Razón 8: La metáfora de la montaña rusa - Parte I.

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Por quinta vez en la noche, se cuestionó qué carajos estaba haciendo.

Repasó su imagen en el espejo, y ese no era el Baekhyun de siempre, y su madre tal vez lo iba a matar, definitivamente no debió estar tanto tiempo desocupado. Mirando en retrospectiva no debería estar tan nervioso, él nunca fue la persona más predecible del mundo, existían pequeños momentos donde decidía borrar todos los esquemas que se había planteado, comenzar de cero y hacer acciones imprudentes, como aquella vez en la que dijo que conduciría sin nunca haber ocupado  el asiento del piloto, o cuando todos lo catalogaron como alguien aburrido por estar sentado en una esquina en el paseo escolar, y al final él fue el primero en tirarse de la tirolesa porque todos tenían miedo, y otras cosas que lo hacían salir de su zona de confort. Por todo eso su mamá no debería estar tan sorprendida cuando lo viera con el cabello de un rojo demasiado llamativo, o la perforación que había hecho en su oreja luego de salir de clases y quedar solo porque Kyungsoo no fue.

- ¡Ya llegamos! – la voz de la, ahora, señora Choi se escucharon en la primera planta, así como los pasos de Baekho corriendo seguramente al sofá de la televisión.

- ¡Me estoy arreglando! – respondió igual de alto pasando las manos por su cabello y a punto de halárselo si no fuera por la puerta siendo abierta antes de que pudiera hacer algo para detenerla.

- ¿Cómo vas a ... ¡BYUN BAEKHYUN!¿QUE LE HICISTE A TU CABELLO? – El rostro consternado de su madre junto con su grito, le hicieron detener todas sus acciones y que los demás miembros de la familia se apresuraran a acercarse a su habitación.

- Mamá Baek se ve cool – oh, por eso amaba a su hermanito. En un gesto disimulado, elevó su pulgar en señal de aprobación.

- Mamá, la verdad es que ...

- ¿Te lo dejaras así? – Jinseok preguntó con su rostro estoico como siempre, nunca sabría que pensaba el tipo realmente.

- Sí. Quiero decir, al menos hasta que pueda tinturármelo nuevamente – su padrastro asintió y se fue sin más de su campo de visión llevándose a Baekho a su paso – Mamá...

- Está bien, ya eres mayor de edad. Es tu cabello y puedes hacer con él lo que desees.

- ¿En serio? – bien, eso salió más fácil de lo esperado. Por esas cosas, debía dejar de ser tan dramático con sus precipitados juicios y esperar realmente a que las cosas sucedieran.

- Si, Baekhyun. No puedo controlar cada aspecto de tu vida – Su madre reparó su atuendo y una pequeña sonrisa vislumbró en su rostro – Pero por favor, dime de antemano, soy tu madre e incluso estas pequeñas cosas hacen parte de tu vida, y si me entero de esta forma no puedo evitar sentir cierto rechazo de tu parte - se quedo en silencio repasando las palabras de su madre y se tranquilizo cuando una tierna sonrisa atravesó su rostro - Hiciste un buen trabajo con el disfraz. Deberías apurarte, los chicos te esperan en el auto –  con la nueva información se apresuró a correr por su habitación, ponerse los lentes de contacto y ubicar la capa en su espalda.

Baekhyun era una persona sencilla en algunas cosas. Por ejemplo, prefería quedarse en casa leyendo o viendo una serie antes que las fiestas, le gustaba la ropa cómoda antes de la que estaba a la moda, y lo tenían contento luego de que le dieran su espacio personal. Pero había ocasiones en las que eso se destruía, y todo se debía a sus amigos. El año pasado había logrado zafarse de la fiesta de Halloween a la que los habían invitado, pero ese año no tenía una buena excusa, y ya que dormiría en casa de Kyungsoo aprovecharía para emborracharse. Porque sí, a veces lo hacía, a veces le gustaba olvidarse de la clase de persona que era.

Se miró por última vez, su camisa blanca con dos botones abiertos, los ajustados pantalones que demoró casi una hora buscando en su closet, una capa que había alquilado, las lentillas azules y su cabello rojo revuelto. Debía admitir que sí se veía bien, incluso puso algo de delineador en sus ojos y compró unos falsos colmillos que solo se pondría antes de llegar a la fiesta. Pero a último segundo las dudas e inseguridades le asaltaron, y después de tomar el bolso con sus cosas, terminó agarrando uno de sus hoodies más grandes y cubriéndose por completo la parte superior y su cabello con la capucha.

Razones para NO enamorarse ♡ Chanbaek.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora