"te quiero, pero no de esa manera", le dijo la arena al mar. La arena de las playas y el mar, como todos sabemos, siempre han estado unidos, el mar acercándose y alejándose de la arena seca de la playa, con un vaivén provocado por las corrientes. Al estar tanto tiempo en contacto, la arena y el mar siempre habían sido muy buenos amigos, juntos se animaban, se daban consejos, se alegraban, se hacían bromas, se divertían... La arena siempre había estado para el mar cuando pasaba por malos momentos y viceversa.
Hasta que un día, como dicen, el roce hace el cariño y pasó. El mar se enamoró irremediablemente de la arena. Al principio, el mar no estaba seguro de lo que sentía. Creyó que, al haber sido siempre tan cercanos amigos esto era normal, hasta que, después de pensarlo mucho se dio cuenta de que aquello que sentía no era lo q sientes por tu amiga. El mar tenía miedo, estaba asustado, no quería perder su bonita amistad. Pero odiaba que arena le hablase de que tal le parecía guapo o que esto otro le decía que era linda, a mar esta impotencia le comía por dentro.
Pasado algún tiempo, mar no pudo soportarlo más y se le declaró a arena, necesitaba que ella lo supiera. Como el pobre mar había esperado, arena le dijo que le quería, pero no de esa manera en la que mar la quería a ella. Mar, desolado porque arena no le hablaba casi desde aquello, se alejó todo lo que pudo de arena, no quería verla y sentir ese dolor que le provocaba que le vieran sólo como un amigo. Aquel día, todos los reportes meteorológicos reportaron asustados, que el mar se había alejado 5 m de la línea de costa y que no era probable que volviera a cómo estaba antes.
