VERONICA WEASLEY , draco malfoy

01; harry potter

—¡Hora de despertarse, pequeña Ronniekins!—apenas abrí los ojos, llorosos del sueño, provocando un fuerte y amplio bostezo. Me tomó un tiempo acostumbrarme a los frenéticos golpes que Fred y George le daban a la puerta.

La emoción se revuelve en mi estómago mientras mi mirada viaja a través del dormitorio de ático. Los Chudley Cannons lucían entusiasmados en los poster pegados al muro, como si supieran lo que me esperaba.

Yo, Veronica Weasley, iba a empezar Hogwarts. Finalmente.

Sentí un mordisqueo en mi oreja, haciéndome reír.

—¡Scabbers!¡Eso duele!—levanté a mi rata mascota fuera de la almohada y besé su hocico—. Se bueno o no te llevaré a Hogwarts conmigo—

Dejando a Scabbers de vuelta en la cama, brinqué apresurada a tomar una ducha antes de cambiarme por mi nueva túnica. Bueno... la vieja túnica de Fred que mamá había embrujado para hacerla lucir como (casi) nueva. Completamente negra por ahora, pero pronta a ser marcada con escarlata y oro, igual que la de mis hermanos.

Me miré en el espejo, frunciéndole el ceño a mi narizota y horribles pecas.

Decido amarrar mi pelirrojo cabello en una larga trenza, permitiéndole a las mechas más cortas esconder mi rostro de cansada.

—Desearía que no fueras, Ronnie—Ginny murmuró en la mesa de desayuno, su labio inferior temblando—. Voy a quedarme sola.

—¡Hey, estarás bien!—la consuelo, colocando una mano amorosa sobre la de ella—Te escribiré todos los días. Y que no adivinas... ¡Incluso quizás conozca a Harry Potter!

—¡Oh!—Ginny exclamó, sus mofletes sonrojándose—¡Olvidé que también entra en primer año!¡Por favor, Ronnie, haz que sea tu amigo!

—Intentaré—reí mientras arrancaba la corteza de las tostadas quemadas.

Inmediatamente, me sentí mal. Quiero decir, era ridículo pensar que Harry Potter quisiera ser mi amigo. Una Weasley. Pero lo iba a intentar. Por Ginny.

—¡Vamos!¡La plataforma queda por aquí! Percy, vas primero—Percy, el más grande de los hermanos que aún cursaban en Hogwarts, trotó hacia adelante a las órdenes de mi madre, empujando consigo su equipaje.

Ginny se aferraba a mi mano mientras mamá mandaba a Fred y George como los siguientes.

—¡Quiero ir contigo!—gimió, escondiendo su cara en mi brazo, empapando mi túnica.

—¡Oh, Ginny!—mamá suspiró—¡Cálmate! Irás muy pronto ¡Ahora mira, estás arruinando la túnica de Veronica!

—Disculpe—todos nos dimos vuelta al sonido de una tímida voz. Le pertenecía a un azabache niño de gafas.

Era claramente uno de nosotros, cargaba el mismo carrito y la lechuza que lo acompañaba lo delataba.

—Hola, cariño—mamá dijo amable, como si no hace más de unos instantes le hubiera estado gritando a Ginny.

—¿Primer año en Hogwarts? Veronica es nueva también—Ladeó su cabeza hacia mí y me encontré sonrojándome cuando la verde mirada del chico se posó en mí.

Mamá la explicó de que manera pasaría a la plataforma, mientras Ginny y yo observábamos.

El pobre niño lucía atemorizado cuando ella le instruyó correr hacia la pared.

Pero lo hizo de todas formas, cerrando los ojos mientras.  Le seguí con Ginny, que seguía apretando mi mano con fuerza. Estaba empezando a preguntarme si alguna vez me dejaría ir.