Tras la supuesta muerte de el novio de Debby ella queda devastada, tras dos años después ella sigue recordando su tacto como si fuera ayer el ultimo día el cual dormían abrazados.
¿Pero y si realmente Mark no esta muerto? ¿Debby será capaz de perdon...
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La semana ha sido bastante movidita, trabajo, trabajo y más trabajo. Una de las noticias que no consigo asimilar es que mi hermano se va a casar. Estoy realmente feliz aunque eso signifique el tener que volver a encontrarme con el ya que ellos nunca perdieron contacto, cuando me entere de ello realmente quise no volver a hablarle a mi hermano pero al fin y al cabo el no tiene porque entrometerse en la decisión del uno o del otro. La boda es dentro de dos semanas y cada día me siento mas mareada y cegada por los nervios.
El sonido de mi teléfono retumba por toda la casa, al cogerlo una Abby nerviosa se encuentra gritándome.
-¿Qué coño te pasa Abby?- Pregunto un poco enfadada.
-¿Qué que coño me pasa idiota? ¿Dónde estas? No puedo creer que hayas olvidado mi prueba de vestidos- Mierda, mierda y más mierda.
-Estoy de camino, lo siento muchísimo- Me disculpo, me siento una mierda de persona.
-Joder, siento gritarte. Estoy bastante nerviosa, además de que tengo que entenderte no va a ser fácil reencontrarte con él.
-Bueno, salgo ya de casa Abby.- Cuelgo la llamada y me siento como la mierda.
Me calzo rápidamente y tomo las llaves del coche y salgo pitando a la prueba de vestidos.
Saludo a todas las chicas, aunque estemos más distantes se que es porque cada una tiene sus problemas y puedo contar con ellas cuando lo necesite.
Sale Abby con los vestidos y cada una da su opinión sobre cada respectivo vestido. Llevamos mas de una hora y media y seguimos sin decidirnos sobre cual elegir.
Suena el teléfono de Abby y grita que alguna responda el teléfono, de lo aburrida que estaba salgo corriendo a por el teléfono. Lo más probable es que sea mi hermano.
-Buenos días que se le ofrece- Grito efusivamente mientras suena alguna que otra carcajada.
-¿Está Abby?- Siento que me voy a desmayar, es él, es su puñetera voz.
-Ahora te la paso- Digo con voz seca y me aplaudo mentalmente por lo bien que he sonado aun estando muerta de nervios.
-¿Cómo te va?- Como tiene la puñetera cara de preguntar como estoy. Decido no responderle y avanzo aun más mis pasos hasta los probadores y le paso el teléfono a Abby y al ver el nombre de la llamada me mira con preocupación y solo le sonrío y decido volver a los sofás porque si no me voy a caer aquí mismo.
Después de diez minutos sale Abby con el vestido ya puesto y me mira con preocupación. Finalmente escogemos un vestido y me pide que la espere ya que quiere conversar conmigo.
