiota.
