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Japón, 1945.

El futuro llegó más pronto de lo que ellos hubieran esperado, trayendo consigo un verano bastante puntual -aunque ellos no querían que el verano comenzara, porque eso significaría que estarían lejos del otro: la familia de Minho viajaría al pequeño pueblo de Miyashima, donde un amigo de sus padres aguardaba por ellos, lo que sería pasar el resto del verano sin ver a Hyunjin.

Fue un sentimiento agridulce, cómo tenían que esperar pacientemente a que la escuela diera inicio para que pudieran encontrarse de nuevo. Se extrañarían el uno al otro, no cabía duda sobre eso, e incluso así Minho estaba tan emocionado; nunca había estado en Miyashima antes, y ello lo hacía sentir como si estuviera yendo a una aventura, su primera aventura. Pero otra vez, sin Hyunjin no era un aventura real; extrañaría profundamente a su mejor amigo.

Por 1945, Minho ya era un hombre joven. A los 16 -casi 17- comenzaba a verse maduro y sereno, y era más alto que cualquier otro muchacho en su clase. Aunque dentro de su cuerpo todavía existía un niño -un niño encerrado en la inocencia de la guerra y creciendo, excluyéndose a sí mismo de la perspectiva real, la perspectiva de la guerra. Y Hyunjin, apenas de 15, aún estaba ansioso para crecer de una vez por todas, y Minho se alegraba que después de todos esos años, no había cambiado en absoluto: todavía llevaba consigo mismo el entusiasmo, energía e inocencia de la infancia.

[...]

Tanto como Junio como Julio se fueron más rápido de lo que ellos deseaban.

Minho pasó dos meses lejos de Hyunjin, y sin embargo, tuvo diversión: había bajado por los campos de arroz con sus nuevos amigos y capturó ranas, insectos y piedras, y aprendió a disfrutar de un tipo de compañía diferente, una que no pudo confiar únicamente en Hyunjin. Empezó a disfrutar de ambientes tranquilos y pacíficos, lugares donde la risa de Hyunjin no se podía escuchar, lugares donde faltaba un sentimiento de hogar, pero que lo hicieron sentirse nuevo, como que de algún modo estaba cambiando, reconectando con su yo interno. Como que un poco de Miyashima se adentraba por sus venas, aunque todavía tenía un poco de Hiroshima en él, y lo demostraba a través del origami, lo que simplemente no pudo dejar atrás -después de todo, era una parte de sí mismo. Le recordaba a Hyunjin, como si estuviera con él y sonreiría para sí mismo con placer, nostalgia.

Entonces Agosto llegó, sin que ellos lo supieran. La guerra todavía seguía, trayendo consigo más damnificados, caos, miseria, escasez, terror y miedo. Ya nadie estaba seguro sobre algo, pero Minho y Hyunjin se habían acostumbrado a ello, después de inevitablemente haber crecido en ese entorno; simplemente no podían escapar. La gente ya no vendía nada, puesto que el dinero no era de importancia para ellos, la seguridad sí lo fue.

Estar lejos de casa y con la guerra en curso no impidieron que Minho no hiciera su origami: sus ahora delgadas, pálidas y largas manos y dedos todavía doblaban el papel con la misma dedicación y placer como en los tiempos de antes.

-Para cuando la guerra se acabe -su padre diría-, todo terminará algún día... -murmuraría en voz baja, como un deseo esperanzado. Y Minho sentiría como que la paz era algo tan hermoso, porque los ojos de su madre parecían brillar cada vez que hablaban del final de la guerra, y esa era la misma manera en que sus ojos brillaban todas las veces que recordaba a Hyunjin en Hiroshima.

¿Y Hyunjin?

El primero de Agosto se despertó inquieto, habiendo soñado que había visto a Minho dirigirse a su casa después del largo viaje a Miyashima.

"Sólo unos cuantos días más", pensaba para sí mismo; estaría viendo a su mejor amigo en una semana y media. Hyunjin quería que el tiempo se pasara más rápido y que se tragara los días restantes para que Minho llegara antes.

Se levantó y se puso de puntitas en la ventana, abriéndola con un alivio; una cálida mañana le daba la bienvenida con un toque de la luz del sol. Él correspondió la sonrisa.

El 2 y 3 de Agosto descubrió una pasión secreta; escribió sus primeros *haikus:

Con la calidez
del sol y tu sonrisa
me despierto.

Mi corazón,
regresa pronto por favor,
pronto con flores
después de que crezcan.
El tiempo pasa
y yo voy a verte.
Eres mi todo,
mi dulce recuerdo.

Entonces los regaló: uno para su mamá y uno para su abue. Escribiría alguno para Minho en el futuro, así como el mayor siempre le había regalado grullas de papel y otras de sus creaciones de origami. ¡Finalmente le estaría pagando de vuelta! Radiaba de felicidad al pensar en el asombro de Minho de lo que estaba haciendo por él.

"Pero ahorita no", pensaba, "después tendremos más tiempo".

Hyunjin pasó el 4 y 5 de Agosto ayudando a su familia. Él no sabía que tejer sería divertido. Los jóvenes de su edad no estaban acostumbrados a hacer lo que sus madres y abuelas usualmente hacían -ellos sólo jugaban afuera y ayudaban a sus padres con el trabajo "varonil", como las cosas eran en ese tiempo- pero él lo encontró entretenido; se sintió útil.

Hyunjin tenía la capacidad, creatividad e ingeniosidad suficiente para convertir a la costura en un juego que la gente a su alrededor no comprendía: ¿cómo podía un muchacho encontrar la costura agradable? Incluso las chicas de su edad estaban sorprendidas de lo que él estaba haciendo, cómo era que no lo encontraba cansado y aburrido como ellas lo hacían.

Pero ellos no podían ver a través de los ojos de Hyunjin: cada vez que tejía, se imaginaba que cada 200 puntadas podía tener un deseo que se pudiera cumplir. La aguja venía e iba a través de cientos de prendas, consistente, al igual que Hyunjin. Todas las veces que cosía algo, pedía un deseo, el mismo deseo por cada puntada: que Minho nunca lo olvidara y regresara con él.

Y el deseo se hizo realidad eventualmente, aunque el mundo tenía otros planes...

[Notita]: los *haikus son un género poético de origen japonés. Según la tradición, se escriben en tres versos sin rimas, de 5, 7 y 5 sílabas respectivamente. Se suele hacer referencia a la naturaleza o la vida cotidiana, y a épocas o momentos del año (kigo).

La autora dice que lo escribió de manera muy espontánea, y vino a su mente inesperadamente, y la traducción literal no combinaba, así que lo modifique un poco para que en español se entienda uwu.

Mil grullas de papel [HyunHo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora