Nathaniel Lemon 2

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-MALDITA SEA NATHANIEL, ¿ACASO QUIERES QUE TE MATEN?- grité con todas mis fuerzas, Nath estaba golpeado, se veía mal herido pero aún tenia fuerzas para correr, sólo lo vi alejándose mientras me dejaba sola en su apartamento- No puedes hacerme esto, no me dejes sola, no otra vez- Su voz se escuchó a lo lejos, pude distinguir un "perdóname" antes de volver a gritar su nombre- NATH, POR FAVOR, VUELVE, NO ME DEJES...

-Shhh, estoy aquí, tranquila.

-NATH- me senté de golpe y abrí los ojos bruscamente dándome cuenta de la oscuridad de mi cuarto, mi mente aún trataba de distinguir entre la pesadilla que se había creado en mi cabeza y la realidad, estaba agotada y bañada en sudor como si hubiera corrido un maratón; en medio de la noche alcancé a ver los ojos ámbar de Nath que aunque estaban recién despiertos se distinguía un brillo de preocupación.

-Denisse, ¿Estás bien?- me preguntó sentándose a mi lado y encendiendo la luz de su lámpara, pude ver nuestra habitación a detalle, las paredes blancas se veían de un tono amarillo gracias a la luz, mi mesa de noche estaba llena de pinta uñas, mis llaves, unas cuantas hojas y otros objetos al azar, la cama de blanca estaba en una esquina de la habitación mientras ella dormía tranquilamente y en la esquina opuesta teníamos unas cajas cerradas de la mudanza que iniciamos hoy.

-S~si, sólo fue un mal sueño- limpió una lágrima que caía descuidadamente por mi mejilla, no me había dado cuenta de que estaba llorando.

-No es la primera vez que te escucho gritar así- lo vi bajar la vista- perdona, si yo no hubiera actuado como un idiota cuando estábamos en la universidad tu no estarías así...

-No digas eso, no fue culpa tuya haberte metido con esos criminales, no tenías opciones- con delicadeza levanté su cara para poder verlo a los ojos.

-Aún así, debí haber buscado otra solución, gracias a mi estupidez cause muchos problemas, te puse en peligro, también a mi hermana.

-Escucha, lo importante no es lo que hiciste antes, si no lo que eres ahora- moví un mechón rebelde de su cabello que caía descuidadamente por sus ojos- ahora estás del otro lado, te entrenas en la academia de policía, y lo más importante, es que ahora estamos juntos y podemos apoyarnos en lo que necesitemos- nos miramos un momento más antes de juntar nuestros labios en un beso tierno.

-Te amo- dijo separándose un poco de mi.

-Y yo te amo a ti- nos volvimos a acostar en la cama mirándonos de frente, esa noche Nathaniel solo llevaba puesto un pantalón corto de pijama lo que me permitía sentir el calor de su torso descubierto, yo por mi parte tenía un pijama de dos piezas, miré nuestra habitación en silencio por unos segundos

-¿En que piensas?- dijo Nath mirándome con su brazo bajo su cabeza y pasando el otro por mi cintura para pegarme más a él, le devolví la mirada negando.

-No es nada, solo que aún no me creo que tengamos nuestro propio apartamento, ya sabes, aún recuerdo a la perfección cuando nos conocimos por primera vez en el instituto, siento que no fue hace tanto tiempo y aún así hemos pasado por muchas cosas juntos.

-Lo sé..., también siento lo mismo, aún recuerdo a la chica impertinente que llegó a mi despacho en su primer día de clases, la que no podía evitar meterse en problemas cada 5 minutos, la chica entrometida que poco a poco me robó el corazón, aquella que siempre ha sido capaz de enfrentarse al mundo con tal de ayudar a los demás.

-Y yo recuerdo a ese lindo delegado adicto a las reglas que reprendía a los demás cuando no las cumplían, pero que también era capaz de romperlas si se trataba de ayudar a sus amigos.

-Si lo ponemos así, no somos muy diferentes a los que éramos en el instituto.

-Lo sé, pero eso es lo que siempre me ha gustado de ti.

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⏰ Última actualización: Jan 17, 2023 ⏰

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