Tras la supuesta muerte de el novio de Debby ella queda devastada, tras dos años después ella sigue recordando su tacto como si fuera ayer el ultimo día el cual dormían abrazados.
¿Pero y si realmente Mark no esta muerto? ¿Debby será capaz de perdon...
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DEBBY
-¿Qué te ha dicho?- Pregunta extremadamente nerviosa y puedo detectar un atisbo de miedo en sus ojos.
-Nada, solo me pregunto que como estaba, no ha tenido ninguna respuesta por mi parte así que estate tranquila.
Siento como sus brazos me rodean.
-No caigas Debby, eres realmente fuerte. No caigas nunca mas, y menos por un hombre- Me susurra al oído mientras me acaricia la cabeza.
-Jamás, nunca jamás.
Llego a mi casa realmente cansada, han pasado dos semanas desde la prueba de vestidos. Estoy un poco exhausta, esto se debe por el reencuentro además de que he tenido que lidiar con unos cuantos comentarios de la madre de un paciente, no he podido salvarlo y me ha gritado llorando que era una asesina.
Tengo los ojos secos, no pude evitar llorar al llegar a mi despacho, no pude salvarlo. Hice todo lo que pude para salvar su vida pero el joven no pudo soportar la cirugía.
Me echo unas cuantas gotas en los ojos, me tomo una ensalada que deje a mitades la noche anterior y me tiro al sofá cansada mientras observo la ciudad desde las enormes cristaleras. El cansancio me gana y terminó profundamente dormida.
Me levanto cansada y con el cuerpo adolorido por la posición incomoda en la cual me quede dormida, recibo una llamada de las chicas y conversamos durante unas horas.
Al acabar la llamada me doy cuenta que ya había anochecido, pido una pizza a domicilio y mientras la espero me doy cuenta que apenas queda una semana para reencontrarme con el. Suspiro cansada, estoy realmente agobiada.
Por la mañana tengo que cruzar antes a la casa de Abby para entregarle su bolsa de maquillaje que se dejo en mi coche hace unos días. Toco el timbre repetidas veces ya que llegó tarde al trabajo.
La puerta se abre y mis fosas nasales reconocen su olor, su colonia, la que yo misma le regale. Es el, se ve jodidamente increíble con su traje azul marino y el cabello completamente desordenado.
Veo como traga en seco y siento que estoy a punto de desmayarme.
-Cuando veas a Abby entrégale su bolsa de maquillaje, se lo ha dejado en mi coche- Decido romper el silencio incomodo. La toma y siento sus dedos rozar con los míos.
-Claro. Vaya, estas preciosa- Tose secamente mientras esboza una sonrisa, siento como sus palabras me abofetean Allí es cuando reacciono y me doy cuenta a lo que esta jugando.
-Ya lo se-Contesto secamente y sin nada mas que decir me doy la vuelta y camino hasta mi coche, cuando entro suspiro con alivio, giro para ver si sigue ahí y como sospechaba esta observándome mientras sonríe.
