Tras la supuesta muerte de el novio de Debby ella queda devastada, tras dos años después ella sigue recordando su tacto como si fuera ayer el ultimo día el cual dormían abrazados.
¿Pero y si realmente Mark no esta muerto? ¿Debby será capaz de perdon...
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DEBBY
Han pasado unos cuantos días, no he tenido contacto con el innombrable.
Muy ingenioso Debby ''El innombrable''
Soy una ridícula.
Mañana es la boda, mi hermano esta realmente insoportable, me ha llamado como unas treinta veces en la madrugada, todo esto debido a una pesadilla. Este soñaba que Abby lo dejaba en el altar y lo abandonaba, en una parte sentía furia de que se llegara a plantear esa escena pero no puedo juzgarlo ya que está a un día de casarse, cosa que nunca me imagine debido a su característico comportamiento de el no querer exclusividad.
Por una parte estoy nerviosa, soy la dama de honor y nunca me ha gustado ser el centro de atención y digamos que mañana tendré que pasar ante la atenta mirada de los invitados. Me habría gustado negarme pero por mi hermano y Abby haría lo que sea sin importarme las consecuencias.
Me tomo un vaso de leche y decido acostarme.
Suena la ruidosa alarma y eso indica que va a ser una agotadora mañana, tomo la funda con el vestido en su interior y tomo rumbo a la casa de la novia.
Al llegar esta realmente nerviosa, saludo a todas las chicas y decidimos ir al SPA. Después de una larga sesión para dejar increíble a Abby regresamos a su casa y nos dirigimos a donde seria la celebración. En unos cuartos al fondo de la sala nos cambiamos cada una de nosotras y al acabar de maquillarnos entra Abby después de ser maquillada y peinada profesionalmente. A pesar de no conocerla desde hace tanto tiempo, me ha marcado como persona. La veo con su despampanante vestido y su pelo recogido en una gran trenza elaborada y no podemos evitar cada una de nosotras emocionarnos y acercarnos todas a abrazarla.
-Voy a arruinar mi maquillaje por vuestra culpa pequeñas idiotas- Esto dice mientras se retira las lagrimas suavemente de su rostro. No podemos evitar reír, unos golpes interrumpen nuestras carcajadas. Era su padre, nos avisaba que cada una debía tomar su puesto.
-¡Puede besar a la novia!- El grito resuena por toda la sala y solo se escuchan fuertes aplausos mientras que lo único que hago yo es sonreír mientras pienso en la suerte que tiene Abby de haber encontrado a su compañero de vida.
Mis pensamientos son interrumpidos cuando siento el ramo rozar mi brazo, lo atrapo mientras río. Siento una mirada perforarme y cuando giro esta Mark sonriendo mientras alza una ceja para seguidamente señalarse a si mismo dando a indicar que seria nuestra boda.
Solo le sonrío hipócritamente mientras le señalo mi dedo corazón.
Llegamos al segundo lugar de la celebración, ya cambiada con un nuevo vestido.
Pasan las horas y no he podido parar de reír junto a Megan, digamos que nos hemos pasado un poco de copas, pero no lo suficiente para no ser consciente de mis hechos.
Siento cono soy arrastrada al servicio de los hombres. Al llegar veo su cara, su preciosa cara como me mira.
-¿Qué quieres?- Pregunto desganada, me lo estaba pasando genial como para que llegué a amargarme la noche.
-Dar explicaciones.
-Eres un cara dura, has tenido una semana entera, pero claro que no, debe ser justo el día de la boda de mi hermano. Mira, te perdono- Veo como sus ojos me miran confundidos-Te perdono, Mark. Per tu y yo jamás volveremos a tener algo. Si quieres podemos ser buenos amigos pero no puedo ofrecerte nada mas de mi parte.
-No, no puedo tener una amistad contigo cuando solo pienso en tenerte en mis brazos, usando de pijama mis camisetas y que al aspirar tu olor huelas a mi-
