Capítulo 3

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-Solo firma el divorcio y dejame libre.

Gulf tragó saliva y trató de recomponer su seguridad, tomó los papeles y se los tendió a Mew.

El mismo lo tomó y lo relojeó, cuando Gulf pensó que iba a firmarlo; Mew lo lanzó al suelo. Un lustroso zapato negro pisó las copias.

-¡No!- gritó viéndolo antes de levantar la mirada- ¡¿Por qué lo hiciste?!

Mew sonrió antes de darle una bofetada. Gulf quedó estupefacto en el lugar, con su rostro ladeado a un costado y sus ojos abiertos lo más humanamente posibles mientras su mejilla picaba.

-¿Q-qué...?- se llevó una mano a su mejilla antes de girar el rostro.

Mew ocultó tan bien su sorpresa de haber reaccionado así que Gulf no se dio cuenta de ello.

-¿Crees que tú vas a dejarme a mi? ¿Alguien que no puede entretener a su marido en la cama?- Mew habló tan tranquilo que a Gulf le dio miedo, pero no se dejó amedrentar.

-Mi "marido" me abandona por malditas rastreras. ¡¿Cómo puedo entretener a nadie en la cama?! ¡Eres ausente, estás ausente! ¡Otro hombre me da lo que tú no me das, otro hombre me ha hecho sentir vivo!- Gulf comenzó a empujarlo- ¡Otro hombre me hace gritar en la cama porque me toca como...!- y Gulf se silenció cuando Mew lo tomó de su camiseta y lo empujó contra sí.

-¿Quién te ha dado una casa, una vida, dinero, respeto social, el orgullo de tus padres, una cama cómoda, lujos, salidas, viajes? Yo lo hice- habló Mew- Tú eres un trofeo para mí...- lo empujó y Gulf tomó una honda respiración- Todos decían que el hijo de los Kanawut era astuto y sexy... Ninguna de las dos cosas se cumplen en ti, pero te tengo y no voy a dejar que nadie más lo haga.

-¡Tú no me amas!- la voz de Gulf salió algo cortada.

-No se necesita amor para un matrimonio Gulf pero tampoco se necesita hacerlo para meterse entre tus piernas.

Y Gulf se abalanzó hacia él intentando golpearlo sin éxito ya que Mew le sostuvo sus muñecas.

-¡Eres un desgraciado!- gritó Gulf- ¡Me arrepiento de todos los años perdido contigo! ¡Me das asco, me das as...!- y Gulf lloró aún más cuando sintió aquellos labios contra su boca abierta.

Mew recorrió con su lengua la boca contraria antes de empujar a Gulf y cayera sobre el divorcio.

-Me alegro que te de asco, porque ésto que hiciste aquí lo pagarás con creces.

Gulf se refregó sus labios con su boca mientras lloraba.

-¿Por qué no me dejas? ¿Por qué no me dejas?- se repitió y Mew lo miró desde su altura.

-¿Qué buscas? Éstos años... ¿querías que fuera el esposo educado y atento?- preguntó burlón.

El castaño lo miró y le lanzó el divorcio al pecho.

-¡No te atrevas a tocarme!- chilló - ¡O voy a lastimarte!

-¿Tú? ¿Cuántas veces debo decirte que no puedes hacer nada sin mí?- Mew intentó tocarle la mejilla y Gulf se la abofeteó.

-No es así, soy suficiente.

Mew carcajeó y elevó una ceja.

-First te ha dado muchas esperanzas. Supongo que a los insectos molestos se los quita del camino- Mew se encogió de hombros- Puedo hacer eso...

-¡No te metas con First!- se levantó rápidamente y corrió fuera de allí, su celular cayó al suelo y el castaño salió de allí.

Necesitaba advertirle a su amado... ¿Cuándo Mew se había transformado en ese monstruo?

Y ese monstruo se agachó para tomar el celular de Gulf. Caminó hasta su computadora y lo utilizó en modo USB.

La carpeta de Cámara tenía más imágenes de lo usual y Mew la abrió.

Sabía que su esposo era tan estúpido para no clavear su carpeta.

-Oh... Mira que estúpido nos saliste hijo de puta- gruñó Mew.

Gulf salía acostado, despeinado, una sabana blanca cubriéndolo. Sus dientes blancos siendo mostrados en una sonrisa.

Otras fotos tenían a Gulf con una camisa más grande, otras con una bata abierta... Y lo que más molestó a Mew: un maldito vídeo... un jodido vídeo de Gulf siendo masturbado mientras se retorcía y gemía el nombre de aquel idiota.

Gulf era su trofeo... Nadie iba a querer un trofeo que esté manchado y roto, y eso es lo que Mew haría.

Mātamę Lênto ❀ MëwGûlf [Adąpt.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora