Parte 3

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2 de febrero del 2019

Ada

Estaba en el nuevo apartamento junto a Amy, eran pasadas las tres de la tarde y por mi parte estaba exhausta de tanto ajetreo desde nuestra llegada, me tiré en un sillón para descansar viendo distraídamente algún punto del techo mientras bostezaba.

- ¿Tienes sueño? – Pregunta Amy apareciendo de la nada en mi campo de visión, haciendo que me asuste y al tiempo se gane un golpe en la nuca causando un leve quejido de su parte.

- no, estoy cantando opera en silencio, ¿no ves? – la miro mal y me siento bien en el sillón. Ella se queda en silencio y me mira, ¿les dije que era un poco distraída? Porque lo es, y mucho, levanto una ceja - ¿Solo venias a verme la cara? Se que estoy buena pero no es necesario que me admires tanto

- Idiota – susurró y rodó los ojos – Te venía a avisar que nos iremos de fiesta para celebrar que terminamos la mudanza, así que levanta ese culo y ponte algo bonito, te espero en una hora en la puerta.

- Claro, ¿que si quiero ir? Buenos esta bien, ya voy – refunfuño por lo bajo mientras voy hacia mi habitación, si iba ir de fiesta eso era seguro, pero ¿no podía preguntar primero como lo hace la gente normal? el caso, entro y primero voy hacia mi armario para saber qué voy a usar y tener el dilema del día ¿Qué me pongo?, tras casi 15 minutos de rebuscar entre mis cosas y dejar medio armario tirado por toda la habitación me decido por una pantaloneta de jean corta, un corsé negro y botas de tacón negro hasta las rodillas, dejo listo todo y me voy a bañar, salgo me maquillo y arreglo para en media hora estar lista para salir.

Voy en busca de Amy y la encuentro en ropa interior sentada a la orilla de su cama mirando la tv concentrada, tanto que a paso sigiloso me le acerco, la cojo desprevenida y le grito en el oído, lo que provoca que ella de un brinco y se caiga de la cama, haciéndome reír, les dije es muy distraída.

- ¿Qué te pasa? ¿acaso estas loca? – me reclama mientras se soba una nalga y se levanta con dificultad del piso.

- Es que... – no me puedo para de reír – que... estás viendo? – tomo una respiración profunda – pff por qué estabas tan concentrada – le sonrío burlona

- Hey – se queja – era algo importante...

- Ajá, ¿Y qué era?

- Pues, primero me distraje un poquito viendo al sexy de Zac Efron en la tele – dijo con un poco de culpabilidad – Pero, ¿te acuerdas de la academia de baile que habíamos escuchado? – asiento – pues están haciendo audiciones, ¿vamos? – sube y baja las cejas incitándome a hacerlo.

- Claro -chillo de la emoción - vamos a festejarlo – le doy una nalgada y salgo de habitación corriendo – Corre mujer, debemos llegar a la fiesta y movernos como se debe –le grito desde la sala y la escucho gritarme ¡zorra! Mientras se ríe.

Amy sale de su habitación como si fuera la reina del mundo con paso firme, lleva un corsé semi transparente de encaje, una mini falda negra de cuero pegada al cuerpo y un blaiser negro.

-Wow pero deja algo para las demás chicas – guiña un ojo hacia mí y abre la puerta.

– ¡Vamos a arrasar con todos!

Salimos del apartamento y nos encaminamos a coger un taxi hacia la disco.

Al llegar a la discoteca no sé cómo, pero Amy se las apaña para llegar rápido a la entrada y que nos dejen pasar sin ningún problema. Nos dirigimos directo a la barra y pedimos un trago cada una y nos dirigimos a unas mesas; donde nos encontrábamos daba una vista privilegiada de todo el lugar, por lo que lo recorrí con la mirada.

La disco era sensacional, en la mitad había una pista de baile gigante un poco llena, a uno de sus lados estaba la barra, alrededor de toda la pista habían varias mesas donde todos tomaban y al fondo un poco escondidos se encontraban los baños, a nuestra derecha estaban las escaleras que daban a la sala vip y más a fondo en ese mismo piso se encontraba una sala de velos donde quien quisiera se podría ir a divertir un rato a solas con su pareja, mientras le echaba un vistazo a todo desde mi puesto algo o más bien alguien llamó mi atención en el piso de arriba, era un chico guapo con mandíbula cuadrada y algo marcada, una linda nariz perfilada, unos labios finos y un peinado que le daba una imagen caótica pero demasiado sexi, al parecer el chico se da cuenta que lo miro pues me dedica una sonrisa ladeada y hace un gesto de saludo, por mi parte le doy una sonrisa coqueta y le guiño un ojo sabiendo quien iba a ser mi presa esta noche. Así que con un objetivo en mente salgo a bailar junto con mi amiga.

RaméDonde viven las historias. Descúbrelo ahora