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- Cobo, ultimo aviso, como no salgas de tu celda ya te envio al hoyo- vuelve a llamarme cabreada.

- Que caracter Barreiro- digo acercandome - por favor esposame- hablo usando mi tono seductor - se que te encanta- hablo a centimetros de su boca.

- Cobo para, te vas a ganar un viaje de ida al hoyo.

Llevamos 3 semanas así, ya he asumido que me gusta, más bien me encanta u se que en el fondo a ella tambien, en menos de una semana vuelvo a mi puesto, a este caso le queda poco y nada que es lo mismo, me coloca las esposas y me escolta hasta el despaño de Sam, golpea la puerta y la abre, ni dos segundos pasan cuando vuelve a cerrar la puerta de golpe.

- JODER- grita Sam desde el otro lado.

-¿Que pasa?- me atrebo a preguntar.

- Se estaba desayunando al jefe- dice atonita - vale, tengo un trauma.

- Estas perdiendo tu toque.

-¿Que toque?

- Nada nada.

- Cobo, habla- me ordena.

- Me gusta más cuando me hablas como a un recluso.

- Eres un recluso- afirma.

Ay, Barreiro, si tu supieras.

- Me has hablado como a un amigo y me gusta, quizas en un tiempo lo seamos.

- No lo creo- dice negando con la cabeza.

- Yo no estaria tan seguro- hablo de nuevo a centímetros de sus jugosos labios, lo que daría por probarlos.

Noto como se acerca un poco más y rozamos nuestros labios, nuestra respiracion se una en una sola y veo en sus ojos que quiere más, bajo mi mirada a sus labios y procedo a besarla, nuestros labios se unen en un tierno beso interrumpido por el sonido de la puerta, ambos nos separamos y miramos hacia la puerta, Fla y Sam nos observan sorprendidos.

- Eva puedes pasar un momento- pregunta Sam nerviosa.

Sam entre y Eva la sigue.

- Illo, no es lo que crees- digo nervioso.

- No me mientas Hugo, son muchos años a tu lado, pero ten cuidado, para ella eres un preso, no su jefe.

- Lo se- suspiro.

- ¿Y tu con Sam, que?

- Es una diosa y hace unas mamadas- le interrumpo.

- Nada de detalles hermano- digo riendo.

- ¡COMO!- escuchamos a Sam gritar, nos scercamos a la puerta e intentamos descifrar lo que hablan.

ENTRE REJASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora