L'unica forza che ho Chaesoo AU

ventotto

Jisoo se adentró a la silenciosa habitación donde se encontraba cierta rubia descansando. Cerró la puerta detrás suyo y miró hacía la camilla.

Todo sentimiento de resentimiento que sintió alguna vez por aquella joven desvaneció completo al verla allí.

Su pelo rubio, el cual por alguna extraña razón brillaba, caía delicadamente sobre su rostro. Sus labios rojizos estaban entreabiertos y secos.

Era realmente linda.

La pelinegra se acercó a la camilla, tomó una de sus manos y comenzó a acariciarla con su pulgar. Una ola de emociones se hicieron presentes y las lágrimas no se hicieron esperar.

Chaeyoung abrió lentamente los ojos al sentir como alguien sollozaba al mismo tiempo que maldecía. Por un momento creyó estar en el paraíso porque apenas visualizó quién se encontraba allí, supo que aquella persona era un angel.

- Jisoo.

Su voz salió rota y cansada, pero aún así para la mencionada anteriormente su voz era música para sus oídos.

Levantó la mirada, encontrándose con los ojos de la rubia, y en ese preciso momento en el cual captó el brillo en sus ojos se sintió la peor persona del mundo.

- Oye, no. - Chaeyoung se sentó en la camilla con mucha dificultad. Llevó una de sus manos a la cara de Jisoo, limpiando las lágrimas saladas que aún descendían sobre sus mejillas. - No llores, ven aquí.

En un rápido movimento envolvió a Jisoo entre sus brazos, dejando a esta última un poco aturdida, pero dejándose abrazar. Sus corazones estaban latiendo fuertemente, en cualquier momento podrían salir del pecho del otro y tomar su propio rumbo.

Chaeyoung sonrió al ver que no era la única que lo sentía.

- Yo...

- No digas nada - Interrumpió a la mayor de las dos aún abrazándola. -Solo déjame disfrutar del momento, no sé si sea el último.

Jisoo se separó del abrazo y la miró fijamente a los ojos.

- De eso te quiero hablar, Chaeyoung.

La más alta le hizo espacio en la camilla, quedando sentadas una frente a la otra.

- Quiero pedirte disculpas por todo este infierno por el cual te estoy haciendo pasar. No sé cómo te sientes físicamente y tampoco emocionalmente, pero definitivamente sé que no estás bien. - rió nerviosa.

- Jisoo, es completamente entendible que te sintieras así, a fin de cuentas la única que estaba en aquel lugar era yo y todo apuntaba a mí.

- Pero no por eso debí dejar que llegues a este punto. El rechazo por lo visto te-

El ruido de varios mensajes llegando al mismo tiempo interrumpió la corta conversación de las chicas. La pelinegra tomó molesta el celular y revisó de quién se trataba. Frunció el ceño al ver que era un número desconocido.

- ¿Quién es? - Preguntó el contrario con curiosidad.

- No lo sé, creo que...

Sus ojos se abrieron sorprendidos al ver como varias fotos y vídeos eran enviados por aquel contacto.
Abrió uno de esos vídeos y le mostró a Chaeyoung.

Se podía ver claramente como la rubia estaba disfrutando del baile de Jisol y luego, por su distracción, no se dió cuenta cuando una persona se unió a ella. Era alguien un poco más alto que ella y se encontraba totalmente cubierto. Minutos después se pudo apreciar como aquella persona provocó todo el caos y se alejó de aquel lugar, dejando a Chaeyoung sola y confundida.

- Yo lo siento tanto.

Bajó la cabeza avergonzada. La más alta tomó su mentón e hizo que levantara la cabeza.

- Ya te dije que no te disculpes, ¿verdad?

Asintió.

- Es solo que tenía sentido si hubieses llegado a sabotear la presentación.

Juntó sus cejas y quitó su mano del mentón de Jisoo.

- Eso me ofende.

- Vamos, tendría sentido, mira.

La pelinegra sacó nuevamente su celular y mostró la conversación que había tenido con Seulgi aquel día.

- ¿Cuántos llevan juntas?

- Cuatro años

- ¿En cuatro años no sabes reconocer cuando tu pareja está mintiendo?

La más bajita levantó una ceja sin entender que quería decir con eso.

- Seulgi nunca me dijo que ustedes eran pareja y mucho menos me contó sobre aquel plan que tenían.