Fiebre del variocolor (reiniciada)

SEIS

Juntos somos más fuertes

Un grupo de pokemon variados corrían en dirección al sur, siendo liderados por una joven Eevee y un Staraptor volando a pocos metros de ellos.

—¡Creí que habías dicho tres minutos!—Jadeo pachirisu en la parte posterior del grupo

—Sí— Contestó Staraptor —Volando

—Solo corre Pachirisu— gruñó gengar

—¡Tengo patas cortas!—chilló

Liepard frenó levemente dejando que Pachirisu la alcanzará, con un movimiento de cabeza le indicó a Pachirisu que subiera a su lomo.

—¿eh?— pregunto despistado

—Sube antes de que me arrepienta—maulló Liepard mirando al frente

Así el pokémon ardilla subió al lomo del felino. Al cabo de unos cinco minutos Staraptor logró divisar a su objetivo.

—Está a unos metros—Afirmó— Estaré sobrevolando, si necesitan mi ayuda solo usen algún ataque hacia arriba—dijo para después subir hacia el vacío que ellos llamaban cielo.

—De acuerdo equipo—dijo Eevee haciendo que el grupo se detuviera— Este es el plan. Pachirisu te esconderas en algún lugar donde tengas una buena vista de nosotros, Liepard, Gengar y yo iremos con Porygon y lo convenceremos. En caso de que haya alguna complicación, quiero que intentes paralizarlo¿De Acuerdo?

Pachirisu asintió y se escabulló silenciosamente entre los arbustos artificiales que había cerca. Gengar, Liepard y yo continuamos caminando hasta que pudimos ver a Porygon, estaba flotando mientras sostenía una roca con sus poderes psíquicos.

—vamos—susurré

Los tres avanzamos, quedando a pocos metros de Porygon. El seguía concentrado en levitar la roca

Liepard carraspeó y la roca que porygon sostenía se abalanzó hacia ellos, en un veloz gesto el pequeño grupo se dividió en dos.

—Oh, pequeñas ratas ¿Qué están tramando ahora?— Exclamó porygon con visible irritación

—¡Espera! No queremos pelear, estamos aquí para charlar— chilló Eevee

—Sea lo que sea lo que están planeando, no debe ser algo bueno— dijo Porygon con un toque de duda en su voz, pero trato de disimularlo, delatado por su visible furia.

—¿¡Que!? ¿Por qué supones eso?— Preguntó Eevee con el pelaje levemente erizado.

—¿Porque vendrían todos ustedes, bola de miserables, en grupo a espiarme?—Porygon gruño cada vez más irritado.

Porygon, repentinamente, lanzó una bola sombra. Por muy poco en el pequeño grupo. Porygon era un Pokémon fuerte y ágil, mientras Eevee era pequeña y se movía torpemente, pero con valentía y liderazgo, de igual manera, no era una pelea justa.

—Muy bien chicos, ¡En fila!— Ordenó Eevee sin dejarse intimidar, con el pelaje erizado y la cabeza en alto.

Eevee agitó la cola dando la señal para que Pachirisu apareciera, este salto de los arbustos cargando un rayo intentado paralizar a porygon, pero este se movió rápidamente evitando el rayo.

Eevee gruñó frustrada

—¡Gengar!—llamó—¡Bola Sombra!

Cómo era de esperarse, Porygon tenía inmunidad absoluta ante tal movimiento, cosa que solo logró enfurecer al ya antes mencionado, Porygon, a modo de contraataque, Creó una nube de tormenta sobre sus cabezas, en la cual se creó un terrible rayo que atravesó el cielo de manera estrepitosa, iluminando aquello que lo rodeaba.

Otro rayo cayó, y la silueta de un gran ave se vio en el cielo, toda la atención se centraba en la densa nube y el ave a su lado, el ave voló a su izquierda, el batir de sus grandes alas era acallado por los relámpagos, los rayos caían peligrosamente cerca pero al ave no parecía inmutarse y volaba ágilmente esquivándolos, entre más se acercaba los rayos caían cada vez más cerca y el ave se encontraba bajo el peligro de colisionar contra alguno, pero seguía volando, incrementando la velocidad.

Aleteó una vez más y luego pegó las alas al cuerpo cayendo en picada, sus plumas negras como la noche resplandeciendo ante los potentes rayos. Staraptor se abalanzó contra porygon. El ave desplegó las alas y flexionó sus garras. Tomo al objetivo entre sus garras y emprendió vuelo, sus alas agitándose mientras volaba en dirección al cielo. Porygon se revolvió entre sus filosas garras, ganándose algunos rasguños por parte del Pokémon volador.

El resto del grupo miraba al cielo expectante, sus ojos intentando seguir la veloz figura del ave, que volaba con agilidad.

Staraptor plegó las alas, dejándose caer una vez más. Manteniendo un firme agarre sobre el pokémon. Mantenía sus garras al frente, por lo que el cuerpo de Porygon sería lo primero en golpear el suelo. Aterrizó con un fuerte golpe.

Eevee se acercó a ambos Pokémon, Staraptor sostenía a Porygon contra el suelo, sus garras amenazando con destruirlo. Ambos sabían que Porygon se libraría en cualquier momento. Staraptor soltó un gruñido, sus alas levemente desplegadas, listo para emprender vuelo en cualquier momento. Su cabeza se inclinó levemente, sus ojos rojos fijándose en el Eevee, que agitaba la cola nerviosamente.

Liepard se acercó al grupo, con la gracia que solo un gato podría tener. Su hocico levemente levantado, y su cola balanceándose tras ella. Dejó salir un siseó, enseñando sus filosos colmillos. El tipo fantasma caminaba junto a ella con una mirada amenazante, mientras el Pokémon ardilla se balanceaba sobre el lomo del minino, pequeños rayos salieron de las mejillas del roedor, y su pelaje se esponjó.

Eevee sonrió, notando que no estaba sola y miró al Pokémon bajo las garras de Staraptor.

Quizá Porygon fuera más fuerte, pero ellos eran más, y sabían trabajar juntos.

—¿Ahora vas a escucharnos?—Eevee pregunto, con una sonrisa burlona en su rostro.

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